La cantante estadounidense Laura Pergolizzi triunfa en el Icónica Sevilla Fest

Nacida Laura, pero LP por siempre, aunque se junte el cielo con la tierra, solo por escuchar el estribillo de ‘When We Touch’ merece la pena acudir a su concierto.

La cantante estadounidense LP durante el concierto que ha ofrecido este sábado en la Plaza de España de Sevilla dentro del Icónica Fest, que se celebra estos días en la capital andaluza.
La cantante estadounidense LP, durante el concierto que ha ofrecido este sábado en la Plaza de España de Sevilla dentro del Icónica Fest, que se celebra estos días en la capital andaluza.
Raúl Caro/EFE

Solo por escuchar el estribillo de ‘When We Touch’ cantado por LP merece la pena acudir a su concierto. A ver, es una forma de hablar, lógicamente, pero salir al escenario en frío y regalar este tema a sus fans es toda una declaración de intenciones, un aviso de que esta noche, en Sevilla, iba a suceder algo grande pasase lo que pasase, aunque se juntase el cielo con la tierra.

Y con esa canción se presentó para abrir boca en el escenario de Icónica Sevilla Fest, un tema con un estribillo solo para elegidos a la hora de entonarlo, una composición que habla de una pareja que quiere la magia perdida, que se echa de menos y se busca como un río a un océano.

LP, nacida como Laura Pergolizzi en 1981 en Long Island, esa isla del estado de Nueva York que tantas tardes de gloria ha dado para el cine (alabados sean John Hurt y Jason Priestley dirigidos por Richard Kwietniowski en 1987), tiene personalidad para veinte festivales para ella sola y no solo como cantante, sino que ha sido y es productora y autora de Cher, Rihanna, The Backstreet Boys, Leona Lewis o Christina Aguilera.

Y silba. Mejor dicho, sus silbidos hablan. Detalle importante cuando en el escenario los pulmones y el diafragma no paran de soltar aire para que la voz esté plena, pero sus silbidos en clave de sol suenan como un perfecto oboe al que le acaban de humedecer sus lengüetas antes de comenzar a disparar notas.

“Echaba de menos venir a España”, se confiesa cuando ya ha soltado ‘When We're High’, ‘No Witness’, ‘Strange’… Habla poco y canta mucho. En realidad, a los cantantes se les paga por cantar, que es lo que hacen mejor que nadie, por eso las palabras que suelta entre canción y canción son con cuentagotas: “Me gusta disfrutar de la gente en España, del flamenco…”, y vuelta a la batalla. Que esa voz no sufra un ápice y no desafine ni media nota es un misterio que algún otorrino debería llevar a un congreso internacional.

Por cierto, fue una noche casi de rebequita la que se presentó en Icónica Sevilla Fest para recibir a LP, a la espera de la ola de calor que dará la bienvenida en el mismo festival en dos sesiones a Laura Pausini. Salvado el trámite de hablar del tiempo, vuelta a LP. Dos guitarras, un teclado y una batería. No necesita más, e incluso la pantalla gigante a su espalda no distrae lo más mínimo al espectador, porque se limita a tener sus iniciales todo el rato en primer plano.

Y luego está su voz. Sí, hemos hablado de sus cuerdas vocales antes, pero es que ‘Muddy Waters’ es una canción para que “la cantante se luzca”, como diría una coplera antigua, para soltar en el escenario todos los matices de una canción en la que reflexiona sobre por qué no está claro porque elegimos el camino de fuego en lugar del fácil, toda una metáfora de la vida de una voz nacida para ir a contracorriente pero remando firme.

Echando mano de la historia, es bueno recordar que su debut fue en el año 2001, con ‘Heart-Shaped Scar’, álbum de once canciones en el que estaba ‘Love Somebody’ o ‘Kiss It All Goodbye, que le abrió las puertas a su primera gira, con tanto éxito que tuvo que retrasar tres años la salida al mercado de su segundo LP -valga el juego de palabras-, al que llamó ‘Suburban Sprawl & Alcohol’.

Lo de hacer un poco de historia no era banal, sino que tiene relación con lo que disfruta en el escenario, y que meterse en un estudio, para ella, no debe ser ni la mitad de vital. Se aprecia durante toda la noche, pero es superlativo con ‘One Like You’. LP mira al público a los ojos, y le dice: “Tú me haces sentir, me haces pensar, amar…”. Lo vive con pasión, le pagan por ser feliz, que es lo mejor que puede alguien decir en estos tiempos.

A todo esto, la orquesta la completa con varias guitarras que ella misma toca o incluso una pandereta. Una guitarra española luce en sus manos para enfrentarse al público a porta gayola mientras la orquesta descansa. La Plaza de España de Sevilla, hogar del Icónica Sevilla Fest, enmudece ante tal derroche de alguien que, sin compañía alguna, llena un escenario.

Y va terminando el concierto. Y la gente se pregunta si no va a cantar ‘Lost on You’, pero el postre de la noche es, precisamente, la que podría ser su canción más icónica, lanzada en 2015 como el segundo sencillo de ‘Death Valley’.

¿Que por qué la gente espera hasta el final sin inmutarse esperando esta canción? A ver: número 1 en listas de trece países, certificado cuádruple Platino por la Federación de la Industria Musical Italiana por ventas superiores a 200.000 unidades… Cada artista tiene un tema que la persigue allá donde vaya, y el de LP es este.

El eco de esa canción en la noche sevillana que comenzaba a oler a domingo casi devuelve el dinero de la entrada a los más de 2.000 que se reunieron en torno a ella. Poco más se puede añadir para ser justos con lo visto, que en el caso de LP siempre es quedarse corto.

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