Sociedad

Una de cada dos personas tiene actitudes edadistas hacia las personas mayores, según una experta

El edadismo son los estereotipos, los prejuicios y la discriminación por motivos de edad hacia otras personas o hacia uno mismo.

Una de cada dos personas tiene actitudes edadistas hacia las personas mayores, según una experta
Pixabay

La doctora Vânia de la Fuente-Núñez ha resaltado que una de cada dos personas tiene actitudes edadistas hacia las personas mayores y que, en el mundo, el edadismo se considera "un problema de salud pública" porque afecta a un gran volumen de personas, implica un coste para el sistema de salud y perjudica la salud física y mental.

Así lo ha destacado durante la ponencia 'El edadismo: una barrera para un envejecimiento saludable y un problema de salud pública' de la XI Jornada conjunta del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y la Sociedad Española de Epidemiología, que ha tenido lugar este jueves en el Campus de Chamartín de Madrid del ISCIII.

Los expertos que han participado en esta jornada definen el edadismo como los estereotipos, los prejuicios y la discriminación por motivos de edad hacia otras personas o hacia uno mismo

Asimismo, la doctora de la Fuente-Núñez ha explicado que actitudes como usar un lenguaje infantilizante, no dejar tomar decisiones a personas que están capacitadas para ello por motivos de edad, negar el acceso a recursos, o ignorar los deseos de los individuos solo por el hecho de ser mayores -o jóvenes-, son algunos ejemplos de este tipo de comportamientos.

El edadismo se asocia a una peor salud física y mental, un mayor aislamiento social y soledad, una mayor inseguridad financiera, una menor calidad de vida y una mayores tasas de muertes prematuras. Esto es debido, entre otras cosas, a sesgos en la atención médica, como el racionamiento de recursos sanitarios en base a la edad; la exclusión de personas mayores de ensayos clínicos; y a que el edadismo autoinfligido puede llevar a adoptar comportamientos de riesgo para la salud, como seguir dietas poco saludables, no tomar la medicación prescrita, consumir alcohol en exceso o fumar.

Se estima que más de seis millones de casos de depresión son atribuibles al edadismo a nivel mundial y que este fenómeno obstaculiza la participación de las personas mayores en la sociedad e incrementa su deterioro cognitivo.

Además, la experta ha recordado que es un problema que invade todas las esferas: desde las instituciones hasta las relaciones con los demás, pasando por la percepción que uno tiene sobre sí mismo. También ha mencionado la pandemia de covid-19, en la que se implantaron protocolos de actuación que excluían a personas mayores de los cuidados básicos o de la atención en Unidades de Cuidados Intensivos.

En cuanto al perfil de los afectados por el edadismo en la vejez, la doctora Vânia de la Fuente-Núñez ha señalado que, a mayor edad y peor estado de salud, más probabilidades de sufrir edadismo. Un riesgo que también aumenta si se vive en países con esperanzas de vida más bajas o si se trabaja en sectores concretos como el de la tecnología.

La situación empeora todavía más en el caso de las personas mayores que viven en países vulnerables a las catástrofes y desastres naturales. En la actualidad constituyen el 12,3 por ciento de la población de esos territorios, pero se calcula que en 2050 serán el 19,2 por ciento. Este grupo tiene la tasa de mortalidad más alta en el contexto de emergencias, y solo el seis por ciento de la financiación asignada a respuesta humanitaria está específicamente enfocada a la población mayor.

A pesar de todo ello, el edadismo se puede prevenir. Así, la experta ha asegurado que son claves la política y la legislación, así como actividades educativas que ayuden a cultivar la empatía o la puesta en marcha de intervenciones intergeneracionales que promuevan relaciones entre personas de diferentes edades.

No obstante, para poder abordar el edadismo de forma óptima, la experta ha asegurado que es necesario también que los profesionales en epidemiología y salud pública se unan a la lucha contra el edadismo para combatirlo de igual modo que se hace con el consumo de tabaco.

"Necesitamos epidemiólogas y epidemiólogos para realizar estudios de investigación que permitan obtener datos sobre los patrones de edadismo, los factores de riesgo asociados con este fenómeno y la eficacia de las intervenciones", ha señalado. De esta manera, se facilitaría la toma de decisiones, el desarrollo de políticas e intervenciones y el avance de las prácticas de salud pública para abordar el edadismo a nivel local y nacional.

Etiquetas