¿Para qué sirve divulgar? ¿Cuál es su razón de ser?Cuando somos niños, en el colegio nos enseñan un poco de todo. Aprendes a tocar instrumentos, a dibujar, a escribir poesía, sobre los dinosaurios... Todo es nuevo e increíble. Conforme nos vamos haciendo mayores, nos vamos especializando en un área o en una tarea concreta para llevar a cabo nuestro trabajo y, aunque esto es muy importante para funcionar como sociedad, nuestra vida se va reduciendo poco a poco a nuestra pequeña parcela de conocimiento. La divulgación nos permite recuperar esa sensación de sorpresa y deleite de la infancia al descubrir cosas nuevas e increíbles. El divulgador logra transmitir con pasión conceptos complejos de forma que se puedan entender y despierten la curiosidad y las ganas de saber más en quien está escuchando. De rebote, se aumenta la cultura científica de la sociedad. Una sociedad bien informada es una sociedad más fuerte, una en la que los bulos malintencionados acerca de vacunas u otros temas no calan.

¿En qué formatos divulgativos ha trabajado? ¿La clave de cada uno?
He escrito artículos periodísticos, participado en tertulias en radio y dado monólogos cortos de 3-5 minutos y charlas un poco más largas de entre 15 y 20, tanto en directo como grabado para vídeo.
No sabría decir cuál es la clave de cada uno, la verdad. Lo único que creo que debe tener siempre cualquier tipo de divulgación es la rigurosidad. Partiendo de esa base, haz lo que consideres. ¿Quieres dar tu charla disfrazado y poniendo voces? Adelante. ¿Vas a comparar a los Vengadores con tu sistema inmunitario? Maravilloso. ¿Quizá un número musical para explicar el ciclo de Krebs? Cuanto más pegadizo, mejor. Sí que viene bien, si es posible, tener en cuenta cuál puede ser tu público objetivo en los eventos en directo de cara a usar comparaciones o referencias. Un grupo de treintañeros como yo casi seguro pillará cualquier referencia a Los Simpsons que haya en la charla, pero a una panda de adolescentes los vas a dejar fríos y puede que pierdas su interés.

¿Con qué formato se siente más cómoda y por qué? 
Mi favorito es el formato escrito. Es el que puedo preparar con más tranquilidad y revisarlo una y mil veces antes de enviarlo. Creo que eso se nota como lector, puedes sentir el tiempo que se han tomado en preparar esa pieza para que tú la degustes con calma.
Sin embargo, los eventos en directo tienen una energía especial. Tener al público ahí delante y ver cómo se van enganchando tiene su encanto, muchas veces incluso se acercan después de la actuación para preguntarte más cosas y tienes la certeza de que les ha gustado. Eso es genial. Aunque como veas que están distraídos, te entran los sudores fríos. No hay luz sin sombras.

¿A cuál le ve más futuro?La divulgación va poco a poco conquistando las nuevas plataformas como Twitch. Es genial que los nuevos formatos se integren con los tradicionales, que van a seguir ahí, para poder llegar a un rango de personas más amplios.

¿Cuál es el secreto para conquistar al público?
Cada público es un mundo, pero en mi caso lo que mejor me funciona es el humor. Si consigues que el público se ría, o que solamente sonría, el ambiente se va a relajar. Eso me sirve también a mí para quitarme presión de encima, que tener a mucha gente delante no me resulta nada fácil. Suele gustar mucho que cueles alguna referencia actual entre tus datos científicos.

¿Algún nuevo proyecto en marcha?
El próximo día 21 me marcho a Barcelona para competir en la semifinal del concurso de monólogo científico 'Solo de Ciencia' con otros 11 aspirantes. Y el 24 de mayo estaré participando en el Pint of Science, un evento que organiza una red de voluntarios que se lo curran muchísimo cada año para que la ciencia se cuente en los bares. Un formato más relajado, imposible.

¿Se le ocurre cómo aplicar la IA a la divulgación?
Lo de la IA es un tema que controlo entre poco y nada porque soy una persona torpe tecnológicamente hablando (y sin tecnología de por medio, soy torpe y ya). Por ahora, creo que le veo más futuro en la ciencia que en contarla, por ejemplo a la hora de desarrollar nuevos métodos diagnósticos, aunque ¿quién sabe lo que nos deparará el futuro?