Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Joven innovación tecnológica que resuelve problemas en el Premio Nacional Don Bosco

El medio ambiente, las renovables, las terapias celulares y las pompas de jabón, protagonistas de una nueva edición del certamen.

Exposición de trabajos presentados al premio Don Bosco en el polideportivo de Salesianos.
Exposición de trabajos presentados al premio Don Bosco en el polideportivo de Salesianos.
Guillermo Mestre

Un túnel de viento para estudiar la eficiencia de los aerogeneradores, cajas nido con sensores para cuidar mejor la biodiversidad, la ciencia que se esconde detrás de las pompas de jabón y un estudio sobre las terapias para tratar lesiones medulares se llevaron los cuatro grandes premios en la 36 edición del Premio Nacional Don Bosco, celebrada el 15 y 16 de marzo en Salesianos Zaragoza.

Felices de recuperar el formato presencial, los jóvenes participantes en la 36 edición del Premio Nacional Don Bosco al Diseño e Innovación Tecnológica disfrutaron de poder mostrar sus trabajos en directo sus trabajos. No hubo más remedio, debido a la pandemia, que hacer las dos anteriores ediciones de modo virtual, pero todos tenían claro que "no es lo mismo poner un vídeo y esperar en casa", ya que "es más bonito y enriquecedor ver las maquetas, interactuar con los chavales que vienen a verlas y también con el jurado y conocer mejor los proyectos de los demás compañeros, venidos de tantos lugares de España", reconocía Alberto Cánovas, uno de los participantes, estudiante de un ciclo formativo de formación profesional en el IES el Palmeral de Orihuela (Alicante).

A lo largo de los dos días de exposición, 137 participantes –alumnos de FP y bachillerato–expusieron sus 58 proyectos –que no son solo ideas sino que funcionan–, explicando todo tipo de detalles y haciendo vistosas demostraciones ante todas las personas que se acercaron a visitar los stands y presentado sus trabajos ante un jurado formado por profesionales y empresas.

Problemas reales

A veces, el impacto puede resultar emocionante. Mar López Balaguer, alumna del IES Juan de Garay de Valencia, explicaba cómo un grafo que representa visualmente los grupos o comunidades de alumnos de una clase y cómo se relacionan entre sí hace visible quiénes son las personas más influyentes, pero también quiénes son las personas más aisladas y, por lo tanto, más vulnerables ante situaciones de acoso o ‘bullying’. Señalando uno de esos puntitos solitarios, una niña que lo había entendido perfectamente se reconoció: "Esa era yo –le dijo a Mar–, eso me ha pasado a mí".

Como en este caso, la aplicación de la tecnología a resolver problemas reales, tanto en la sociedad como en la industria, está en el corazón de todos los proyectos presentados, este año procedentes de Andalucía, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, La Rioja, Murcia, País Vasco y Aragón.

Desde su creación en 1984, son ya 1.138 los proyectos presentados a este certamen que, además de su valor educativo, contribuye a estrechar relaciones entre el mundo académico y empresarial. En esta edición, se entregó el Premio Compromiso al Grupo Editorial Edebé, por su apoyo al Premio Nacional Don Bosco desde sus inicios.

Al término de la gala de entrega de premios celebrada el pasado jueves, la directora del colegio salesiano de Zaragoza, Merche López, valoraba que la vuelta a la presencialidad "es muy interesante para los participantes, que pueden vivir el ambiente que se genera en este evento, compartir experiencias y buenas prácticas, que las empresas conozcan sus proyectos y se interesen por su talento y futuro, lo que les anima a seguir trabajando con ilusión".

Ahora, sigue en marcha la segunda edición del Premio Junior, dirigido a estudiantes de 4º a 6º de primaria y de ESO de la provincia de Zaragoza. Los 71 alumnos y alumnas inscritos han presentado 26 proyectos.

Daniel Ferriz y Elena Sáez, junto al banco de pruebas que han desarrollado.
 
Aeromimetics, un túnel de viento para comparar palas de aerogenerador

La espectacular maqueta del proyecto ‘Aeromimetics’ está siempre funcionando. Es un banco de pruebas, "un túnel de viento para probar máquinas, en este caso, un aerogenerador", explica Elena Sáez Aroca, estudiante de 1º de bachillerato en el IES Antonio Navarro Santafé de Villena (Alicante). Junto a su compañero Daniel Ferriz Torres, alumno del ciclo de Instalaciones Eléctricas y Automáticas, ha obtenido el primer premio en el área Tecnologías Industriales. Cada dos segundos, el sistema proporciona un nuevo dato y el análisis posterior de toda esta información permite "analizar el rendimiento de las palas y estudiar cómo varía en distintos diseños inspirados en la naturaleza, aplicando la biomimesis para lograr el objetivo de ser más aerodinámicas", explican. Con los ODS y la economía circular como inspiración, han querido que los materiales de la maqueta sean casi todos reciclados: "Una pizarra y una pantalla anticovid que iban a tirar, un viejo banco de trabajo, incluso el motor". El material de las piezas impresas en 3D procede del maíz. Les importa mucho lanzar "un mensaje en favor de las energías renovables y el respeto al medio ambiente", resaltan.
​El segundo premio recayó en ‘La digitalización del tocado, el próximo paso en la evolución de la esgrima moderna’, de Jaime Ayala, de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura y Edificación de Cartagena (Murcia). El tercero fue para ‘Diagnóstico de planta fotovoltaica a través de imágenes’, de Karim Masaadi y Agustín Manuel Ares, del colegio Salesianos Santísima Trinidad de Sevilla.

Víctor Gea y Alberto Cánovas muestran los sensores de las cajas de nidificación.
 
Monitorización de la nidificación de aves en parajes naturales

El interés por el medio ambiente está también detrás del proyecto ganador en el área de Tecnologías de la Información y la Comunicación. En Orihuela, la localidad alicantina de sus autores, Víctor Gea Vicea y Alberto Cánovas Marín, ya hay colocadas dos cajas de nidificación con sensores que miden temperatura, humedad y presencia. Son los prototipos del proyecto ‘Monitorización de la nidificación en parajes naturales’. Víctor y Alberto cursan el ciclo de Gestión Forestal en el IES el Palmeral y su motivación fue "estudiar la nidificación de las aves y aprender de ello para mejorarla". Los datos que analizan se reciben en tiempo real y "así podemos ver si la presencia humana perjudica la nidificación en una determinada ubicación o qué orientación de la caja funciona mejor o peor".
​El proyecto ‘Go Swapp’, de Antonio Alberto Díaz Heras y Alejandro Junquera Manrique, alumnos de Salesianos San Ignacio (Cádiz), obtuvo el segundo premio. Se trata de una aplicación para poner en contacto a alumnos de formación profesional con las familias más necesitadas del propio centro o de su entorno. Los estudiantes podrían ofrecerse para realizar pequeñas reparaciones relacionadas con sus estudios profesionales. El tercer galardón fue para ‘Peer Help, la ayuda entre iguales al alcance de tu smartphone’, presentado por Eva Baldonado Gallart e Irene García Higón, del IES Juan de Garay de Valencia, una ‘app’ para facilitar que alumnos de un mismo instituto se ayuden en los estudios.

Paula Gómez juega con la geometría y el jabón.
 
Pompas de jabón: ciencia detrás del divertimento

"Mediante la ciencia podemos explicar lo más cercano –decía el pasado jueves a un público embelesado Paula Gómez Ramírez–, por ejemplo, aquello que hace mágicas las pompas de jabón". Le gustan mucho las matemáticas, tanto que al curso que viene quiere empezar el doble grado de Matemáticas e Informática. Su idea para concursar en el Premio Don Bosco era hacer "algo de mates, pero de nivel superior" y cuando su tutor le propuso este tema, esta alumna del Institut Gunidàvols de Lérida no imaginaba que algo tan sencillo como las burbujas escondiera tanta ciencia, "ha sido un descubrimiento que me ha acabado fascinado". Así, ha descubierto por qué son esféricas, por qué aparecen otras formas geométricas en la espuma jabonosa –"formas que vemos en los caparazones y en nuestro epitelio, formas que minimizan energía", explica–, de dónde provienen sus hermosos colores... Construyó un dispositivo para medir la tensión superficial en el agua jabonosa y determinó la presión en el interior de una pompa de jabón. También pudo comprobar cómo las superficies mínimas que siempre buscan las pompas se aplican en arquitectura y creó antiburbujas, una tecnología empleada para encapsular el ARN mensajero de las vacunas anticovid. Resultado: primer premio de Ciencias.
​Se alzó con el segundo el trabajo ‘Influencia de la aerodinámica en el vuelo pasivo’, de Chunhai Jin Zhou y Valentín Denis Ionut Pinzaru, de Egibide-Jesús Obrero de Vitoria. El tercero recayó en ‘¿Estafa en la marca blanca?', de Amanda Barber Pozuelo e Inés Silvia De Vesian Martínez, alumnas del colegio Hermanos Maristas Sagrado Corazón de Alicante.

Estel Gubianes demostró su pasión por la investigación.
 
Comparando los efectos de diferentes terapias celulares en lesiones medulares

El trabajo de investigación de Estel Gubianes Alcedo está tan pegado a los últimos resultados publicados en las revistas científicas en el momento de presentarlo que ella misma es consciente de que, ahora mismo, las cosas pueden haber cambiado. Ha obtenido el primer premio en el área de Ciencias de la Salud y Ciencias Sociales y Jurídicas con un estudio comparativo de los resultados de diferentes terapias celulares en diversos ensayos clínicos, realizados en pacientes con lesiones medulares. Realmente, es "un metaanálisis o revisión sistemática". Según sus conclusiones, "hasta el momento", matiza, entre el listado de células que pueden funcionar como buen motor de regeneración, "las células autólogas –con las que te tratas tú mismo– del envoltorio olfativo son las más prometedoras". Estel estudia 2º de bachillerato de Ciencias en la Escola Mare de Déu de la Salut de Sabadell (Barcelona) y tiene claro que al año que viene empezará Biomedicina, "una carrera muy centrada en la investigación, que ya se nota que es lo que me gusta".
​El segundo premio de esta categoría fue para ‘El análisis de redes sociales aplicado al ámbito educativo como herramienta preventiva del bullying en las aulas’, de Mar López Balaguer, alumna del IES Juan de Garay de Valencia.
​El trabajo merecedor del tercer premio se preguntaba si ‘¿Son las mascotas nuestras mejores amigas?’ y es un estudio del origen de ciertas enfermedades intestinales en niños de Majadahonda (Madrid), de donde procede su autora, Inés Leiceaga Mateo, estudiante del IES Margarita Salas.

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