Tercer Milenio

En colaboración con ITA

33 edición

Ideas jóvenes, grandes, reales, solidarias y sostenibles en el Premio Don Bosco

Más de 50 proyectos procedentes de centros educativos de toda España concurrieron a la 33 edición del Premio Nacional Don Bosco. Creatividad aplicada a resolver problemas y hacer la vida mejor.

El compromiso social y educativo estaba presente en muchos de los proyectos presentados al Premio Nacional Don Bosco.
El compromiso social y educativo estaba presente en muchos de los proyectos presentados al Premio Nacional Don Bosco.
Toni Galán

La emoción recorre los expositores de los candidatos al Premio Nacional Don Bosco antes de conocerse el fallo del jurado. Por trigésimo tercer año consecutivo, un centenar largo de jóvenes ha respondido a la llamada de Don Bosco para mostrar su entusiasmo ‘maker’, su alegre capacidad para idear proyectos tecnológicos, su saber para llevarlos a cabo y sus enormes ganas de compartirlo. Veamos lo que nos dijeron.

"Es una aplicación web vinculada a los contenedores amarillos de reciclaje". Paula Oliván y Cristina Marzo, estudiantes de bachillerato tecnológico, han desarrollado juntas Yel Love, la app móvil que "permite escanear el código de barras del envase que tiramos, por cuyo reciclaje se nos abonarían unos céntimos. Y, además, esta tecnología incluye un distribuidor en la entrada del contenedor para separar los distintos tipos de envases".

El segundo premio en Tecnologías Industriales fue para Visualnev, de Diego Durán Abadía y Jaime Beltrán Dueso, de Salesianos Zaragoza, por su innovador sistema para que la puerta del frigorífico pase de ser un cristal opaco a transparente para poder ver lo que hay en su interior sin abrir la puerta, ahorrando energía.
Un innovador sistema para evitar abrir la puerta del frigorífico para ver qué hay en su interior.
Toni Galán

En esta edición del certamen que organiza el Colegio Salesianos-Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, más de la mitad de los aspirantes se esfuerzan por proteger el medio ambiente. "En la puerta de esta nevera hemos puesto una lámina PDLC con dos polaridades conectadas a un transmisor de corriente alterna y, así, hemos conseguido que, con solo pulsar este botón, el interior se vea sin tener que abrirla. Si la nevera se abre menos, gasta menos electricidad y se produce menos CO2". Diego Durán y Jaime Beltrán sonríen desde su segundo año de formación profesional básica.

"Economía Circular es un proyecto de generación de electricidad con turbinas situadas en afluentes y efluentes hídricos de los hospitales". Los hermanos Noemí y Eleazar Heredia han constatado primero la ingente cantidad de agua que gastan los grandes hospitales españoles.

"Nosotras hemos puesto este interruptor en el manillar de la bici y un sensor en la muñeca del ciclista, conectados de forma inalámbrica a una luz en la espalda, de tal modo que, en cuanto tocas el freno o vas a girar, se enciende". Irene Sánchez y Ana Playán están acabando su grado superior de Robótica y su proyecto Light Rider quiere animar a la gente a ir en bici "pero con más seguridad".

"Esta es una aplicación web conectada a tres sensores que miden gases (CO y CO2) y ruido. Una tarjeta SIM autónoma envía datos sobre la contaminación del entorno. Y se podrían añadir más sensores". Son Ander González e Iñaki Echeveste, creadores de To Pollution, premio de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura y el I3A.

Comprometidos con la salud y con los más vulnerables

Estudiantes del instituto Las Musas de Madrid han creado el pijama inteligente. Se llama Jack’s Time y lleva un sensor vital junto al corazón que mide la calidad del sueño, detecta las apneas y puede enviar datos al médico a través de una aplicación propia. Y, ya de paso, le han incorporado una alarma despertador por vibración, para no interrumpir el sueño de nadie más cuando uno tiene que levantarse.

Del Centro Inglés del Puerto de Santa María (Cádiz) llegó el programa de integración de los adolescentes en el ámbito hospitalario Stick The Hospital. "Ofrecemos actividades a niños y adolescentes con hospitalizaciones de larga duración", explicaba Marina Sedano, una de las autoras del proyecto, que incluye experimentos científicos en directo, teatro, un mapa interactivo sobre la evolución del paciente y un cuento. "Estamos desarrollando también una app para que los chavales pueden comunicarse por vídeollamada en grupo". Cuentan con el apoyo de la Asociación Española Contra el Cáncer y obtuvieron el premio del Rotary Club de Zaragoza.

Aprovechando ese mayor recuerdo olfativo detectado en pacientes con alzhéimer, alumnos del IES Antonio Serna de Albatera (Alicante) han desarrollado una aplicación basada en el reconocimiento de familiares y amigos asociando fotos, nombres y perfumes. Este kit de estímulos olfativos ha despertado el interés del centro de día de Cox, localidad cercana a Albatera.

QR-Bot, un kit de programación de un robot venido de Alicante
QR-Bot, un kit de programación de un robot venido de Alicante
Toni Galán

También de Alicante llegó QR-Bot, un kit de programación de un robot con fichas físicas temáticas con códigos QR impresos. Su secuencia sobre un tablero es leída por una app y enviada al robot para que la ejecute. El objetivo: fortalecer el aprendizaje de ciertas asignaturas. De San Sebastián vino Ro-Botika, un carro automático portador de medicinas para ser usado, sin esfuerzo físico, por el personal de enfermería de los hospitales, premiado por la empresa Festo. Los proyectos Lola, de Salesianos Zaragoza, una lámpara que reconoce expresiones faciales; y Corzo Stop, de Salesianos de La Almunia de Doña Godina, para proteger cultivos de la fauna salvaje, se llevaron los premios de la Facultad de Ciencias y el Ministerio de Defensa, respectivamente.

Categoría Tecnologías Industriales (Electrónica, Robótica, Mecatrónica...)

Un chaleco que fija al respaldo, primer premio en la categoría Tecnologías Industriales.
Un chaleco que fija al respaldo, primer premio en la categoría Tecnologías Industriales.
Toni Galán

Fast Security Vest No es lo mismo ponerse y quitarse, a veces con muchas prisas, un cinturón de seguridad de cinco puntos de ajuste que vestir un chaleco que te deja fortísimamente pegado al respaldo del vehículo en cuanto pulsas un interruptor. Por y para militares ha sido creado el prototipo ganador de un premio Don Bosco en la categoría de Tecnologías Industriales. Su autor, Agustín López Villalobos, estudia, e inventa, en la Academia Logística del Ejército de Tierra de Calatayud (Zaragoza). "El chaleco lleva estas placas metálicas en la espalda, que coinciden con los imanes del respaldo del asiento. Te sientas y, en cuanto pulsas el interruptor, se genera un campo electromagnético capaz de sujetar hasta 2.000 kilos (la legislación obliga a que sean mínimo 1.500). Además –cuenta el inventor–, cuanto mayor es la superficie de sujeción, menor es la presión sobre el cuerpo". Más comodidad entonces. López, cuyo objetivo principal es "evitar accidentes" con vehículos militares, sabe que su chaleco "ha de ser más ergonómico y menos pesado", pero es que de momento lo ha fabricado con material comercial que tenía a mano.

El segundo premio fue para Visualnev, de Diego Durán Abadía y Jaime Beltrán Dueso, de Salesianos Zaragoza, por su innovador sistema para que la puerta del frigorífico pase de ser un cristal opaco a transparente para poder ver lo que hay en su interior sin abrir la puerta, ahorrando energía.

Categoría Tecnologías de la Información y la Comunicación

El primer premio TIC está pensado para comunicar a las personas con sordoceguera.
El primer premio TIC está pensado para comunicar a las personas con sordoceguera.
Toni Galán

Braithonduino Sirviéndose del lenguaje braille y de sus conocimientos tecnológicos, Diego Martínez y Javier Falque proponen un sistema de comunicación para personas sordociegas absolutamente innovador. La persona sordociega tiene en sus manos un pequeño dispositivo, un comunicador de desarrollo propio con una célula con los ocho puntos del llamado braille computerizado, el que se ajusta a las funciones de un teclado de ordenador. Y sus familiares y amigos portan otro dispositivo con pantalla táctil a través del cual enviarle mensajes. Eligen si lanzan el mensaje hablando o haciendo uso de un teclado específico para ciegos (tiflotecnología). Y la célula lo recibe subiendo y bajando los puntos según las letras emitidas. Son 256 combinaciones. Desarrollaron, a su vez, otro receptor con los seis puntos, más grandes, del braille tradicional (64 signos en total) para formación; "este dispositivo ha gustado mucho a la Once". Y al jurado del Don Bosco 2020, que le ha concedido el primer premio en categoría TIC. Braithonduino se ha gestado en el Instituto Politécnico de Vigo y, como creen sus autores, "tiene campo de mejora, porque puede adaptarse a diferentes velocidades para quienes leen el braille más deprisa".

En segunda posición quedó QR-Bot, de Mohamed Kourdou Azdad e Israel Caballero Manso, de Salesianos Juan XXIII de Alcoy (Alicante), que acerca la robótica a infantil y primaria.

Categoría Ciencias (Física, Química, Matemáticas...)

El proyecto ¿Cómo conservar los alimentos y no morir en el intento? ganó en Ciencias.
El proyecto ¿Cómo conservar los alimentos y no morir en el intento? ganó en Ciencias.
Toni Galán

Aire tratado para conservar El padre de Maitane Alonso es un enamorado de las barbacoas de grandes dimensiones. Así que su hija, que no quería tirar comida, tuvo que inventar una máquina de conservación de alimentos mediante aire tratado; dos, mejor dicho, una para casa y otra de uso industrial. Instrucciones de uso: pones la comida que te ha sobrado en un envase cualquiera y lo sitúas, abierto, en la parte correspondiente de la máquina; pulsas el interruptor y el aire tratado para eliminar microorganismos empieza a circular de un lado a otro del envase; y al cabo de unos minutos, lo guardas tapado en la nevera. "La comida te va a durar más días en perfecto estado", cuenta Alonso. El prototipo de uso casero que trajo a Zaragoza lo había construido con una persiana rota, dos cajas de plástico y un ventilador. Para la máquina industrial, había adaptado una de envasado al vacío. El quid de la cuestión es el tratamiento del aire que corre por un circuito cerrado y que Alonso tiene patentado. Es más, esta estudiante de segundo de Medicina en la Universidad del País Vasco tiene ya su propia empresa, Innovating Alimentary Machines. Ella no quiere contribuir a esa tercera parte de la producción mundial de alimentos que va cada día a la basura. Y ha recogido por ello el primer Premio Don Bosco en la categoría de Ciencias.

El segundo clasificado fue el proyecto Light Rider, de Irene Sánchez Remón y Ana Playán Bosque, de Salesianos Zaragoza, un sistema de intermitentes controlados por gestos para ciclistas.

Categoría Ciencias de la Salud y Ciencias Sociales y Jurídicas

La detección del dolor mediante EEG ‘low cost’, primer premio en Ciencias de la Salud.
La detección del dolor mediante EEG ‘low cost’, primer premio en Ciencias de la Salud.
Toni Galán

Wave&Pain Los niños te dicen: "Tócame aquí, verás cuánto me duele"; pero no es tan fácil. En realidad, no podemos saber ni dónde se localiza exactamente ni cuál es la intensidad del dolor ajeno. Iria Ollero, un cerebro incansable en el manejo de modelos matemáticos y estudiante comprometida de Ingeniería Biomédica, lo ha conseguido: ha creado un método matemático que detecta el dolor a partir de la lectura de las ondas cerebrales mediante eletroencefalograma (EEG). ¿Cómo lo ha hecho? En las Aulas Tecnópole de San Cibrao Das Viñas de Orense ha fabricado un dispositivo ‘low cost’ "con sensores de juguetes conectados a Arduino". Paralelamente, con el fin de "provocar dolor sin causar daños a nadie", Ollero ha puesto en práctica la ‘ilusión de la parrilla térmica’, mediante la cual se engaña al cerebro con cambios de temperatura que simulan dolor. Tras realizar pruebas a 40 personas, ha sometido los datos a un análisis matemático "según un método basado en series de Fourier" que le ha permitido localizar el dolor, con ayuda de los voluntarios. "Esto podría servir para tratar a personas que no se pueden comunicar o podría ser útil en quirófanos". Ganadora también de otro premio Don Bosco el año pasado, Iria Ollero se lleva ahora a Galicia el primer galardón de la categoría Ciencias de la Salud.

Una aplicación para mejorar el reciclaje, Yel Love, obra de Paula Oliván Usieto y Cristina Marzo Pardos, alumnas de Salesianos Zaragoza, se hizo con el segundo premio.

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