Cientos de personas lloran en Valladolid a Teresa y claman contra el negacionismo de la violencia de género
Convocada por la Asociación de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos de la ciudad, muchos de los concentrados no han podido contener el llanto ante el asesinato en Bruselas de la joven
Un millar de personas, gran parte compañeros, amigos y familiares, han llorado esta tarde en Valladolid la muerte de la joven Teresa Rodríguez Llamazares, de 23 años, asesinada en Bruselas por su expareja, un guardia civil, y han clamado contra el negacionismo, normalización y banalización de la violencia de género.
Convocada por la Asociación de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos de Valladolid, en una céntrica plaza de la ciudad, muchos de los concentrados, entre ellos su hermano Francisco, no han podido contener el llanto ante la pérdida de Teresa, "un ángel, inteligente y sonriente", según la ha definido en declaraciones a Efe Amparo, una de sus profesoras en el Liceo francés de Valladolid, donde estudió, y además vecina de la familia.
"Qué impotencia, que injusticia, se ha segado una vida y eso tiene que estar castigado", ha reflexionado la profesora.
Desde la asociación organizadora una de sus integrantes, Cristina, también profesora de la joven, ha pedido que las cosas se digan por su nombre y ha incidido en que el horror de ese crimen no "se llama violencia intrafamiliar, el horror se llama violencia machista".
La presidenta de la Asociación convocante, Conchi Minayo, ha sostenido que el crimen se podía haber evitado y se ha preguntado por la formación y test que tiene que pasar un guardia civil, cuya misión es proteger contra la violencia de género, a la vez que ha echado de menos la presencia de jóvenes de ese Cuerpo en la concentración.
Minayo ha lamentado el negacionismo de la violencia machista, su normalización y banalización, que se abre paso entre los más jóvenes, y a través de las redes sociales y algunos políticos.
"Nos asesinan por ser mujeres", ha insistido Minayo, mientras que una mujer anónima, sin relación con Teresa, entre lágrimas ha incidido ante los medios en que a la joven enfermera la han matado "por ser mujer, por no dejarse controlar la vida", y ha pedido más educación en igualdad.
Este viernes se conoció que un guardia civil que se había desplazado desde Valladolid a Bruselas mató el jueves a su expareja, una enfermera vallisoletana de 23 años que residía en la capital belga.
El hombre se habría desplazado a Bruselas para intentar volver con ella y, ante la negativa de la mujer, la ha matado al parecer con un arma blanca y, posteriormente, ha intentado suicidarse lanzándose desde una ventana, según las mismas fuentes.
La víctima se llamaba Teresa Rodríguez Llamazares y era hija de un funcionario municipal del Ayuntamiento de Valladolid, Juan Rodríguez, que ese mismo viernes se jubilaba, según informó el Consistorio.
