Sociedad

'Mike', el auge y la caída del boxeador Tyson, en el 'biopic' más esperado del año

El boxeador más polémico de la historia protagoniza esta serie que describe las luces y sombras de un ídolo de barro.

Mike Tyson, en una imagen de archivo.
Lynn Millspaugh (Reuters)

La pasada semana, en una discutible maniobra de marketing, se celebró el Disney Plus Day para conmemorar el aniversario del lanzamiento de la plataforma del gigante del entretenimiento. La celebración consistió en estrenar en streaming del tirón varios esperados lanzamientos, entre ellos 'Mike', biopic sobre el mismísimo Mike Tyson, uno de los deportistas más polémicos de la historia. Entre la copiosa avalancha de estrenos, esta producción de ritmo acelerado merece ser rescatada, dado su indudable interés como retrato del ascenso y caída de uno de tantos ídolos 'made in USA', un boxeador que llegó a la cumbre desde la nada para convertirse en una caricatura de sí mismo con la inexcusable complicidad de los medios. La carnaza es la carnaza.

La trayectoria de Tyson es pasto del sensacionalismo por su propio peso, pero no suele ser habitual que este tipo de sujetos convertidos en ídolos partiendo de cero, acostumbrados a levantarse del suelo una y otra vez, sean tratados con mesura cuando su carrera se resiente y se asoman al precipicio. Echar más leña al fuego es lo tristemente habitual en los noticiarios, en los corrillos y donde toque. Para que este comportamiento humano injusto quede claro, la serie dedicada a uno de los boxeadores más famosos de todos los tiempos comienza con una imagen que le perseguirá por siempre: el mordisco en la oreja de su contrincante sobre la lona. Escupir el trozo de carne envuelto en sangre, el pedazo de Holyfield, se congela ante nuestros ojos como espectadores y el propio Tyson, con una voz en off, rebobina para contar su historia, haciéndonos partícipes de la decadencia del espectáculo que está por venir.

Convertido en un monologuista, en un coach simpaticote, vestido con traje en un gran auditorio frente a una audiencia concurrida, el protagonista desgrana sus vivencias desde una dura infancia en los suburbios donde cosechó sus primeros traumas. Era un niño pequeño y regordete, víctima de bullying al cecear cuando hablaba. A paliza diaria, formar parte de una familia desestructurada tampoco ayudó a su crecimiento personal desde la supuesta normalidad.

Tyson se convirtió en un luchador, sacó toda su rabia en el momento en el cual fue testigo de la decapitación de una paloma que él mismo cuidaba en la azotea de un edificio. Varios chavales le rodeaban, riéndose y señalándolo, mientras el líder del grupo se choteaba del tonto amante de los pájaros. El chorro rojo que salió del cuello del animal fue la gota -de sangre- que colmó el vaso. Mike golpeó al abusador con mano firme y lo noqueó frente a sus colegas. Así se ganó el respeto de la manada y pasó a convertirse en un ladronzuelo influyente en el vecindario.

No sabía ni leer ni escribir y se buscaba las castañas yendo por el mal camino, razón por la cual acabó con sus huesos en la cárcel. Las palizas de su madre soltera no le amedrentaron. La misma mujer que se fue de este mundo antes de tiempo, sin saber que su vástago iba a triunfar en un futuro. El chico perdedor no esperaba salir nunca del barrio, ni siquiera pensaba en cumplir los veinte años, pero su nombre lució en letras de neón en auditorios inmensos, sin perder su aparente carácter autodestructivo.

Nada que no sepamos

La miniserie 'Mike' está disponible en Disney +. Cada capítulo ofrece una duración llevadera, en torno a los 25 minutos, lo que facilita su digestión. La narración es ágil, con instantes y cortes propios del lenguaje videoclipero. Hay movimientos de cámara frenéticos, a ratos bruscos y apresurados, en un montaje que tritura varias secuencias en paralelo, pudiendo recordar al cine de Guy Ritchie ('Snatch: cerdos y diamantes'). Figura en la realización el cineasta Craig Gillespie, responsable de la recomendable 'Yo, Tonya', otra historia de una deportista que se dejó llevar por las malas influencias y acabó como el rosario de la aurora.

Las escenas portagonizadas por el Tyson monologuista, con momentos mirando a cámara, se alternan con fragmentos de su aparatosa existencia a lo largo del tiempo. A veces el actor rompe la cuarta pared en beneficio de un tono personal, algo "tarantiniano", que funciona por ráfagas y puede no ser plato para todos los gustos. Se replican momentos televisivos y aquellas anécdotas que han convertido al boxeador en una leyenda con más sombras que luces. Tyson pasó por la cárcel y varios correccionales, su segundo hogar. Aprendió en prisión a boxear a cambio de portarse bien. Aplicarse le salvó de la quema, pero la excentricidad llegó con la fama y la fiesta se terminó.

'Mike' es la historia de un paria que alcanza el éxito, una figura que encanta en la cultura estadounidense. Como sube, baja de sopetón. Estrellas que se convierten en seres grotescos, se meten en líos, a veces delirantes, y acaban siendo una caricatura del sueño americano. La serie no descubre nada que no sepamos en este sentido. Ilustra las tropelías del deportista, bien interpretado principalmente por un musculado Trevante Rhodes, maqueado para la ocasión, al que vimos en 'Moonlight'. Le acompaña, entre otros rostros, un Harvey Keitel casi desconocido, luciendo una prominente calva en el papel del entrenador cascarrabias que ayudó al boxeador a ser un crack repartiendo guantazos.