Los buitres celebran su día con más efectivos a pesar de las amenazas

Surgió de los Días de Concientización sobre los Buitres organizados por el Programa de Aves de Presa.

Observatorio de Buitres Mas de Bunyol.
Observatorio de Buitres Mas de Bunyol.
Pedro Armestre

Buitres negros y leonados, alimoches y quebrantahuesos, los agentes sanitarios de los campos en España, celebran este sábado su día internacional con una mejora de sus poblaciones, pero aún rodeados de peligros debido a las electrocuciones y las colisiones con aerogeneradores, según los expertos consultados por Efe.

"Tenemos mucha suerte al residir en la península Ibérica", asegura el presidente del Colectivo Azálvaro, José Aguilera, que dirige esta entidad conservacionista segoviana "con el objetivo de proteger las aves carroñeras y sus hábitats" en España, país que acoge "al 90 % de las poblaciones de buitres europeos".

Aguilera, que desempeña su actividad en entorno de El Campo Azálvaro-Pinares de Peguerinos (Segovia), un espacio natural protegido por la Red Natura 2000, considera a las colonias de buitres leonados de las Hoces del Duratón y de Riaza "un emblema de Segovia".

La presencia de aves necrófagas "supone un importante valor ecológico que proporciona un valioso servicio ecosistémico al consumir carroña", ya que estas aves no cazan, sino que se alimentan de animales muertos, lo que evita "la dispersión de enfermedades en el medio natural".

Para ayudar a sobrevivir a estas aves, el Colectivo Azálvaro ha impulsado un programa de alimentación específica mediante una red de puntos de alimentación suplementaria, tradicionalmente conocidos como muladares, "lugares donde los ganaderos depositaban los cadáveres de mulas y bueyes".

La comarca de Campo Azálvaro-Pinares de Peguerinos es un área "estratégica" para la alimentación de los buitres porque "por sus grandes cañadas y vías pecuarias pasaba la mesta" y los buitres aprendieron así a seguir "las arterias que comunicaban la Península gracias a la ganadería". Sin embargo, más que muladares, Aguilera prefiere el término "áreas de alimentación suplementaria" porque "ahora están diseñados para que estas aves se beneficien de un apoyo a su dieta habitual que tendrían que conseguir en el campo".

"No son solo depósitos de cadáveres", puesto que "diversificamos la carroña con criterios biológicos", explica Aguilera, que describe cómo los buitres negros "prefieren las gallináceas, porque evolutivamente no han perdido la fuerza prensil de las garras y pueden agarrar las gallinas para desplumarlas".

En cambio, el buitre leonado "es más visceral", ya que "ha evolucionado para explotar el cadáver desde el interior", lo que ofrece al observador de aves "esas espectaculares imágenes de un leonado hurgando en las tripas del cadáver con todo su cuello dentro del animal".

No obstante, las transformaciones que ha experimentado el entorno rural español han provocado "cambios en el comportamiento de las aves carroñeras", como ataques a animales vivos y "grandes concentraciones de buitres en vertederos", que en muchos casos acaban "intoxicados o con obstrucciones gástricas por plástico".

"Son aves necesarias para el ecosistema" que a pesar de su tímida mejoría poblacional siguen amenazadas por "los tendidos eléctricos y las colisiones con aerogeneradores" unos accidentes que podrían aumentar "debido a la proliferación de estas instalaciones debido a la crisis energética", subraya Aguilera.

Aunque con el quebrantahuesos y el alimoche aún "queda mucho por hacer", los buitres negros gozan de mejor salud en la actualidad, pues en la última década "el aumento poblacional ha sido continuado para todas las comunidades autónomas", indica SEO/Birdlife.

Según sus datos, "se ha producido un incremento estatal del 30,57 %, con 564 parejas nuevas detectadas en el censo nacional de 2017, respecto al de 2006", lo que convierte a España en el país predilecto para estas aves necrófagas, donde se reproducen, al menos, 2.550 parejas concentradas en 43 colonias de siete comunidades autónomas.

Aunque una de las más grandes del mundo es la colonia de buitre negro de Rascafría (Comunidad de Madrid), que cuenta con 180 parejas en 2022, Extremadura acumula 964 parejas, que suponen el 37,9 % de la población española, y solo Cáceres, con 854 parejas, acoge el 33,6 % del total.

El Día Internacional de los Buitres surgió de los Días de Concientización sobre los Buitres organizados por el Programa de Aves de Presa de Endangered Wildlife Trust en Sudáfrica y Hawk Conservancy Trust en Inglaterra, quienes decidieron trabajar juntos y expandir la iniciativa a un evento internacional. 

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