Cristina e Iñaki dan el primer paso para el divorcio definitivo

La custodia de los hijos será para la infanta, pero Urdangarin podrá verlos cuando quiera y no tendrá que pasar pensión alimenticia, según 'Semana'.

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin.
La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin.
H. A.

Después de casi 25 años de matrimonio, Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin han dado el primer paso para su divorcio: han firmado la disolución de las capitulaciones, es decir de su acuerdo matrimonial. Aunque el escueto comunicado que hablaba de "interrupción" del matrimonio parecía no dejar muy clara si la ruptura era o no definitiva, la revista 'Semana' cuenta en exclusiva que el pasado mes de marzo la pareja se reunió en Ginebra para abordar las cuestiones legales y llegar a un acuerdo de separación.

Esas capitulaciones matrimoniales, que fueron preparadas por abogados del Estado, recogían la hoja de ruta en caso de llegarse a una situación de divorcio, abordando las cuestiones económicas o sobre confidencialidad. Además, hay que tener en cuenta que la pareja se casó en régimen de separación de bienes, en 2015 liquidaron todo su patrimonio para hacerse cargo de la fianza impuesta a Urdangarín por el caso Nóos y tres de sus cuatro hijos son mayores de edad. Detalles que hacen que el acuerdo de divorcio sea más sencillo ya que no hay que repartir ni siquiera los bienes adquiridos durante el tiempo que han estado casados.

Así, según relata la revista, la custodia de los cuatro hijos será para la hermana del rey Felipe VI, que se ha dejado aconsejar tanto por él como por su padre en todo momento. Los tres hijos mayores están fuera del hogar familiar y solo la pequeña Irene, de 16 años, permanece en casa con la madre en Ginebra. Sobre sus estudios y los del resto de hijos, parece que no habrá problemas ya que vienen siendo sufragados por los abuelos maternos, según señala la publicación.

Iñaki podrá ver a sus hijos siempre que quiera, no tendrá que pasar pensión de alimentos y tampoco recibirá ningún tipo de paga compensatoria. Eso sí, al tener todavía una hija menor, será un juez quien finalmente dé el visto bueno al acuerdo alcanzado entre las partes.

Cristina e Iñaki se reunieron en un hotel de Ginebra el día 22 de marzo a puerta cerrada y con un abogado facilitado por la Casa Real, según desvela la revista. Un día después firmaron la disolución de las capitulaciones. Tras aquel encuentro, la infanta Cristina viajó a España para que pudieran comenzar los trámites del divorcio. El primer paso fue inscribir el acuerdo en el Registro del Estado Civil de la Familia Real, al que solo tienen acceso altas autoridades del Estado, y allí permanecerá hasta que un juez lo requiera para validarlo.

Desde que salieran a la luz las fotografía del todavía marido de Cristina dando un romántico paseo con una mujer que no era su esposa, Cristina ha estado casi desaparecida, si bien han trascendido sus viajes a Abu Dabi para visitar a su padre y varios mensajes claros que descartaban de manera rotunda una posible reconciliación. Por su parte, Iñaki ha seguido con su vida, ya fuera del despacho en el que conoció a su actual pareja, Ainhoa Armentia, y centrado en su formación como coach deportivo.

La publicación de las imágenes pareció una liberación para la pareja clandestina que, pasado el revuelo mediático inicial, ha continuado con sus escapadas de deporte y naturaleza y hasta ha sido cazada dándose un beso.

La nueva pareja es objeto de los paparazzi y esta semana, el inminente divorcio de Cristina e Iñaki comparte protagonismo en las portadas del corazón con unas imágenes de Ainhoa en bikini en '¡Hola!'. Al parecer, los dos habrían pasado las vacaciones de Semana Santa por separado. Armentia viajó a su casa de Alicante, donde pasó unos días en familia con sus hijos, su padre y su hermana.

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