SALUD

Los niños y jóvenes enganchados a las pantallas toman más comida basura

Los expertos alertan de que el uso excesivo de móviles y tabletas ya es un factor de riesgo que agrava o desencadena varias patologías

El consumo de comida basura está cada vez más extendido entre los niños.
El consumo de comida basura está cada vez más extendido entre los niños.
Freepik

El uso excesivo por los niños y jóvenes de los móviles, tabletas y ordenadores en sus ratos de ocio empieza a ser algo más que una mera preocupación para los padres o un obstáculo para sus relaciones sociales en el mundo real. Un estudio pionero publicado por investigadores españoles en la revista 'Healthcare' alerta de que el abuso de estas tecnologías va camino de convertirse en un auténtico factor de riesgo, como el tabaquismo, el alcohol, el colesterol o el sedentarismo en los adultos, pues se vincula a comportamientos que agravan o desencadenan patologías en los menores.

Uno de los primeros hallazgos del Grupo de Evaluación de Determinantes de la Salud y Políticas Sanitarias de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC) es que los niños y adolescentes que invierten a diario más de una hora en jugar con pantallas ingieren más comida basura, como dulces o 'snack', que el resto de los chicos de su edad.

Los resultados del estudio, realizado a niños de 1 a 14 años, el primero en analizar el vínculo entre dispositivos digitales y alimentación infantil poco saludable, van bastante más allá. Constatan que a medida que aumentan las horas de exposición a las pantallas se incrementa el consumo de dulces, bebidas azucaradas y comida rápida, por lo que "aporta evidencia a la hipótesis de que pasar mucho tiempo delante de la pantalla va asociado a unos hábitos peores de alimentación infantil", concluyen Áurea Cartanya-Hueso y Adrián González, autores de la investigación.

El grupo de edad más problemático es el de los adolescentes de 12 a 14 años. Seis de cada diez pasan más de dos horas todos los días jugando con su móvil o su tableta. El 20,9% de ellos abusa de los refrescos y el 12,2% de la comida rápida. Las peores cifras. Sin embargo, los malos hábitos alimentarios van camino de empeorar en cualquier franja de edad. La exposición de los menores a las pantallas crece de manera exponencial. Si en 2011 eran entre el 10% y el 30% los niños enganchados a estos dispositivos más de dos horas al día, en 2017 llegaban al 44,7%, y los avances de los estudios más recientes constatan que siguen al alza.

Catanya-Hueso y González consideran que "el uso de pantallas puede generar cierta ansiedad entre los niños que se acaba traduciendo en el mayor consumo de comida basura", lo que agrava, creen, "el hecho de estar más horas expuestos a la publicidad de esta comida insana". Otro factor que dispara el abuso de la comida insana es, según detectan, la ausencia de hábito deportivo. Los chicos que consumen más dulces, aperitivos o alimentos procesados no hacen ejercicio alguno frente a la ausencia de excesos entre los que hacen deporte varios días por semana. Los especialistas también encuentran una relación directa con los malos estilos de vida en los niños y jóvenes de familias de nivel socioeconómico más bajo. "Tienen salarios más bajos, horarios menos flexibles y jornadas laborales más largas, lo que puede provocar que los niños pasen más horas delante de las pantallas y que los padres ofrezcan a sus hijos opciones más rápidas de comida, aunque de menor calidad nutricional", apuntan.

Epidemia de miopía

José Martínez-Sánchez, responsable del equipo investigador, está convencido de que el abuso del uso de 'smartphones' y tabletas por parte de niños y jóvenes será "un determinante de salud en los próximos años", un factor de riesgo. A los descubrimientos de su grupo suma que otros estudios han detectado que este hábito pernicioso "también está relacionado con un número insuficiente de horas de sueño, obesidad, y con un mayor riesgo de desarrollar problemas emocionales y de comportamiento".

De hecho, varios estudios oftalmológicos señalan al abuso de las pantallas como el responsable principal de lo que llaman "la epidemia de miopía" entre los menores. El uso cada vez más temprano de los dispositivos digitales, los largos períodos de tiempo mirándolos fijamente y a corta distancia, y, sobre todo, la frecuente falta de luz natural durante esta actividad, van a provocar en breve que la miopía afecte a entre el 80% y el 90% de los jóvenes, con un fuerte aumento de los miopes prematuros entre los menores de 10 años.

El grupo de especialistas de la UIC recomienda que, para paliar estos riesgos, se evite el uso de pantallas por parte de los menores de dos años, que se limite a un máximo de una hora diaria el uso recreativo de móviles y ordenadores en los niños de entre 2 y 4 años, y de menos de dos horas entre los chicos de 5 a 17 años.

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