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Mitos y verdades sobre la vida en China

'"En China se trabaja mucho", "los chinos comen perro" o "los baños públicos son letrinas" son afirmaciones que se atribuyen al país asiático. El youtuber Javier Ferrández, creador de 'El Gato Chino', destapa su veracidad.

Un campo de arroz.
Un campo de arroz.
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Cuando Javier Ferrández, el creador del canal de YouTuve 'El Gato Chino' consiguió una beca para marcharse a trabajar a China en 2011 no sabía realmente lo que se iba a encontrar en el país asiático. "No sabemos nada de China, en occidente hay un gran desconocimiento del país, que es mucho más que arrozales". Por eso creó su canal, en el que cuenta con cerca de 72.000 seguidores y cuyo objetivo es "acercar la China real a los hispanohablantes".

Como con todo lo que resulta poco conocido, las creencias populares se alimentan de típicos tópicos que engrosan los mitos y se alejan de las verdades. Por eso, de la mano de este joven zaragozano, queremos enfrentar mito y realidad de siete afirmaciones que se relacionan con el país asiático. Allá vamos.

¿"En China se come arroz todos los días"?

"Hay que matizar dos cosas. Por un lado, el país está dividido en dos por los cultivos: los fideos, al norte, y el arroz, al sur. Aunque es cierto que el arroz está en todas partes. Por otro lado, allí no siguen el orden 'primer plato, segundo plato y postre', como hacemos en España. Lo habitual es colocar muchos platos en el centro y que cada uno tenga su bol de arroz o viceversa, un bol grande de arroz en el centro y cada uno su plato. Como suelen comer con mucha salsa el arroz acaba cogiendo el sabor de todo y está muy rico".

¿"Los baños públicos son letrinas"?

"Sí, algo así como lo que llamamos el vater turco. En Asia sigue siendo muy común que los baños públicos sean así. Al fin y al cabo, tampoco es tan higiénico sentarte en una tapa donde se sienta otra gente y, menos aún, en un país con millones de habitantes en los que estos servicios están en continuo movimiento. Son como un plato de ducha cerámico con un espacio para colocar un pie a cada lado y un agujero en el centro. Te pones prácticamente de cuclillas y hay quien sufre tratando de mantener el equilibrio. He de decir que yo me hice muy rápido".

¿"Los chinos comen perro"?

"Aunque en algunos sitios sí se hace, es muy minoritario, centrado en algunas zonas rurales. En una ciudad grande y moderna como Shenzhen, si quisieras encontrar perro podrías hacerlo, en especial a las afueras. Lo mismo pasa con los insectos: no es una comida tan común y ellos también se sorprenden cuando encuentran un puesto con este producto. Suelen verse en mercados para turistas. En Pekín o Hangzhou, por ejemplo, hay mercados de este tipo con saltamontes, grillos, escorpiones... Yo he probado los escorpiones y el cocodrilo. Los primeros eran unos alacranes pequeños insertados en un pincho, fritos con sal, y sabían como a pipas, a algo crujiente y salado. El cocodrilo sabe a una mezcla entre pollo y pescado". 

¿"Trabajan mucho más que en Europa"?

"Es cierto que tradicionalmente se trabaja mucho y que se le da mucha importancia la cultura del mismo. Muchas veces, el trabajo es parte de lo que tú eres y la gente que trabaja en grandes empresas está orgullosa de hacerlo. Aunque también es cierto que poco a poco esto también ha ido cambiando, porque las nuevas generaciones, millennials y generación Z, ya tienen una vida acomodada y quieren mantener el tiempo libre o cambiar la idea de casarse y tener un hijo en la década de los 20".

¿"Hay cámaras por todas partes que vigilan a la población"?

"Es cierto que en China hay muchas cámaras por la calle, pero lo de que te vigilen creo que es una idea algo paranoica. Las cámaras están por seguridad y, de hecho, diría que esto es muchísimo más seguro que España. Nunca pasa nada y, si pasase algo, como un robo por ejemplo, las cámaras permiten encontrar al delincuente rápidamente. Yo nunca me he sentido observado y, de hecho, todos  tenemos en el bolsillo un dispositivo que es mucho más chivato: el móvil, facebook, la compañía telefónica... La privacidad total hace tiempo que desapareció".

¿"En China no se habla inglés"?

"Lo cierto es que se dice lo mismo de los españoles. Probablemente si entras a una panadería no te respondan en inglés, ni aquí ni allí. O que si no vas a una ciudad grande, para comunicarte vas a tener un desafío por delante. Pero también es cierto que, cada vez hay más gente que habla inglés, en especial gente joven como los universitarios. Si te pierdes en China yo buscaría a una persona joven que seguramente algo sabrá manejar".

¿"Pueden dormirse en cualquier parte"?

"Esta es absolutamente cierta. La gente es capaz de dormirse en cualquier sitio. De hecho, en las oficinas, a la hora de comer se apagan las luces y los trabajadores se pueden echar la siesta. Hay quien lo hace apoyando la cabeza en el escritorio e incluso quien tiene camas plegables. ¡Incluso he visto a un hombre dormido en la calle sobre una cadena!".

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