jóvenes que inspiran

Javier Ferrández, el youtuber detrás del canal 'El gato chino': "No sabemos nada sobre China"

El joven zaragozano estudió Periodismo en la USJ, y lleva casi una década trabajando en el país asiático.

Javier Ferrández.
Javier Ferrández.
J.F.

Son las 16.00 de la tarde en Zaragoza y las 22.00 en Shenzhen, China, cuando comienza esta entrevista. A esas horas, el zaragozano Javier Ferrández hace ya unas dos que ha cenado: temprano para un español, pero no tanto para un chino, que lo hace en torno a las 18.00. Porque ni los casi diez años que lleva el zaragozano en el país asiático le han hecho coger esa costumbre.

La aventura de este joven, que estudió Periodismo en la Universidad San Jorge, comenzó con una beca Faro del Gobierno de España para hacer prácticas en la Cámara de Comercio de una ciudad del sur de China: Guangzhou. "Estuve ocho meses trabajando en el área de comunicación corporativa y, como me gustó, decidí empezar a estudiar la lengua por mi cuenta y regresé para pasar seis meses más a la misma ciudad, que dediqué a estudiar mandarín", repasa el joven.

Después encontró trabajo en la marca electrónica TCL como copy, por lo que se trasladó a una nueva ciudad: Shenzhen, donde pasó otros tres años y medio. De allí, saltó a la inmensa Alibaba, en Hangzhou, hasta que, tras el covid, decidió regresar el año pasado a Shenzhen de nuevo, donde optó por una oferta de trabajo en Huawei, en el equipo de social media, donde continúa.

Toda esta odisea le ha permitido conocer más a fondo el país asíatico, del que, considera, "No sabemos nada". Y precisamente para cambiar esto comenzó en 2013 un blog al que bautizó como 'El gato chino', y que terminó evolucionando a un canal de YouTube, en el que cuenta con cerca de 72.000 suscriptores,donde comparte su experiencia. "Mi objetivo es acercar la China real a los hispanohablantes. Cada vídeo es un pequeño trocito del país para poder armar el inmenso y loco puzzle que es China", asegura Ferrández.

Aunque suele grabar solo, en ocasiones consigue "engañar" a algún amigo que le ayuda con la cámara. "Pero suele ser un yo me lo guiso yo me lo como", bromea. Lo que no es broma es lo complicado que se torna grabar ante los corrillos de ojos curiosos que se arremolinan en torno a él. "Mientras estoy hablando miran a la pantallita de la cámara, otros graban con el móvil, otros piden una foto... Me he hecho 1.000 fotos que en el salón de alguna casa estarán", añade, divertido. "Pero es muy habitual lo de meterse en las cosas de los demás, ver qué están haciendo y opinar sober ello. No tienen ese sentimiento de privacidad que en Europa sí tenemos", considera.

¿Cómo es trabajar en China para un extranjero?

"El mercado laboral en China es muy flexible, muy rápido", comienza Ferrández. "Hay muchas ofertas continuamente y la gente cambia muchísimo de trabajo. Cuando llevas tres años aproximadamente en una empresa, se acaba más o menos tu ciclo y es interesante cambiar para ver cómo trabajan en otros sitios", añade.

Aunque las cosas han cambiado desde hace 20 años a hoy. "Antes la gente venía a hacer dinero porque había muchas opciones. Hace diez años también había mucho movimiento, pero poco a poco, gracias a internet y las redes sociales, la gente ha empezado a conocer un poco más China, sabe lo que ofrece el mercado laboral y hay más competitividad. Aún así, el país es tan grande que si no te cierras a la idea de ir a una ciudad con mucha demanda como puede ser Shanghái, siempre vas a tener oportunidades", evalúa el joven, que destaca como sectores laborales más interesantes para los extranjeros la enseñanza de español, la logística, la arquitectura o el marketing. Aunque, respecto a este último, señala que "hay que estar dispuesto a adaptarse porque en China tienen una forma de trabajar distinta, que no tiene el mismo background de crear marca como se estila en occidente".

A lo que también hay que saber adaptarse es a la vida allí. "A mí no me resultó difícil, no porque se parezca a la de España, que no lo hace, sino porque me gustan los retos. Voy a hacer diez años aquí y cada día me sorprendo", reconoce.

Un buen ejemplo que marca la diferencia es la cultura del trabajo y los días de libranza que deja. "Tradicionalmente se trabaja muchísimo y muchas veces la profesión es parte de lo que tú eres. La gente está orgullosa de pertenercer a grandes compañías. Aquí hay muchísimas menos vacaciones, se trabaja mucho, mucho. Lo normal es que si tienes un contrato chino tengas entre cinco y siete días de vacaciones al año, que se suman a los días libres nacionales, en torno a 14". No obstante, Ferrández también señala que esta tendencia está cambiando: "Las nuevas generaciones, millennials y generación Z, ya tienen una vida acomodada, quieren mantener el tiempo libre y rechazan la idea de casarse y tener un hijo en la década de los 20".

¿Qué imagen hay de España en China?

"Yo creo que a los chinos les gustamos más que otros extranjeros", opina el joven. "Creo que los europeos del sur somos bastante más amigables que otros, que damos una imagen más abierta y divertida y que los tratamos de iguales. Creo que hay otras culturas, como la norteamericana, con las que chocan más. Además, a nivel laboral, los españoles suelen ser muy buenos project manager, porque somos más cercanos al trabajador y muy de 'bajar al barro' y si tenemos que arremangarnos la camisa lo hacemos, y eso lo valoran", añade.

Y llegó el Covid

A Ferrández el covid le pilló en Hangzhou, en la oficina, mucho antes de que en Europa se diese la voz de alarma. "Me había comprado mascarillas porque en invierno había polución y era más fuerte que a la que estoy acostumbrado, así que el día que nos mandaron a casa las repartí entre los compañeros", recuerda.

Pero, a pesar de que China fuese el epicentro del virus, asegura que la situación se estabilizó muy rápido y que, excepto en el caso de Wuhan, no hubo otro tan dramático. "En China doblaron la curva en aproximadamente un mes, y después las cosas fueron volviendo a su cauce gradualmente. Poco a poco la vida fue floreciendo de nuevo y en mayo estabamos haciendo una vida prácticamente normal, con restaurantes abiertos, quedadas de amigos, etc", responde. 

Respecto a la vacunación, el periodista señala que el ritmo de vacunación es muy ágil, y lo compara con el estadounidense. "Hay gente que tiene miedo a vacunarse, y para incentivar la aceptación hacen cosas divertidas. Por ejemplo, hace poco, en un ambulatorio de Shanghái regalaban un pack de tetrabricks de leche si te vacunabas, un regalo que gustó mucho al perfil de señoras de cierta edad a las que les gusta el ahorro como a nadie", asegura. Por su parte, espera vacunarse en los próximos días: "Nosotros, lo extranjeros de cualquier edad, nos podemos vacunar ya desde hace un mes aproximadamente", señala. 

¡Únete a nuestra newsletter!

Apúntate a la newsletter de Heraldo Joven y recibe cada semana en tu correo recomendaciones de libros, series, acertijos... y otras propuestas que no te dejarán indiferente.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión