Mascotas cibernéticas

Una firma tecnológica agota en su primer mes en el mercado la producción de perros robot AlphaDog, que oyen, ven, suben escaleras y andan hasta a 15 km/h.

AlphaDog, el perro robot con Inteligencia Artificial
AlphaDog, el perro robot con Inteligencia Artificial
AFP

Veloz y obediente, ni ladra ni muerde, y, además, nunca deja sorpresas desagradables en el suelo. El perro robot AlphaDog es la respuesta a dos de las grandes pasiones de los chinos: las mascotas y la tecnología.

Equipado con detectores, funciona gracias a la inteligencia artificial, lo que le permite "oír" y "ver" su entorno. Aunque no tiene cabeza ni cola, "es como un perro de verdad", asegura Ma Jie, responsable de tecnología de la empresa Weilan, ubicada en la ciudad de Nankín, al este de China, que es la firma que ideó el prototipo.

Con una velocidad máxima de 15 kilómetros por hora, AlphaDog reivindica ser la mascota cibernética mas veloz del mercado. Sus cuatro patas metálicas le otorgan una mayor estabilidad que la de un perro, explican sus diseñadores, quienes, como demostración, le propinan un puntapié al robot, que no se cae.

El robot evoluciona libremente en su entorno utilizando internet móvil 5G, con un tiempo de respuesta ultrarrápido. "Detecta la fricción y el nivel de inclinación del suelo para ajustar su altura y la velocidad", comenta Ma Jie, mientras que el robot de prueba avanza lenta pero firmemente por una escalera.

Ma Jie estudió en la universidad de Oxford el aprendizaje reforzado, una técnica derivada de la psicología conductista y que permite "entrenar" la inteligencia artificial que controla un robot mediante recompensas o castigos, tal como en el adiestramiento de perros reales.

AlphaDog reconcilia dos centros de interés muy difundidos en China actualmente, la tecnología y los animales domésticos. Estos últimos habían desaparecido de la circulación en las primeras décadas del régimen comunista, pero han vuelto con fuerza en los últimos 20 años.

Unos 2.000 euros

Como resultado, más de 1.800 AlphaDogs fueron vendidos en su primer mes de comercialización, por la respetable suma de 16.000 yuanes (poco más de 2.000 euros). "Los encargos vienen principalmente de desarrolladores de computadoras, amantes de la tecnología, pero también de niños que realmente parecen adorarlos", precisa Ma Jie.

Mientras que Pekín invierte masivamente en nuevas tecnologías, especialmente en inteligencia artificial, los robots ya están presentes en la vida cotidiana de los chinos como repartidores de paquetes, servidores en los restaurantes o incluso encargados de pruebas de detección de la covid-19.

Con el tiempo, los creadores del perro robot se proponen ponerlo al servicio de los ciegos. "Cuando tenga la función de diálogo, podrá comunicarse con los discapacitados visuales y guiarlos al supermercado o a la parada de autobús", añade Ma Jie.

En la versión "empresa", un AlphaDog más grande puede ser utilizado en la inspección de máquinas industriales o tuberías. La próxima generación de mascotas también podría tener una "personalidad" a elección del cliente, ya sea dócil y amigable como un caniche o más bien agresivo como el pitbull.

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