El desmitificador
La primavera ¿la sangre altera?
Lo sé. Todos estabais esperando mitos y leyendas del coronavirus. Pero es que los mitos sobre el famoso bichito son mentiras tan obvias que no merece la pena desmitificarlos. ¿De verdad alguien se cree que estamos ante un arma biológica? Seriedad, por favor, que bastante tenemos con lo que tenemos. Mientras tanto, para haceros algo más llevadera la cuarentena, os traigo un artículo ligerito sobre nuestra recién estrenada primavera. ¿Qué os parece?
El mito
Probablemente el mito más corto al que jamás nos hayamos enfrentado. Una sola frase: ‘la primavera, la sangre altera’. Llega el calorcito y el sol y se nos revolucionan las hormonas, nos entran las ganas de… abrazarnos, besarnos, tomar cervezas con los amigos. Vale, ya paro, que lo mismo lleváis mal el aislamiento. ¿Es verdad que la primavera afecta a nuestro estado de ánimo? Para comprobarlo, el Desmitificador ha hablado con Beatriz Pola Bibián, médico especialista en alergología del Centro Médico Zaragoza. Todo por teléfono, ¿eh? Que el coronavirus no es un cotilleo, no se transmite a través de las líneas telefónicas.
Verdadero o falso
Resulta que sí. Para variar, este mito tiene bastante de verdad. Pero, como diría Mourinho, ¿por qué? ¿Cuál es la razón científica para que se nos recarguen las pilas a finales de marzo? La respuesta la tenéis justo encima. No, no me refiero al párrafo anterior. Más encima. La razón de que se nos vuelvan locas las hormonas la tiene la luz solar.
"La luz solar induce muchas alteraciones hormonales en nuestro cuerpo", explica la doctora Pola Bibián. Conforme se acerca la primavera y hasta el solsticio de verano, el día de San Juan, los días se van haciendo más largos. "Y cuanta más luz solar recibimos, menos melatonina producimos", señala Pola Bibián. Esta sustancia, la melatonina, es una hormona producida por nuestra glándula pineal que regula los ciclos de sueño y vigilia. "La melatonina nos induce sueño", dice la doctora. "De hecho, la melatonina es un ‘ingrediente’ en algunos medicamentos contra el insomnio". Cuanta más luz, menos melatonina, menos sueño y… más ganas de fiesta.
Cuando los niveles de melatonina bajan, no solo se nos quitan las ganas de dormir. También genera una serie de reacciones químicas en nuestro cuerpo que llevan a la producción de otras hormonas como la dopamina, la serotonina, la oxitocina y la noradrenalina. Vale, son nombres raros, lo sé. Solo os falta la bilirrubina para el bingo. Pero esperad un poco, que ahora lo explica la doctora Pola Bibián: "Estas hormonas regulan nuestro estado de ánimo. En general, todas ellas hacen que aumente nuestra motivación, alivian el estrés, te activan. Hay quien llama a la oxitocina ‘la hormona del amor’… y hasta aquí puedo leer".
Y claro, con este cóctel de hormonas, y sin melatonina encima que nos mande a dormir, solo tenemos ganas de marcha. Lo dicho, no voy a recrearme mucho porque sé que no podemos salir de casa. Pero, ¿a que es divertido aprender ciencia? Resulta que algunos dichos populares son verdad. ¡Cuánta sabiduría hay en el refranero!
De propina
Si mientras leíais el artículo pensabais: "Vaya con el Desmitificador, menudo embustero, yo cuando llega la primavera me vengo abajo, me deprimo, no puedo con mi vida", ay, amigos y amigas, igual eso es la astenia primaveral. ‘Astenia’ es un palabro que utilizan los médicos para referirse al cansancio, a la flojera. Muchos expertos opinan que la astenia primaveral es un timo, otro mito a derribar, una excusa para vender suplementos vitamínicos inútiles. Sin embargo, también hay muchos médicos que han observado este fenómeno. Beatriz Pola Bibián recalca que la astenia primaveral, ese apalancamiento que sentimos cuando llega el calor, "está ampliamente descrita y afecta a mucha gente". Sospecha que también puede tener su origen en el "desbarajuste hormonal" que sufrimos al cambiar de estación, pero recalca que "no es ninguna enfermedad y, por lo tanto, no necesita ningún tratamiento". Lo mejor para combatir el cansancio es "seguir una dieta equilibrada, dormir bien y hacer ejercicio regularmente", concluye. Y sí, también se puede hacer ejercicio sin salir de casa. Así que… ¡cero excusas!
Para saber más
- Si vuestros síntomas van más allá del cansancio y el apalanque, y creéis que un catarro os está durando demasiado…, ¡igual resulta que tenéis alergia! Además de tener más horas de sol, en primavera también tenemos un montón de alérgenos pululando por el ambiente. Sobre todo polen a cascoporro. Las plantas, que también llevan las hormonas a mil y se ponen a reproducirse delante de todo el mundo. Si se te cae la moquita, te pican los ojos y la garganta, o toses más de lo normal, tranquilos, no os pongáis en lo peor. Si no tenéis fiebre, seguramente no sea el famoso coronavirus. Y, ante la menor duda, consultad las guías de actuación de la OMS y del Ministerio. No conviene colapsar los centros de salud y los hospitales, que ya llevan suficiente lío.
- Dos recomendaciones: ‘¿Por qué la primavera la sangre altera?’, por Santiago Campillo en ‘Hipertextual’ (2017). Y ‘No es una leyenda: el cóctel de hormonas que hace que la primavera altere tu sangre’, de Ton Vilanova en ‘Eltiempohoy.es’ (2018).
Fernando Gomollón-Bel Químico y divulgador científico @gomobel
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