Sociedad

¿POR QUÉ ME PASA?

Por qué si al estornudar me tapo la nariz, me duelen los oídos

Estornudamos para deshacernos de cualquier cosa irritante potencialmente dañina, virus y bacterias incluidos.

Estornudar, uno de los síntomas de cualquier catarro  
Tina Franklin

Varón de 34 años. Acude a urgencias con dolor intenso en la garganta, dificultades para tragar e incluso para hablar. No presenta fiebre. El paciente asocia la molestia a un estornudo que intentó contener. "Llevaba treinta años conteniendo los estornudos, porque me parece antihigiénico no hacerlo, y es la primera vez que me ocurre", ha declarado el paciente. Se le explora el cuello encontrando sonido de burbujas de aire que se filtran hacia su pecho. En tomografía de cuello y tórax, se detecta perforación de la faringe con enfisema y riesgo de infección. Se procede al ingreso inmediato.

La historia corresponde a un caso real del que se hizo eco la revista 'BMJ Case reports'. Aunque no es frecuente llegar a ese extremo, no es raro que tras contener un estornudo nos duelan los oídos. Se debe a que cada vez que estornudamos el aire atraviesa las vías respiratorias y sale al exterior a una velocidad aproximada de 160 kilómetros por hora.

El objetivo de semejante escopetazo de aire es asegurarse de que se eliminan virus, bacterias y cualquier molécula irritante potencialmente dañina. Si se bloquea su salida, toda esa fuerza irá a parar a otra parte. Con el riesgo que ello supone para los pulmones, la faringe, la laringe y los oídos.

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