5 consejos para llevar una Navidad sostenible

Evitar o, al menos, reducir los gastos en fechas navideñas es posible. Te contamos algunos de los consejos que deberías tener en cuenta si este año quieres huir de todo despilfarro.

Pasar unas Navidades sin derroches, aunque difícil, es posible.
Pasar unas Navidades sin derroches, aunque difícil, es posible.
Unsplash

Desafortunadamente, la Navidad siempre ha sido época de derrochar. Reuniones con tal cantidad de comida que la mitad termina en la basura, miles de regalos cuyo destino más probable será una estantería, iluminación al más puro estilo neoyorquino y una larga e interminable lista de despilfarros se generan año tras año durante las entrañables fiestas. Pasar unas Navidades sin todo este derroche, aunque difícil, es posible. Si quieres lograrlo, no dejes de prestar atención a los siguientes consejos:

1. La decoración navideña no se reduce al árbol

En estas fechas tan emotivas, es tradición poner el árbol de Navidad. Esta tarea supone la condena de millones de árboles que, aunque son criados en viveros a los que pueden regresar después, no siempre consiguen sobrevivir, dadas las altas temperaturas de las calefacciones y las condiciones insalubres de algunos interiores.

El árbol de plástico es, desde hace años, la opción preferida de aquellos que se preocupan por el medioambiente. Sin embargo, esta alternativa tampoco parece ser la más ecológica. Según un informe redactado por la organización británica Carbon Trust, la huella de carbono de un árbol artificial puede llegar a superar los 40 kilogramos de CO2. Al ser fabricados con PVC y otros plásticos no degradables, contienen gran cantidad de plomo y mercurio. Además, normalmente, el centro de producción se sitúa muy lejos de su futuro punto de venta, y el transporte incrementa todavía más su impacto medioambiental. Por este motivo, es preferible optar por otro tipo de decoración, como plantas de la casa u otros elementos naturales, desde ramas secas hasta piñas.

Además, preparar la decoración navideña manualmente es una oportunidad para disfrutar con los más pequeños y poner en funcionamiento tu creatividad. Unos corchos de vino pueden convertirse en los personajes del Belén y, unas capsulas de café, en campanas navideñas.

2. El consumismo te hace más pobre

Algunos estudios recientes han descubierto que la media de objetos que acumulamos en nuestras casas se sitúa alrededor de los 10.000. Seguramente, la mayoría no los utilizamos, por lo que deberíamos pararnos y reflexionar si realmente ese acto compulsivo de comprar y acumular lo adquirido sale rentable.

Consumismo no significa felicidad: las últimas investigaciones de Ecologistas en Acción han verificado la denominada Paradoja de Easterlin. Este concepto pone en cuestión la teoría tradicional económica, que afirma que cuanto mayor sea el nivel de ingresos de un individuo mayor será su nivel de felicidad. Según el economista Richard Easterlin, una vez cubiertas las necesidades básicas, la felicidad de las personas ya no asciende al mismo ritmo que el PIB.

El antídoto contra el consumismo son las relaciones sociales y la proximidad hacia la naturaleza. El consumismo solo genera individualismo y competitividad, y son la empatía y la colectividad las que han permitido a los humanos sobrevivir como especie.

3. Los menús también pueden ser 'low cost'

Sin gambas también puede haber Navidad. Además, si eliges consumirlas en cualquier otro momento del año, tu monedero lo agradecerá. No es necesario endeudarse para disfrutar de un buen menú navideño: apostar por otros platos no solo será beneficioso para tu bolsillo, sino también para el medio ambiente, con una pesca menos salvaje y sostenida. Además, algunos ingredientes tienen que viajar muchos kilómetros antes de llegar a tu plato. Es preferible que apuestes por productos locales y frescos.

4. Más luz no significa más Navidad

Mucha gente expresa su espíritu navideño en forma de llamativas luces de colores, contribuyendo a la contaminación lumínica y al incremento de la factura eléctrica. Si quieres gastar menos, elige bombillas de bajo consumo o luces LED y limita las horas de encendido de tu árbol de Navidad.

La calefacción también suele generar gastos innecesarios, y no hace falta un clima tropical en las reuniones familiares. Las temperaturas confortables en invierno se sitúan entre los 18 y 21 grados. Además, la gente y el alcohol incrementan notablemente la sensación térmica.

5. Huye de regalos materiales

Un total de 83 kilómetros cuadrados de papel de envoltorio se tiran a la basura cada Navidad en Reino Unido, según un estudio de Ecodes. A la hora de escoger un regalo lo mejor es decantarse por actividades o experiencias, como viajes, entradas a espectáculos o sesiones de 'spa' y masaje. Además de reducir la cantidad de basura y objetos acumulados en casa, podrás disfrutar junto a tus seres queridos de este tipo de detalles. Por otro lado, si vas a regalar un juguete, lo mejor es buscar aquel que emplee batería recargable en lugar de pilas, que sea duradero y didáctico.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión