Sociedad

Este verano… de acampada con tus hijos

Si le echáis un poco de imaginación y de 'literatura', la experiencia puede resultar, sobre todo para los más pequeños, una auténtica aventura y una oportunidad única para fomentar la convivencia y el respeto al medio ambiente.

Resulta de vital importancia preparar cuidadosamente todo el equipamiento adecuado, para disfrutar plenamente de nuestra acampada.
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Qué mejor manera para disfrutar al aire libre y reforzar el vínculo familiar este verano que organizar unos días de acampada con tus hijos. Si le echáis un poco de imaginación y de literatura, la experiencia puede resultar, sobre todo para los más pequeños, una auténtica aventura. Una alternativa económica, perfecta para relacionarse y fomentar el respeto al medio ambiente; una experiencia idónea para que, además, aprendan a convivir en un entorno diferente, dejando a un lado todas las comodidades habituales de casa y bien alejados de las pantallas (tele, ordenador, móvil…). Comentamos algunos consejos y pautas a seguir, según diferentes criterios, para esos padres con espíritu aventurero:

Edad de los niños y características familiares: hablar de acampada equivale a decir “planificación”, sobre todo si los niños son muy pequeños y no están acostumbrados a dormir y a pasar las noches fuera de casa. Por eso, y para que todo surja según lo previsto y sin sobresaltos, los expertos aconsejan elegir el lugar donde vamos a acampar, teniendo siempre en cuenta la edad de los niños y las características de los miembros de la familia. Con menores de 6 años: si nuestra intención es acampar con bebés o niños menores de 6 años, todos coinciden en que lo mejor es hacerlo en un campin, ya que estas instalaciones disponen de los servicios básicos necesarios en caso de que surja alguna emergencia o contratiempo; como los chicos son aún pequeños, convendría dormir juntos, padres e hijos, en la misma tienda de campaña para evitar posibles miedos. Entre los 6 y los 10: si ya tienen entre 6 y 10 años, ya se puede organizar alguna excursión que incluya un lugar en el que se pueda pasar la noche fuera de casa, siempre en zonas autorizadas, por supuesto, y a ser posible no muy lejos de algún refugio o albergue. Más de 10 años: llegados a esta edad, es el momento de vivir esa auténtica y prometedora aventura con los chavales. En estos casos, lo más sensato parece visitar antes el lugar que hemos elegido para cerciorarnos de que cumple las medidas de seguridad necesarias: que las entradas y salidas a la zona están transitables, que hay cobertura para el móvil… por si acaso. El tiempo, aliado o enemigo: otra recomendación muy importante es comprobar siempre, antes de aventurarnos en el monte, las condiciones meteorológicas previstas para esos días. Una climatología adversa y la improvisación son las peores enemigas con las que podemos toparnos en estas situaciones. Equipamiento adecuado: resulta de vital importancia preparar cuidadosamente todo el equipamiento adecuado –tiendas de campaña, sacos de dormir, esterillas, un botiquín, repelente contra los insectos, un campin gas...– y todo aquello que se os ocurra necesario y cuya falta podría arruinar esta maravillosa experiencia. Y no olvides la ropa de abrigo: y, por favor, no hagáis corto de ropa de abrigo, ya que en el bosque, en la montaña, incluso en las zonas de playa, la diferencia de temperatura entre el día y la noche es amplia y puede ocasionarnos algún que otro disgusto. Para no perderse: y ya instalados, no estaría de más dar a los niños algunas indicaciones para evitar que se extravíen. Y ahora sí, pero siempre guiados por nuestro sabio sentido común,... ¡a disfrutar!