Nueve rincones de Aragón que no hay que perderse este puente

Un recorrido por tres rincones con encanto de cada una de las tres provincias. Naturaleza, arte e historia se dan la mano.

La plaza Mayor de Aínsa regresa, este fin de semana, al año 1423.
La plaza Mayor de Aínsa regresa, este fin de semana, al año 1423.
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Cuatro días de puente dan mucho de sí y una buena opción para estas jornadas festivas puede ser coger la mochila y recorrer algunos de los rincones aragoneses con más encanto. Como el listado sería interminable y único, en función de los gustos de cada uno, en esta recomendación nos vamos a ceñir a proponer únicamente tres destinos para cada una de las tres provincias, sin contar con sus respectivas capitales. Como dice el refrán ‘No están todos los que son pero son todos los que están”.


Empezamos por Huesca.


Alquézar: Levantada sobre un majestuoso entorno paisajístico se alza su impresionante colegiata, hoy declarada Monumento Nacional. A sus pies, se extiende una villa que puede presumir de ser uno de los pueblos más bonitos de España. La escapada se puede aprovechar para recorrer el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara.

 
Roda de Isábena. Este rincón de la provincia de Huesca es el pueblo más pequeño de España con catedral propia. Una auténtica joya del románico escondida en la comarca de Ribagorza. Pasear por sus calles empedradas es retroceder al pasado más glorioso de una tierra cuya historia merece la pena recordar. Antes de irse hay que hacer la típica foto de rigor con el espectacular Turbón al fondo.


Aínsa. Esta  localidad es un punto de referencia en las escapadas al antiguo condado de Sobrarbe. A su riqueza arquitectónica hay que añadir su potencial dentro del campo de los deportes de aventura. En esta escapada se puede aprovechar para hacer escalada, senderismo o incluso disfrutar de una ruta a caballo hasta la entrada del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.


 
Estas son las opciones de la provincia de Teruel.


Albarracín. Es uno de los lugares de visita obligada de la provincia de Teruel. La catedral de San Salvador, el castillo y sus murallas o las torres del Andador, la Muela y Doña Blanca son solo algunos de los escenarios que no hay que perderse mientras se camina por sus calles empinadas y silenciosas. La visita puede completarse con una escapada al Molino de la Cascada de San Pedro, un salto de agua espectacular.


Valderrobres. Considerado uno de los pueblos más bonitos de España, este rincón de la provincia de Teruel, que cruza el río Matarraña, está coronado por un castillo, el símbolo más reconocible de un lugar que puede presumir de la grandeza de muchos de sus edificios civiles y religiosos, entre los que destaca su iglesia, levantada en honor a Santa María la Mayor y considerada como uno de los mejores ejemplos de gótico levantino de la provincia de Teruel.

 
Mora de Rubielos. El castillo-palacio de los Fernández de Heredia, una auténtica mole de piedra, que domina la villa, es una de las piezas que componen el puzzle artístico de una localidad que cuenta con numerosos edificios religiosos de gran prestancia, como la ex colegiata de Santa María, erigida en el s. XIV, y cinco ermitas Mora de Rubielos también posee bellos ejemplos de arquitectura civil, como son el Ayuntamiento y varias casas nobles.


Lo que hay que ver en la provincia de Zaragoza.


Sos del Rey Católico. El lugar de nacimiento del rey Fernando, famoso en el mundo entero por su “Monta tanto, tanto monta”, es un escenario de obligada visita. Su castillo, los vestigios medievales que se pueden ver en la judería y las casas y murallas todavía en pie son fiel reflejo de un pasado rico en historia. No hay que perderse la ruta de La Vaquilla, que sigue los escenarios de la mítica película de Berlanga, que fue rodada aquí.

Monasterio de Piedra. El otoño es una de las estaciones en las que el Parque Natural del Monasterio de Piedra está más bonito aún si cabe. Las hojas han cubierto los caminos que conducen a las cascadas como si fueran alfombras perfectamente tejidas. La visita a la Cola del Caballo tiene que completarse con un recorrido por su famoso monasterio cisterciense, un lugar mágico en el que sobresale la vieja cúpula de su iglesia.

Balnearios de Jaraba. El agua es la gran protagonista del municipio de Jaraba que alberga tres de los recintos termales más conocidos de Aragón y el resto de España. Sus aguas, con propiedades minero-medicinales, son una buena opción para este puente. En el recorrido hacia Jaraba el viajero puede detenerse en la villa de Ibdes y disfrutar del Salto de la Paradera, una cascada de agua natural; o caminar por el cañón del Mesa, en dirección a Calmarza y ver en directo el vuelo de los buitres.

 
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