Tercer Milenio

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salud

Cambiar el punto de estimulación del marcapasos dentro del corazón reduce complicaciones

Investigadores del Hospital del Mar de Barcelona demuestran que la nueva ubicación -en el interior del tabique ventricular- preserva la función cardíaca a medio plazo y reduce los ingresos.

Intervención para la implantación de un marcapasos en el Hospital del Mar.
Intervención para la implantación de un marcapasos en el Hospital del Mar.
HOSPITAL DEL MAR

Cambiar el punto de estimulación del marcapasos dentro del corazón reduce complicaciones posteriores e ingresos hospitalarios por insuficiencia cardíaca, según concluye un estudio del Servicio de Cardiología del Hospital del Mar de Barcelona.

Los marcapasos, de forma habitual, se implantan en la punta del ventrículo derecho, lo que les permite estimular la musculatura del corazón y restablecer el ritmo cardíaco adecuado.

Sin embargo, este tipo de estimulación puede provocar que los pacientes, a medio o largo plazo, desarrollen una disfunción ventricular, es decir, una dilatación y pérdida de fuerza para bombear la sangre.

De acuerdo con los impulsores de la investigación, más del 12 % de las personas a las que se instala un marcapasos en el corazón desarrolla una disfunción ventricular del ventrículo izquierdo, que puede suponer la aparición de arritmias o de una insuficiencia cardíaca por la activación anómala de la musculatura cardíaca.

Así, los resultados del nuevo estudio, publicado en la revista 'Circulation: Arrhythmia and Electrophysilology', revelan que este hecho se puede evitar si el marcapasos se pone en el interior del tabique ventricular, el área que separa los dos lados del corazón, y estimula la rama izquierda del sistema eléctrico del corazón.

"En pacientes con la función cardíaca normal, al ponerles el marcapasos en la rama izquierda, conseguimos regular el ritmo cardíaco, evitando deterioros. Con la localización habitual, se deteriora un 6 % de media en seis meses", ha afirmado el doctor Ermengol Vallès, autor del trabajo y jefe de sección de la Unidad de Arritmias del Servicio de Cardiología.

En muchas ocasiones, los pacientes que desarrollan complicaciones derivadas del uso del marcapasos deben volver a ser intervenidos y hay que ponerles un nuevo marcapasos en el lado izquierdo para intentar revertir los efectos adversos del primero.

Con esta nueva técnica, que ya se utiliza para los pacientes que requieren una implantación de marcapasos y tienen el corazón débil, podrían ahorrarse un gran número de estas reintervenciones.

Para llevar a cabo el estudio, se analizó la evolución de 75 pacientes intervenidos en el Hospital del Mar a los que se les implantó un marcapasos, de modo que a la mitad de ellos se les hizo el implante en la ubicación usual y, al resto, en la nueva.

Además de demostrar que la nueva ubicación preservaba la función cardíaca a medio plazo -a los seis meses-, los investigadores también vieron cómo disminuían los ingresos por insuficiencia cardíaca, concretamente del 22 % al 5 %, con una caída del 78 % cuando se comparan ambos grupos de pacientes.

Estos resultados se deben a que la nueva ubicación permite activar la musculatura cardíaca a través del sistema eléctrico principal del corazón de forma más natural, y no directamente estimulando el músculo de la punta del corazón, como se hace con la técnica utilizada de forma usual.

De esta forma, se recupera el ritmo normal del latido y no se afecta a la fuerza de contracción del corazón, un procedimiento que requiere una intervención que, siendo algo más larga, no comporta ningún riesgo añadido para el paciente.

"Estos resultados pueden servir para marcar la tendencia al revisar las próximas guías clínicas e incluir la indicación de la nueva técnica de implantación de forma más universal para proteger la función del corazón", ha concluido Vallès. 

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