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Convulsiones por fiebre en niños: cuándo pueden aparecer y cómo se debe actuar

Es una de las situaciones que más asusta a las familias y que puede llegar a producirse como consecuencia de una subida brusca de temperatura.

Fiebre en niños.
Pixabay

La incidencia de convulsiones febriles es del 2 al 5% en niños menores de cinco años. Un 80% de ellas son las consideradas por los expertos como "crisis típicas", es decir, su duración es menor de 15 minutos, no se repiten en las 24 horas siguientes y la recuperación del nivel de conciencia es completa.

Pero, ¿en qué situaciones pueden producirse? "Las crisis febriles suelen ocurrir en menores que tiene una susceptibilidad previa que no se sabe de qué depende científicamente. Se asocia con subidas muy bruscas de fiebre y también con bajadas importantes de la temperatura corporal", explica Elena Javierre, presidenta de la Asociación Aragonesa de Pediatría de Atención Primaria.

"Lo que caracteriza estos episodios es la hipotonía, es decir, el afectado no reacciona y está pálido, además de perder la conciencia, quedándose repentinamente sin fuerza", comenta la doctora, quien añade que, "por norma general", suelen durar tan solo unos segundos.

"Lo habitual es que haya una remisión espontánea, pero es cierto que ese tiempo se hace eterno para los padres o quien en ese momento se encuentre con el menor", comenta Elena Javierre. "Hay que resaltar que esta situación no ocurre en todos los niños que presenten subidas rápidas de fiebre, ni tiene por qué volver a pasar en quienes sí que han presentado convulsiones en alguna ocasión", alude la pediatra.

Qué hacer cuando tu hijo tiene un convulsión por fiebre alta

Mantener la calma "es muy importante, aunque hay que reconocer que cuando toca de cerca, es complicado", reconoce Javierre. "Entonces, lo que hay que intentar es poner al afectado en posición de seguridad, esto es de cúbito lateral izquierdo -con la cabeza girada para que tenga la vía aérea abierta-, con el fin de evitar posibles atragantamientos, y llamar a un servicio de emergencia", aconseja la presidenta de la Asociación Aragonesa de Pediatría de Atención Primaria, quien recuerda que "nunca hay que dar líquidos en esta situación"

"En el caso de que el pequeño llegue convulsionando al centro médico, se administra una medicación vía intrarrectal para que revierta la situación. Es verdad que las familias afectadas suelen tener cierto miedo a posteriores procesos febriles de sus hijos. Cuando estos se presentan, deben actuar como lo hacían antes de que les diera la crisis, administrando antitérmicos y controlando al menor, recordando en todo momento que no hay razones para que vuelva a ocurrir", comenta la pediatra.

"No obstante, en algunas ocasiones, el pediatra puede valorar la opción de recomendar esa medicación intrarrectal, en el que caso de que tuviera que ser administrada en su momento al niño afectado, para que la tengan en casa ante posible repetición de las convulsiones", comenta Elena Javierre, quien incide en que estos episodios febriles "en la mayoría de los casos -un 85%-, no precisan realizar ningún estudio especial".