El coronavirus y el tabaco

Los neumólogos avisan: "Al fumar eliminas más gotas respiratorias, y es ahí donde está el virus"

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) recomienda no fumar en las terrazas y espacios públicos durante el periodo de desescalada. 

El principio activo del fármaco, la Vareniclina, cuesta unos 360 euros en farmacias.
Un fumador en una terraza.

El tabaco no solo no protege frente al coronavirus, sino que el simple hecho de fumar podría aumentar el riesgo de contagio. Así lo indican en una nota fuentes de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), que reúne a más de 4.500 profesionales de la salud respiratoria. 

En pleno proceso de desescalada, los neumólogos aconsejan no fumar en las terrazas y espacios públicos, pues consideran que son espacios en los que el riesgo de contagio aumenta tanto para los fumadores como para las personas del entorno. "Al fumar y exhalar el humo, ya sea tabaco convencional o dispositivos electrónicos, se expulsan diminutas gotitas respiratorias que pueden contener carga viral y ser altamente contagiosas. Además al fumar es inevitable llevarse la mano a la boca, a la nariz o a la cara, lo cual facilita la entrada del virus en el aparato respiratorio", explica en una nota el doctor Carlos A. Jiménez-Ruiz, neumólogo y Presidente de SEPAR.

A juicio de este doctor, la práctica de fumar añade ahora "un nuevo factor de riesgo", ya que con el uso obligatorio de mascarillas el sujeto en cuestión, cuando realiza esta acción, debe quitársela y ponérsela continuamente, "lo cual aumenta el riesgo de manipulación de la mascarilla y, en consecuencia, el riesgo de contagiarla", añade.

Las "gotitas de Flügge"

Las gotitas respiratorias que se eliminan al fumar, también llamadas "gotitas de Flügge", son unas "partículas diminutas, invisibles al ojo humano, que son expelidas al hablar, toser, estornudar o respirar, y pueden transportar gérmenes infecciosos de un individuo a otro". 

Según indican desde la SEPAR, estas partículas pueden permanecer hasta 30 minutos en el aire en suspensión y alcanzan hasta los dos metros de distancia, lo cual les permite ingresar en las vías respiratorias de las personas del entorno y contaminar superficies donde pueden permanecer durante horas en función del tipo de material. 

"La evidencia científica ya nos ha demostrado que el coronavirus se transfiere entre personas a través de las gotitas de Flügge y por vías de contacto con superficies, por lo que nuestra recomendación ahora más que nunca es no fumar. Al hacerlo eliminas más gotas, y en estas gotitas de Flügge es donde va el germen", advierte el doctor Alfonso Pérez Trullén, jefe del servicio de Neumología del Hospital Clínico de Zaragoza

El doctor Alfonso Pérez Trullén, jefe del servicio de Neumología y responsable de la consulta de Deshabituación Tabáquica en el Hospital Clínico de Zaragoza.
El doctor Alfonso Pérez Trullén, jefe del servicio de Neumología y responsable de la consulta de Deshabituación Tabáquica en el Hospital Clínico de Zaragoza.
HA

En su consulta de deshabituación tabáquica atienden de media más de 500 visitas al año. El coronavirus, como ha sucedido con el resto de servicios hospitalarios, paralizó durante tres meses las consultas presenciales, que se reanudaron en esta unidad el pasado 3 de junio.

"Empezamos el día 3, cuando nos autorizaron. Hacemos sesiones individuales y las terapias de grupo se han suspendido por el riesgo que hay todavía. En teoría puede ir todo el mundo en los autobuses y a otros espacios cerrados, pero por lo que conlleva, a nosotros en el hospital nos han prohibido este tipo de reuniones", añade este neumólogo, que ha tratado también estos días a pacientes con coronavirus.

Desde que retomaron las consultas presenciales de deshabituación tabáquica, los médicos de esta unidad están viendo entre dos y tres pacientes cada miércoles, además de atender las revisiones que tenían programadas. "Lo primero que hacemos es escucharles y que los pacientes se expliquen, y con cada uno de los argumentos que ellos tienen les intentamos aconsejar", afirma este doctor. 

A pesar de la "dureza" del confinamiento, confiesa que la mayoría de sus pacientes lo ha dejado en una "proporción" similar a las cifras que manejan habitualmente. "Lo difícil ha sido empezar a dejarlo, pero por lo general aquellos que lo habían conseguido, se han mantenido sin fumar, y en los que iban a empezar a dejarlo lo han hecho por iniciativa propia, porque no llevaban tratamiento puesto", recalca este médico al valorar el esfuerzo personal de unos y otros. 

Sobre la polémica investigación publicada en Francia el pasado mes de marzo, en la que se aseguraba que la nicotina podría proteger frente al virus de la covid-19, este neumólogo asegura que "no se ha encontrado evidencia científica alguna" que demuestre esta consigna. Sin embargo, puntualiza, sí hay estudios recientes que alertan del peligro de fumar en relación al coronavirus

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