Madame Royal y el chovinismo hortícola

Ségolène Royal
Ségolène Royal
Afp

La gastronomía se ha convertido en buena parte de Europa, y desde luego en España, en un elemento fundamental del patriotismo. O, cuando toca, del regionalismo o del localismo. Los aragoneses ensalzamos las bondades de los alimentos que producimos aquí. Y hacemos bien. Y lo mismo hacen los gallegos con los suyos, o los andaluces o los extremeños o los catalanes, etc. 

Los madrileños me parece que bastante menos, quizá porque lo que les gusta de verdad es comerse y beberse lo mejor que produzca cada rincón de España, que para eso son –alguien lo dijo– el rompeolas de todas nuestras tempestades. Este nacionalismo alimentario no es necesariamente malo y hasta puede ser recomendable si se expresa y se practica con moderación y prudencia. Y con respeto a los vecinos. Prudencia que en todo caso obliga a que seamos conscientes de que para asegurar alimentos asequibles y variados para todos la producción local nunca será garantía suficiente, siempre habrá que contar con el comercio nacional e internacional. La soberanía alimentaria puede ser una aspiración lógica y sensata con tal de que no queramos convertirla en autarquía alimentaria, porque esa es receta segura, antes o después, para el racionamiento y el hambre. El apego y la promoción de nuestros alimentos, por otra parte, tiene que ser compatible con el respeto a los de los demás, porque si no se incurre en una variedad de ese detestable chovinismo que solo sirve para encrespar la relación entre las naciones. Ese es el vicio en que ha caído Ségolène Royal, que hace unos años aspiró a ser presidenta de Francia, al desdeñar ofensivamente los tomates ‘ecológicos’ españoles. Y, pasando a mayores, de ahí nace también el abuso que cometen algunos grupos de agricultores franceses al saquear y destruir alimentos procedentes de España. Un comportamiento inaceptable que bien podría merecer la etiqueta de terrorismo, pero que las autoridades galas parecen consentir. No puede ser.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Víctor Orcástegui)

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