Zaragoza ejerce durante dos días como la capital española de las empresas más relacionadas con el consumidor, con la celebración del 38º Congreso de Aecoc Gran Consumo, al que han acudido más de mil cien empresarios, tanto industriales como de distribución, de sectores como la alimentación, la cosmética, la hostelería o el textil. 

Una cita importante para la capital aragonesa y para la economía española, en un momento en el que las incertidumbres obligan a definir con acierto y sin sesgos ideológicos la política económica.

Aecoc agrupa a 33.000 empresas de todos los tamaños que están orientadas directamente al consumo, lo que supone una de las áreas principales de actividad y cuyo funcionamiento es esencial para satisfacer las necesidades de los ciudadanos. Importa por tanto escuchar y tener en cuenta lo que estos sectores de producción y distribución tienen que decir sobre las circunstancias económicas de España. Ayer el presidente de la organización, Javier Campo, se unió a las críticas que está recibiendo la posible reducción de la jornada laboral por ley y de manera uniforme, una medida que comprometería la viabilidad de muchas empresas; lo mismo hacía, también en Zaragoza, el presidente de Cepyme, Gerardo Cueva. Frente a decisiones inspiradas en criterios políticos pero poco meditadas, la política económica debiera poner el foco en la productividad, mejorando la formación de los trabajadores, especialmente en facetas tecnológicas, y favoreciendo la digitalización y el aumento del tamaño medio de las compañías, en un entorno normativo previsible y bien gestionado desde las instituciones. Para Zaragoza, como ciudad atractiva para los congresos y las reuniones profesionales, es un éxito recibir a los representantes de algunas de las firmas más destacadas que operan en nuestro país, y a un gran número de empresarios que crean empleo y valor para los consumidores en un entorno con muchas dificultades.