Contaba el actor Jesús Guzmán en una entrevista publicada en HERALDO hace muchos años que un día estaba de estreno en un cine de Madrid con grandes actores como José Luis López Vázquez y Alfredo Landa. De repente, se armó un revuelo y todos los presentes dirigieron sus pasos hacia la puerta. "¿Sabe usted quién entraba? Chabeli Iglesias, que lo único que ha hecho es ser hija de quien es". El actor fallecido este lunes explicaba con esta anécdota la diferencia entre la popularidad y el famoseo. "Famoso es al que conocen, pero popular es quien, además, tiene el cariño de la gente". Guzmán recibió a raudales ese cariño: seguía siendo reconocido como el cartero Braulio, a quien dio vida en la España del blanco y negro de ‘Crónicas de un pueblo’. De hecho, fue el único actor y una de las pocas personas que han sido distinguidas con la Medalla de Plata al Mérito Postal. "Me pasa como a Antonio Ferrándiz, que todo el mundo lo conocía como Chanquete, a mí como Braulio".

Jesús Guzmán, que se subió a un escenario a los 9 años y se casó en la Basílica del Pilar con la actriz Elena Graci cuando representaban una obra en el Teatro Principal, ya acumulaba muchas tablas cuando hizo ‘Crónicas de un pueblo’. Las suficientes como para insuflar al personaje su calidad interpretativa y la naturalidad tan característica de este actor que dio vida a miles de personajes, incluido el de recepcionista de HERALDO.

En el lado opuesto, y visto con perspectiva, lo de Chabeli no fue nada en comparación con los famosos sin mérito alguno que tratan de incrustarse en las pantallas en busca de protagonismo.