Un mirlo se posa en el seto de un parterre de la plaza de Biscós y se regodea con su pico ocre dando saltitos ante los ojos asombrados de mis sobrinos nietos, a los que también les encanta esconderse entre los arbustos del jardín. 

Es un refugio natural muy fresco que a modo de cabaña hace más soportables los rayos del sol del mediodía en esta primavera de Jaca, repleta de calor y de turistas.

Venimos de dos puentes festivos consecutivos que han llenado las zonas turísticas de Aragón. Ordesa y Riglos han completado la capacidad de sus aparcamientos controlados y han limitado accesos. Desde Sariñena, 8.000 ciclistas y sus respectivos acompañantes han participado en la Orbea Monegros por la comarca en una marcha deportiva multitudinaria... Y la sierra de Guara ha abierto la temporada de barrancos con excelente ocupación y mejores perspectivas estivales.

Ante esta vorágine, las localidades turísticas padecen el estrés propio de quienes viven enfocados en la atención al visitante y ven cómo su población se multiplica o decrece según el momento de la temporada, en una intermitencia demográfica, social y cultural que en los momentos valle deja algún rato para la celebración interior, la que reivindica la identidad de cada pueblo o lugar.

Y así, hoy en Jaca, por ejemplo, se vive uno de esos jueves únicos de nervios y preparativos, previo a la Fiesta del Primer Viernes de Mayo, la gran conmemoración popular que tiene su origen en la leyenda de una batalla medieval que aglutina todos los símbolos identitarios de la ciudad. Desde el sabor del almuerzo en el llano de la Victoria al estallido multicolor de los tradicionales y llamativos sombreros de flores de los labradores o el olor a pólvora de los trabucos que impregna las calles engalanadas a lo medieval. Sin olvidar el saludo de las banderas en la plaza de la Catedral ni, por supuesto, el momento cumbre que hace a la fiesta trascendente, cuando los ciudadanos se unen en la calle Mayor ante la puerta del Ayuntamiento para cantar al unísono el himno de la ciudad. Feliz Primer Viernes de Mayo.

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