Aragón podría cambiar de bisagra
Aragón solo ha tenido dos gobiernos monocolor en la etapa que abrió, en 1982, el Estatuto de Autonomía. El del socialista Santiago Marraco, de 1983 a 1987. Y, después, la mitad del mandato de Hipólito Gómez de las Roces, fundador del PAR, que lo intentó con 19 diputados hasta que pactó una coalición con Alianza Popular.
A partir de ahí, el PAR -que fue y vino del regionalismo al nacionalismo hasa quedarse en aragonesismo-, ha estado presente en el Gobierno de Aragón. Primero, con los populares Santiago Lanzuela y Luisa Fernanda Rudi; desde 1999, apoyando al líder socialista Marcelino Iglesias y, contra pronóstico, a Javier Lambán y a su cuatripartito con Podemos y CHA. Durante estas décadas, los 19 diputados de Hipólito han ido menguando hasta convertirse en los 3 actuales, pero el poder del PAR parecía no decaer. Hasta que el desgaste de esas complicadas convivencias políticas y las luchas internas han despedazado la formación. Hoy, pintan bastos para el partido que soñó con ser hegemónico pero se quedó en bisagra.
Así que podría pasar que la fueza clave para decidir el próximo gobierno de Aragón, en el duelo entre Lambán y Azcón, fuera Teruel Existe -Aragón existe, en las papeletas de Zaragoza y de Huesca-. Los grandes partidos han mirado con desconfianza, cuando no con desdén, a una plataforma que les ha puesto en apuros con sus reivindicaciones durante dos décadas. Quizás la noche del 28/M PSOE y PP tengan que cambiar el chip... y su bisagra. Y Teruel/Aragón Existe afronten una decisión crucial.
