Por
  • Katia Fach

#StopTodologos

Stoptodologos
#StopTodologos
Pixabay

Nos estamos malacostumbrando a los atajos. El listado de sucedáneos y eufemismos contemporáneos es tan extenso como variado: ‘likes’, curso exprés ‘on line’, huevo frito envasado, ‘coach’, exposición inmersiva, ‘autotune’ y un largo etcétera. 

Estos atajos, que nos hacen olvidar las ventajas y disfrutes de los caminos tradicionales, nos asaltan en cualquier esquina.

Un peligro de vivir acomodado en los atajos es que estos nos ofrecen una visión distorsionada de nosotros mismos. Hay quienes hacen una variedad tal de cosas con tanta rapidez y con tan poco esfuerzo y espíritu crítico, que terminan creyéndose seres únicos y extraordinarios. Y ese espejismo no es sino el paso previo a su ingreso en el efervescente club de la todología.

Según la RAE, el todólogo es toda aquella persona que cree saber y dominar varias especialidades. Frente a esa creencia meramente subjetiva, la Real Academia Española (RAE) impone en su definición de ‘pericia’ una serie de requisitos cumulativos: "Sabiduría, práctica, experiencia y habilidad en una ciencia o arte". Barruntando la debacle, en el año 2014 el académico estadounidense Tom Nichols dio fe pública de la muerte de la pericia en su libro ‘The death of expertise’. Esta obra sigue siendo una atalaya útil para reflexionar sobre las hordas de todólogos que están esquilmando el debate público, transformándolo en el Reino de Mordor. La ignorancia es extremadamente atrevida. #StopTodologos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión