Por
  • Mercedes Penacho

Volver al gótico

Muestra de arte gótico en el Museo de Zaragoza
'Volver al Gótico'
TONI GALAN

Hace algunos años, durante el desarrollo de unos trabajos sobre patrimonio, me confesaba el conservador de una pinacoteca inglesa el desconsuelo de mantener en sus fondos una tabla gótica española por no tener cabida en el discurso narrativo que exhibía el museo. 

La pieza era aragonesa y, sus enigmas, su cromatismo y su significado dormían desde hacía años en sus almacenes. La selección de las obras que cuelgan de las paredes de los museos puede ser un capcioso proceso de deliberación, de enaltecimiento de unas piezas en detrimento de otras en una reflexión que tiene algo de resurrección del arte, de liberación para el deleite y la enseñanza de sus visitantes.

El traumático proceso de la desmantelación de un retablo o una obra de arte de su emplazamiento original en un momento dado, sea cual sea el motivo –cambio en las modas, robo, venta…–, hasta la llegada de sus tablas a las salas de un museo nos da el privilegio de la observación a la altura de nuestros ojos de piezas concebidas para adoctrinar a las muchedumbres desde las alturas. Y ese cambio en la dimensión de la percepción, en el nuevo significado que adquiere la obra, nos hace espectadores de primera fila para escrutar la maestría de la técnica, la originalidad de los detalles o el relato de sus craquelados y los avatares impregnados sobre sus óleos.

El acierto del Museo de Zaragoza al dedicar un nuevo espacio al arte gótico debe
servir para que valoremos mejor esta parte de nuestro patrimonio

El Museo de Zaragoza acaba de inaugurar un nuevo espacio dedicado al arte gótico con dos salas y un ala de la galería en las que se muestran los trabajos de los maestros aragoneses de los siglos XIV y XV, décadas en las que las influencias francesas, italianas y flamencas fueron enriqueciendo las tendencias de los artistas hispánicos, haciendo evolucionar el arte de la época.

En Aragón rememoramos a Goya, nos jactamos del excelso mudéjar como arte identitario y definitorio de nuestra historia de frontera y mestizaje, nos emocionamos con las evocaciones del Románico pero aún no es suficientemente conocido ni reconocido por el gran público el legado artístico de estos siglos de fortaleza política y económica en los que trabajaron importantes artistas como Miguel Jiménez, Martín de Soria, Pedro García de Benabarre o Blasco de Grañén. Bienvenida, esta nueva mirada del Museo de Zaragoza a esta Edad de Oro de la pintura que permite ver la evolución de las escuelas y deleitarse con la calidad de la ejecución técnica, los cromatismos brillantes, la suntuosidad y riqueza de conmovedoras composiciones de gran belleza, y narrativas que ahora se despliegan ante nuestros ojos. Como el fastuoso retablo mayor de la parroquial de Blesa dedicado a la Invención y Exaltación de la Santa Cruz, en el que, como en fotogramas fílmicos, tabla por tabla, se sucede a nuestra cercana mirada todo el ciclo pictórico de esta joya de la escuela hispanoflamenca.

Y para que
conozcamos las muchas muestras que todavía quedan en los pueblos aragoneses

Un despliegue museográfico que debe ser acicate también para buscar las huellas de nuestro acervo cultural en el territorio, en los pueblos, en sus pequeños museos y en los templos donde aún aguardan joyas en los armazones para los que se proyectaron. Como el bello retablo de San Blas de la parroquial de Anento; el singular retablo dedicado a las hermanas santas sevillanas Justa y Rufina en Maluenda; el retablo Mayor de la Colegiata de Borja, de excepcional iconografía, hoy expuesto en su museo; las tablas del retablo de Santa Engracia del Museo Colegial de Daroca, de la mano del virtuoso Bartolomé Bermejo; el retablo de la Epifanía del Museo de Arte Sacro de Santa María de Calatayud, los retablos de Ejea de los Caballeros, Alquézar, Tarazona, Rubielos de Mora…

Vayan a los pueblos, busquen a los guías, recorran sus museos, indaguen en sus iglesias. Es el conocimiento la mejor arma para la salvaguarda del patrimonio y también del territorio.

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