Ocio y Cultura

Arte urbano en el medio rural

Los grafitis proliferan en la localidad de Grañén. El último, obra del zaragozano Isaac Mahow.

En la imagen, Isaac Mahow durante la decoración de la Casa de Cultura.
Patricia Puértolas Alegre

El arte urbano ha llegado al mundo rural. Para comprobarlo, basta con dar un paseo por la localidad de Grañén, en la que es posible observar un mural colectivo homenaje al grupo Boamistura así como tres vistosos grafitis con nombre propio. El último es obra del joven zaragozano, Isaac Mahow, que ha sido el encargado de decorar las paredes de la Casa de Cultura.


El artista, de estilo muy definido, ha creado dos figuras humanas sobre la fachada del edificio público. Aludiendo al uso del mismo, ha diseñado la imagen de una musa, que sostiene un arpa, junto a una pluma y un tintero, así como la figura de un lector, que hace equilibrios sobre un columpio y guarda un libro en su vestimenta. «Me gusta que las ilustraciones guarden una relación con el espacio y que sean comprensibles para el público», describe Isaac, que combina los conocimientos adquiridos durante su formación como diseñador gráfico con su habilidad natural para el dibujo.


De forma reciente, el joven, que es un asiduo del festival Asalto de Zaragoza, fue contratado para realizar tres reinterpretaciones de los cuadros de Francisco de Goya en el stand del Gobierno de Aragón en la Feria Internacional de Turismo (Fitur). En esta ocasión, el joven ha tenido carta blanca para dejar su impronta en la localidad de Grañén y al finalizar, «solo espera que vecinos y visitantes disfruten de la obra».


El proyecto, que ha sido impulsado por el Ayuntamiento de Grañén, busca dotar de personalidad al edificio y, al mismo tiempo, repetir la buena experiencia vivida con la creación de obras similares, según explica el alcalde del municipio, Carlos Sampériz. Para abrir esta nueva tendencia local, el equipo de gobierno contacto con el artista Eduardo Burton, que llevó a cabo un grafiti del patrón de la localidad, Santiago Apóstol, y tras ello, repitió experiencia de la mano del diseñador Iker Henn, de Huesca, que realizó un mural sobre el singular paisaje monegrino. En este último caso, está situado junto al pabellón polideportivo. De igual modo, coincidiendo siempre con las fiestas patronales, los vecinos crearon una obra colectiva en homenaje al grupo Boamistura con el mensaje: «Por soñar, no estoy loco».