Ocio y Cultura

«Con nosotros no hay quien pueda»

El actor Luis Varela graba hasta mañana en la iglesia de San Pablo de Zaragoza junto a todo el equipo de la película ‘Bendita calamidad’, de Gaizka Urresti, en la que releva a Álex Angulo en el papel de un obispo secuestrado por error

«Con nosotros no hay quien pueda»
Camino Ivars

El rodaje de ‘Bendita calamidad’, el primer largometraje de ficción del director vasco afincado en Zaragoza Gaizka Urresti, está revolucionando estos días la iglesia de San Pablo de Zaragoza. «Vamos a llevarnos también la Virgen embarazada de la capilla de San Andrés... y el cuadro de la Virgen de Montserrat», decía ayer Carlos Sobera metido en el papel del empresario y constructor Rodríguez Lacarra, «un corrupto de medio pelo», a la pareja de malos de esta comedia. Mientras, el actor Luis Varela, que releva al fallecido Álex Angulo como el obispo secuestrado por error, aprovechaba para estudiar el guión. 


El final de la escena, que Sobera remata con una broma fuera de cámara que provoca las risas de todo el equipo, discurre delante de  la capilla de Nuestra Señora del Pópulo, donde suele reinar el silencio mientras se rehabilitan las puertas originales del retablo mayor. El interior del templo simula la catedral turiasonense en obras, escenario en el que discurre el trepidante final de la novela de Miguel Mena en la que se basa la cinta.


«En proyectos como estos, la gente tiene que seguir embarcándose porque de lo que se trata es de que sigamos funcionando, no de que nos vayan anulando poco a poco como da la impresión que puede estar ocurriendo. No, con nosotros no hay quien pueda». Toda una reivindicación de su oficio que hizo Luis Varela en un descanso.


El veterano intérprete comentó que el proyecto «me gusta mucho», aunque «tristemente todo ha sido muy rápido y me ha cogido por sorpresa».  Por ello, agradece la «ayuda» de sus compañeros, de los que coincidió con Nacho Rubio en la serie de televisión ‘Cámera café’. En su larga trayectoria la sotana no le es extraña y recordó que ya la lució como seminarista para televisión en ‘Los cipreses creen en Dios’. Delante de las cámaras no se ha prodigado mucho en Aragón. Cuando «era un chaval» rodó en el balneario de Alhama de Aragón ‘Los jueves, milagro’, a las órdenes de García Berlanga, y más recientemente participó en un corto.«Un reflejo de la España actual»

Además de ser una comedia a ritmo de ‘road movie’, ‘Bendita calamidad’ se convierte también en «un reflejo de la España actual». Una apreciación seria que comparten los protagonistas, aunque cuando hablan de ello y de sus personajes lo hagan entre carcajadas.


«Soy un español medio, de corrupción media. El tipejo constructor, empresario múltiple, al que le gusta ser dueño y señor», apuntó el bilbaíno Carlos Sobera sobre su personaje, el promotor chanchullero. «Nunca había hecho de corrupto porque no me invitaron a participar en ‘Falcon Crest’», bromeó. Sobera, que ayer cumplía años, recordó que su padre es de Huesca y este es su estreno cinematográfico en la comunidad aragonesa.


En esta producción todo queda en familia. Sobera tiene como particulares matones a su primo segundo Caín, al que da vida Gorka Aguinagalde, y al hijo de un amigo, interpretado por Juan Anillo. El primero, Caín, es «un auténtico macarra» y el segundo, Trabuco, «la fuerza bruta del clan, de pocas luces y entrañable a la vez».


Y una relación filial en la ficción es la que mantienen también Nacho Rubio y Jorge Asín como los hermanos Fayos, metidos a secuestradores de pacotilla por una deuda. Cuando se pusieron serios, ambos desearon que este rodaje sirva para «impulsar» el sector audiovisual de la tierra y atraer «apoyos y subvenciones de todo tipo». 


El elenco de ‘Bendita calamidad’ posó haciendo gala del «buen rollo» que hay entre el elenco, muy masculino, ya que ayer faltaba la actriz oscense Carmen Barrantes.


La claqueta seguirá sonando en la iglesia de San Pablo hasta mañana. Después, explicó Urresti, queda por rodar en la capital aragonesa una escena en una comisaria y el equipo regresará a Tarazona para recrear el Cipotegato con un buen puñado de figurantes entre vecinos y mecenas de la película. La última semana, hasta el 5 de septiembre, la acción regresará a las carreteras del Moncayo.

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