'Bendita Calamidad' se cuela en San Pablo

La película de Gaizka Urresti aborda la tercera semana de rodaje, interrumpido por la pérdida de Álex Angulo.

Carlos Sobera,  Luis Varela, Nacho Rubio y Jorge Asín (hermanos Fayos), Gaizka Urresti, Gorka Aguinagalde y Juan Anillo.
'Bendita Calamidad' se cuela en San Pablo
C. Ivars

La iglesia de San Pablo de Zaragoza se ha convertido en el escenario de una de las escenas del largometraje 'Bendita Calamidad', del realizador vasco afincado en la capital aragonesa Gaizka Urresti. 


El equipo de rodaje ha aprovechado este lunes las labores de restauración emprendidas en el Retablo Mayor del templo para simular las obras de la Catedral de Tarazona en la que transcurre parte de la historia original, una comedia basada en la obra homónima de Miguel Mena, publicada en 1994 y que va por su decimotercera edición. 


Con motivo del inicio de la tercera semana de esta aventura cinematográfica, -justo siete días después desde que se reanudara el rodaje tras el fallecimiento de Álex Angulo- el barrio de San Pablo ha reunido a varios de los protagonistas de la película: Carlos Sobera, Gorka Aguinagalde y Juan Anillo, encargados de rodar una de las últimas escenas de la cinta en los interiores del templo; así como a Nacho Rubio y Jorge Asín -que interpretan a los hermanos Fayos-, ?y Luis Varela -en el papel del obispo de Tarazona-, que toma relevo del recientemente desaparecido Angulo-. 


Ensayo tras ensayo y prueba tras prueba, la escena 77, protagonizada por un Sobera metido en la piel de un malvado empresario y la pareja de malos formada por Gorka Aguinagalde y Juan Anillo -intepretando a Caín y Tabuco- iba tomando forma. Antes de comenzar a rodar, todo tiene que estar calculado al milímetro, y practicamente ningún detalle se deja al azar: la iluminación, la posición de los actores, la entonación... todo cuenta para que la escena sea válida. 

Risas dentro y fuera de escena

En la película de 'Bendita Calamidad', Sobera da vida a "un español medio, de corrupción media", advierte entre risas. "Soy el típico constructor, empresario múltiple, al que le gusta ser dueño y señor de todo", añade el actor al que acompañan Aguinagalde como Caín, en sus propias palabras "un macarra". "Nos deben un dinerito y queremos recuperarlo, por lo que vamos a por el obispo", explica. El otro "malo" en este triángulo actoral está interpretado por Juan Anillo en la piel de Tabuco, "un personaje de pocas luces. Es la fuerza bruta del clan, que al final se convierte en un lerdo entrañable", afirma.


De repente se ruega silencio y al grito de "¡Acción!" de Urresti, el interior de San Pablo se transforma por unos instantes en el templo de Tarazona y los actores comienzan a urdir su plan. Y así, hasta en nueve ocasiones; las mismas en las que ha sonado la claqueta y se ha repetido la escena una y otra vez. Eso sí, sin perder el sentido del humor en ningún momento. El director, Gaizka Urresti, ha descatado el "buen rollo" que predomina en el rodaje "pero sin perder de vista la profesionalidad", y ha asegurado que en una comedia "lo importante es que haya risas; aunque en este caso se dan durante las tomas y fuera de escena". 

El resto del elenco actoral

Otra de las parejas protagonistas es la formada por los aragoneses Jorge Asín y Nacho Rubio, que trabajan juntos por segunda vez en el cine –anteriormente en un cortometraje-, y repiten como familiares. En este caso son hermanos, Anselmo y Ricardo, que acaban secuestrando al obispo turiasonense.


Anselmo es el hermano mayor, "un chavalín que ha crecido a la sombra de su Ricardo y que hace todo lo que éste le dice, por lo que me veo abocado a mil y un desastres", describe Asín. El actor ha destacado que ambos intérpretes trabajan "muy a gusto juntos": "Lo pasamos en grande". "Yo soy el hermano emprendedor y con iniciativa que acaba arrastrando a Anselmo y que gracias a éste puede que acabe bien", añade Rubio.


Guión en mano, Varela paseaba por las inmediaciones del templo: "Ha sido todo tan rápido que me ha cogido por sorpresa, pero estoy trabajando para que lleguemos a buen puerto". El actor, que se enfundará en una sotana por segunda vez en su carrera profesional tras su papel de seminarista en 'Los cipreses creen en Dios', de José María Gironella, ha destacado el apoyo de sus compañeros, "que son unos fenómenos".


Varela ha instado a que se sigan poniendo en marcha proyectos cinematográficos como el largometraje aragonés y que "no nos vayan anulando poco a poco como da la impresión de que puede estar ocurriendo. Con nosotros no hay quien pueda", ha concluído. 


Después de tres días de rodaje en la capital aragonesa, que se desarrollarán en un centro de negocios transformado en una comisaría de Policía; el próximo destino será Tarazona, donde el equipo de 'Bendita Calamidad' recreará la tradicional fiesta del Cipotegato, para la que pretenden contar con la participación ciudadana. La Comarca del Moncayo albergará las dos últimas semanas de rodaje, que se prolongará hasta finales de agosto.