LETRAS ARAGONESAS. OCIO Y CULTURA

El escritor Félix Teira disecciona en 'Milenials' la queja y la precariedad de los jóvenes

El Premio de las Letras Aragonesas de 2023 presenta su nueva novela, publicada por Funambulista, en la Fundación Caja Rural de Aragón

Félix Teira Cubel, premio de las Letras Aragonesas de 2023, ha trabajado tres años en una novela sobre la precariedad de los más jóvenes.
Félix Teira Cubel, premio de las Letras Aragonesas de 2023, ha trabajado tres años en una novela sobre la precariedad y la vulnerabilidad de los más jóvenes.
Archivo F. Teira/María Otín.

ZARAGOZA. Félix Teira Cubel presenta el miércoles 17 de abril, su nueva novela, ‘Milenials’ (Funambulista), en la que lleva trabajando más de tres años, en la Fundación Caja Rural de Aragón, a las 19.00 en compañía de la escritora Aloma Rodríguez. El año 2023 fue impresionante para él, quizá el mejor de su vida. Recibió varios premios importantes, de esos que quizá pesen: “Los tres premios del año anterior (Imán, ‘Artes y Letras’ de HERALDO y el premio de las Letras Aragonesas de 2023) requieren dar lo mejor de mí mismo como escritor. Pero no me pesan. Escribiendo siempre he sido exigente. Con mis novelas, buenas o malas, he intentado que dejen una huella indeleble en el lector”. Dice y explica que ha escrito una novela que pone el dedo en la llaga de una juventud que no encuentra acomodo en la sociedad: ‘Milenials’

“A mi edad, lo quiero todo: quiero que la literatura sea un arma de intervención y una fuente de goce estético. Una buena novela tiene que tener una embriaguez estética unida con capacidad transformadora. No voy a ponerme pedante con ejemplos, pero las grandes novelas fusionan ambos aspectos”.

El escritor de ‘Brisa de asfalto’ o ‘El último sol’ intenta explicar su novela de jóvenes con una pregunta: “Pero de qué se quejan los jóvenes? Lo tienen todo, acceso a la educación, posibilidad de trabajo… ¿Qué se creen? ¿Que a nosotros nos lo han regalado? Esta queja podría ser de un ‘baby boomer’, uno de los nacidos entre la década del cincuenta y los primeros años sesenta. Sin embargo, los datos referidos a los treintañeros arrojan sombras: precariedad, emancipación tardía, dificultad de acceso a la vivienda… La polémica está servida. Y es bueno que una novela agite la controversia. De eso va también ‘Milenials’ Pienso, como Martin Amis: 'El sabor del mundo lo deciden los que tienen menos de 35 años'".

“Los tres premios del año anterior (Imán, ‘Artes y Letras’ de HERALDO y el premio de las Letras Aragonesas de 2023) requieren dar lo mejor de mí mismo como escritor. Pero no me pesan. Escribiendo siempre he sido exigente. Con mis novelas, buenas o malas, he intentado que dejen una huella indeleble en el lector”.

El autor no quiere que nadie se confunda: aunque plantea este debate de fondo, no es un ensayo. “Los cuatro personajes, dos mujeres íntimas amigas y dos hombres, tienen la fuerza y arrastran problemáticas para armar una novela emocional, tensa, donde aparece la fuerza salvaje del amor, la amistad, el desengaño, la alegría… Los cuatro, que se conocieron en un instituto de Teruel y ahora la casualidad ha reunido en un piso zaragozano al lado del Canal Imperial de Aragón, buscan labrarse un futuro”. 

Ellos son, y es “la más ácida’ una madre soltera, debe pagar el alquiler de la vivienda, a una muchacha marroquí para que cuide a su hijo mientras ella trabaja y la guardería. Destila desengaño, como Marcos, un periodista cultural que no gana para las cervezas que bebe; es hijo de un alto mando antiterrorista y vivió su primera adolescencia entre escoltas y sobresaltos. Ambos experimentaran un cambio a lo largo de la novela, mientras se mantiene el altruismo de un neurocirujano vocacional y de Vega, la peluquera mágica, un ser luminoso que canta, ríe y ayuda”. Otra criatura capital es Antoine, un niño de dos años, es el juguete del piso que cambia las vivencias de los adultos.

"Escribiendo tengo una responsabilidad ética, una exigencia de dignidad. Creo que las sociedades más gratas para vivir, donde los seres humanos se desarrollan sin estridencias, son las que son armónicas. Las diferencias económicas son incluso naturales, pero dentro de unos límites"

“Los que leyeron en la primera adolescencia mi novela ‘Saxo y rosas’, hoy son 'milenials'. Les debía esta novela. El profesorado les motivó hacia el estudio como un medio de labrarse un porvenir. Hoy lo seguiría recomendando”. Reconoce sí que en algunos casos no acaban de encontrar acomodo ni su lugar en el mundo. “Llevo más de tres años con estos personajes, soñándolos, oyéndolos y reproduciendo su manera de hablar porque he montado una novela dialogada, con la finalidad de que la lectura sea ágil y ligera”.

Félix Teira, sin perder nunca los buenos modales, va directo al grano. Se atreve y se posiciona con los de abajo, si puede decirse así. “En mi vida personal seré vulgar, como todos. Escribiendo tengo una responsabilidad ética, una exigencia de dignidad. Creo que las sociedades más gratas para vivir, donde los seres humanos se desarrollan sin estridencias, son las que son armónicas. Las diferencias económicas son incluso naturales, pero dentro de unos límites. Y mi literatura siempre ha apostado por ese principio", concluye el escritor.

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