literatura
Una novela que sucede en Zaragoza y Belchite gana el Premio Ateneo-Ciudad de Valladolid
El valenciano Luis Salvago, afincado en la capital aragonesa desde hace 25 años y profesor en la Escuela de Escritura, vence con 'El telegrafista'.
El narrador y suboficial del Ejército del Aire Luis Salvago (Valencia, 1964), residente en Zaragoza desde hace 25 años, acaba de ganar la 71 edición del Premio de Novela ‘Ateneo-Ciudad de Valladolid’ con su novela ‘El telegrafista’, que se suma a su reciente premio Tiflos de narrativa con ‘Josephine’, logrado el pasado mes de febrero.
El jurado, que le concedió el premio por unanimidad, estaba formado por los ganadores del Premio Nadal Gustavo Martín Garzo, Care Santos y el barbastrense Manuel Vilas, la directora de la sección de Literatura del Ateneo de Valladolid Angélica Tanarro, y el editor de Menoscuarto ediciones, José Ángel Zapatero, que publicará la novela el próximo 8 de junio.
El jurado definió ‘El telegrafista’ como "una historia de amistad en un escenario bélico, con frecuentes alusiones a la serie de grabados de Goya. Un relato en dos tiempos perfectamente ensamblados sobre cómo lo vivido en la infancia permanece a lo largo de la vida". El galardón está dotado con 20.000 euros.
Felicidad máxima
"Estoy muy feliz. El telegrafista es una novela cuya historia se desarrolla íntegramente en Zaragoza, y parte de ella en la batalla de Belchite. La escribí gracias a un médico de Zaragoza que me facilitó los telegramas originales de su tío, un suboficial de Zaragoza que trabajó como telegrafista", avanza Luis Salvago, que fue alumno de la Escuela de Escritura, de Zaragoza, de Julio Espinosa, donde ahora ejerce de profesor.
"Para la redacción de ‘El telegrafista he recurrido a documentos originales cedidos por un familiar del protagonista, de Zaragoza, quien se valió de las redes sociales para encontrar un escritor interesado en escribir la historia de Luis Giménez Junza, zaragozano que fue destinado al puesto de Belchite durante la batalla que duró del 24 de agosto al 6 de septiembre de 1937. La posibilidad de escribir una novela desde las fuentes originales fue la principal razón que me animó a escribirla", añade Salvago, licenciado en Historia y Geografía, a HERALDO.
El autor explica así algunos de sus personajes y algunos aspectos del argumento: "Luis y Ezequiel guardan una relación que arranca desde la infancia. Su amistad resiste los problemas personales y sociales propios de los tiempos previos a la Guerra Civil española. Un suceso traumático romperá esa amistad, y posteriormente, en el Frente, se encontrarán de nuevo para dirimir sus diferencias".
Indicia que a lo largo de la historia, la narración recurre constantemente a momentos del pasado que, dentro de la guerra, cobran una nueva dimensión. Subraya: "‘El telegrafista’ muestra con sus personajes y su historia el hecho conocido de la traslación de los problemas propios de la sociedad desde las ciudades y el ámbito rural al frente de guerra, donde servirán de excusa para justificar enfrentamientos personales cuyas raíces nacen mucho antes de la contienda".
