Muere Malcolm Holcombe, el bardo que epató en cada visita a sus fanáticos de Zaragoza
El músico de Carolina del Norte ha fallecido a los 68 años a causa de un cáncer; actuó cuatro veces en escenarios zaragozanos desde 2014
En estos días de tanta loa a los héroes anónimos de la música gracias a ‘La estrella azul’ de Javier Macipe, la noticia de la muerte de Malcolm Holcombe encogerá el corazón a más de uno. El músico estadounidense ha fallecido a los 68 años de edad, tras varios años afectado por un cáncer que fue mermando sus fuerzas poco a poco. Holcombe actuó cuatro veces en Zaragoza gracias a Pablo Cano, Patxi, que programó durante años la Ley Seca (el feudo de Carlos Ezquerro) y ahora rige los destinos del Rock&Blues.
Los versos de pura verdad, la inconfundible voz rasgada que arañaba el alma y el personalísimo toque que daba a su guitarra le valieron para arrastrar a un pequeño y fiel grupo de fanáticos a cada una de sus presentaciones aragonesas. Holcombe hacía hablar a las seis cuerdas de su guitarra, y ponía el alma en cada canción. Debutó en Zaragoza en 2014; la última vez que visitó la capital zaragozana fue hace casi un lustro, en mayo de 2019 y en el escenario de Rock&Blues.
El crítico musical de HERALDO Gonzalo de la Figuera le dedicaba en esta última actuación zaragozana una valoración que habla por sí sola. “Aferrado a su guitarra acústica, a la que estruja, golpea o acaricia según lo requiera la ocasión, este bardo montaraz más que cantar masculla y escupe las palabras, aúlla, gruñe y resopla con una voz bronca y áspera como papel de lija. Y con sus canciones y esas desabridas maneras Holcombe transmite toneladas de emoción a flor de piel, remueve las entrañas, sobrecoge y estremece; incluso consigue algo tan difícil en una sala en la que la clientela va y viene, entra y sale, como es imponer entre el público un silencio que se podía cortar con un cuchillo”.
El dolor de un amigo
Pablo Cano expresaba este domingo a través de sus redes sociales el pesar por la partida de un artista por el que además de admiración profesional, sentía ya un afecto personal. “Hoy es uno de los días más tristes que recuerdo, Malcolm Holcombe ha abandonado el edificio y una parte de mi corazón con él. Recuerdos del gran Javier Ezquerro que nos lió a tres locos para traerlo, para ver a un ser excepcional que se abría las venas en el escenario”.
Cano apuntaba que “aún le duró la salud para volver tres veces más, dos de ellas con el gran Jared Tyler Frederick, llenando sus visitas de momentos excepcionales. Es difícil describir como una persona te llenaba con su luz y su carisma, y al marchar todo era un poco mas triste. Muchos recuerdos, muchas palabras”.
