Ni siquiera la rotura del quinto metatarso del pie izquierdo, que le obligó a ofrecer todo el concierto sentado en una silla, logró aguar la fiesta que Coque Malla protagonizó en la noche del pasado sábado en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza. Fueron casi dos horas de emoción y canción sin tregua en las que el madrileño venció y convenció a un público entregado. 

El artista compareció con una férula inmovilizadora en la pierna izquierda. Y a pesar de que no pudo regalar ningún movimiento ni baile marca de la casa, se bastó y sobró para que la velada fuera inolvidable para los presentes. No fue hasta el final, tras varios bises, hasta que se levantó, se puso en pie con dificultades y levantó la muleta como agradecimiento por el excelente ambiente que se vivió. 

Marcos Cebrián

Una emoción que todavía le ha acompañado este domingo y que ha querido plasmar en sus redes sociales. "Gracias Zaragoza por adentraros sin condiciones en el viaje que os propusimos al corazón de 'Aunque estemos muertos' (su nuevo disco). Sin vuestra apasionada y respetuosa complicidad, ese planteamiento hubiese naufragado", proclama. 

También ha tenido un recuerdo muy especial para los trabajadores del recinto zaragozano, con los que ha colaborado codo con codo desde el viernes, cuando realizó diversos ensayos. "Gracias a todos y cada uno de los integrantes del equipo y la banda, y a la maravillosa gente del Teatro de las Esquinas (¡qué bonito nombre para un teatro!), por la paliza de dos días que os habéis pegado para que el primer concierto fuese perfecto. Podemos vivir, aunque estemos muertos", señala. 

El de Zaragoza ha sido el pistoletazo de salida de la gira de presentación del álbum 'Aunque estemos muertos', cuyas próximas estaciones serán Murcia, Alicante, Gijón, Santander, Madrid, Bilbao, Tudela, Valladolid, Granada y Málaga.