LETRAS ESPAÑOLAS. OCIO Y CULTURA

"El 'Quijote' es un libro infinito que debemos leer con la mente abierta y el corazón ligero"

Jordi Martín coordina para Blackie Books una edición coral, liberada y transversal, con códigos QR y una fotonovela, de la gran narración de Cervantes

Detalle del Quijote de Orson Welles, del que se reproduce el cartel.
Detalle del Quijote de Orson Welles, del que se reproduce el cartel.
Archivo HA.

ZARAGOZA. Jordi Martí Garcés posee una extensa trayectoria editorial en sellos como Bruguera o RBA, entre otros, y actualmente es el coordinador de una colección estupenda de Blackie Books, ‘Clásicos liberados’, donde se han publicado el ‘Génesis’, ‘La Iliada’ o ‘La Odisea’ (ambos ilustrados por el gran ilustrador y humorista Calpurnio, fallecido el pasado año), en una apuesta por libros «divertidos, accesibles y frescos». Jordi Martí hizo la mili en Zaragoza y su condición de músico le permitió disfrutar de la ciudad y de algunos escenarios como el Teatro Principal.

Blackie Books ha publicado un volumen idóneo para regalar estos días de Reyes o en cualquier momento: ‘El Quijote’, con más de 800 páginas, en una edición fijada por Gonzalo Pontón, de la Universitat Autònoma de Barcelona. De partida, lleva una biografía interpretada y matizada de Cervantes de Daniel López Valle y una introducción al gran relato de Luis García Montero. «‘El Quijote’ es un libro que nos pertenece a todos, incluso a quienes no lo han leído y quisieran hacerlo alguna vez. Es un libro infinito que debemos leer con la mente abierta y el corazón ligero», se arranca Jordi, y recuerda una de esas frases entre metaliterarias y visionarias que pronuncia el bachiller Sansón Carrasco en la segunda parte del libro: “[La historia] es tan clara que no hay cosa que dificultar en ella: los niños la manosean, los mozos la leen, los hombres la entienden y los viejos la celebran”.

Jordi Martí recuerda una de esas frases entre metaliterarias y visionarias que pronuncia el bachiller Sansón Carrasco en la segunda parte del libro: “[La historia] es tan clara que no hay cosa que dificultar en ella: los niños la manosean, los mozos la leen, los hombres la entienden y los viejos la celebran”.

Jordi Martí ofrece más datos: «Nuestra edición podría haber tenido más de 5.000 páginas, porque Cervantes y su personaje han dado mucho que hablar en todos los campos. Es un libro transversal que podríamos estar toda la vida leyendo, y siempre descubriríamos algo nuevo: seres, acciones, paisajes, aventuras, asuntos que son importantes en nuestra vida diaria, puntos de vista, hasta la condición de adelantado del feminismo de Cervantes a través de la pastora Marcela, que es un canto a la liberación de la mujer». La propia Irene Vallejo dice en su artículo ‘Breve historia del no’ matiza y desarrolla esta idea: “Marcela es una criatura literaria que no se resigna: razona y protesta. Con el valiente discurso de una mujer decidida a ser libre, su autor rompió tabúes y atacó el viejo edificio de las culpas”.

Cartel de una de las película de 'Don Quijote'.
Cartel de una de las adaptaciones de 'Don Quijote'.
Archivo Blackie Books.

Jordi Martí recuerda que la edición, en papel, recoge los episodios fundamentales, prescinde de historias colaterales o añadidas, e incorpora notas sobre numerosos temas (hasta sobre la berenjena: “son duras de digerir, y engendran muchas ventosidades y así generan mucha lujuria”, escribió Andrés Laguna, médico y botánico), informaciones complementarias, carteles de cine, portadas de discos, fragmentos de escritores. En uno de ellos, en su prólogo de los ‘Cuentos de Terramar’, Ursula K. Le Guin dice: «Don Quijote cabalga incansable para matar un molino de viento… Nos refugiamos en los reinos de la fantasía en busca de estabilidad, verdades eternas, inmutable».

«Desde luego que me gusta mucho esa definición. Y también lo que dice David Bowie, y lo que aportan Rosalía,  Manolo Escobar, que le dedicó su canción 'Rocinante', Miles Davis (“Cuando improvisaba debía esforzarme, cerraba los ojos y pensaba en la soledad de don Quijote, cabalgando por los caminos”, confesó), Paul Auster, Martin Scorsese, Virginia Woolf, Milan Kundera, Dostoievski, una adivinanza de Gloria Fuertes y, por supuesto, lo que dicen aragoneses como Irene Vallejo y Luis Buñuel. A través de códigos QR ofrecemos conexiones del ‘Quijote’ con obras musicales, poemas, como el de Luis García Montero, danza, entrevistas como la de Joaquín Soler Serrano a Borges en ‘A fondo’, ensayos, declaraciones», añade Martí.

“Solo el que ensaya lo absurdo es capaz de conquistar lo imposible”. El aforismo sirve para Miguel Cervantes, su héroe y quizá hasta para Blackie Books, que dirige Jan Martín, hijo de Jordi Martí. José Saramago también aporta su mirada: “Don Quijote no está loco: simplemente finge una locura”.

Eso sí, el editor recuerda que también se ofrece el texto completo en formato digital, en ‘ebook’. Entre las novedades y la vindicación del espíritu clásico del libro y del propio mundo de la impresión, se ha incorporado una fotonovela completa de la película ‘Don Quijote’ de Grigori Kózintsev, de 1957, «que contó con la colaboración del escultor Alberto Sánchez, que tiene una escultura ante el Museo Reina Sofía. Fue decisivo en la dirección de arte y les cantaba canciones españolas a los actores rusos. No solo eso: les enseñó muchas cosas de La Mancha: gastronomía, tradiciones, hábitos de vida, les hablaba de la llanura, de los desiertos de Castilla. Fue un gran artista y andaba por Moscú, en el exilio, y lo fue a buscar el director. Hemos reproducido la película entera. Y la hemos ido distribuyendo entre los capítulos. Además, en ‘El Quijote’, hay como una teleserie implícita por episodios: es la historia de dos hombres que pasean y conversan. 

El espectacular cartel de la película: 'El hombre que mató a don Quijote'.
El espectacular cartel de la película: 'El hombre que mató a don Quijote' de Terry Gilliam.
Archivo Blackie Books.

Agrega Jordi Martí que, como se recuerda en el libro, el creador de la fotonovela fue el gran guionista Cesare Zavattini, un personaje capital del cine italiano. “También hemos querido recuperar ese fenómeno ahora desaparecido, que también tiene conexiones con el mundo del cómic y aquellos libros ilustrados de antaño que publicábamos en Bruguera. Le añade valor a un libro que ha hecho real un personaje de ficción. No deja de ser paradójico que un libro escrito cuando mucha gente no sabía leer esté ya en la mente de todos y en todo el mundo. El gran milagro de Cervantes creó a un héroe y a un antihéroe y los colocó en la realidad y en los sueños. Esta edición coral es una aventura en sí misma», concluye Jordi Martí, que recuerda otra cosa particular: el Caballero de la Triste Figura es reconocible de inmediato con un simple trazo. Tiene ese don.

En una de las notas en rojo -el libro está impreso en dos tintas-, ‘Virtud quijotesca’, se rescata una frase que Miguel de Unamuno dedicó a un emprendedor que pasó de la indigencia a la opulencia. “La maledicencia de la gente atribuía su éxito a supuestas artes criminales”. Hizo un curioso experimentó y don Miguel resaltó así su carácter: “Solo el que ensaya lo absurdo es capaz de conquistar lo imposible”. El aforismo sirve para Miguel Cervantes, su héroe y quizá hasta para Blackie Books, que dirige Jan Martín, hijo de Jordi Martí. José Saramago también aporta su mirada: “Don Quijote no está loco: simplemente finge una locura”.

Cartel del 'Don Quijote' de Orson Welles, del que escribió otro aragonés: Agustín Sánchez Vidal.
Cartel del 'Don Quijote' de Orson Welles, del que escribió otro aragonés: Agustín Sánchez Vidal.
Archivo Blackie Books.
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