Morat entusiasma en Zaragoza durante su último concierto del año

La banda colombiana había vendido todas las entradas de su recital zaragozano hace ya cinco meses, y respondió a las expectativas.

Morat se metió al público zaragozano en el bolsillo.
Morat se metió al público zaragozano en el bolsillo.
Toni Galan

A pesar del frío reinante, en las inmediaciones del pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza se notaba el calor de las grandes noches. No es tan habitual en esta ciudad que 8.500 entradas se agoten en un pispás cinco meses antes de un concierto: aunque quizá no hablamos de un grupo para colgar aquí el cartelito de ‘no hay entradas’ el estadio de la Romareda (‘sold out’ lo llaman ahora los anglófilos), la sensación es que la banda colombiana Morat sí podría haber llenado un recinto zaragozano con el doble de capacidad. Populares en España desde 2015, sus himnos se han instalado hace tiempo en el acervo del público joven amante del pop revolucionado y alegre.

Michel Pérez, el promotor de su concierto zaragozano, lo tenía claro ayer. "Resultó complicado traerlos, tenían la gira cerrada ayer en Madrid. Sin embargo, pudo hacerse y creo que están contentos de haber venido".

Felicidad absoluta

Contenta estaba también la masa de asistentes que se agolpó en el pabellón desde mucho antes de la primera nota, marcada por la intro que desembocaba en el tema ‘Besos en guerra’, del disco ‘Balas perdidas’ (2018) y grabada con la colaboración del antioqueño Juanes, quizá el más famoso de sus compatriotas artistas en la actualidad junto a la diva Shakira y el veterano Carlos Vives.

En Zaragoza, como en toda España, los seguidores de Morat son legión, pero obviamente el predicamento que mantienen entre sus compatriotas es inmenso. Así era para el bogotano Juan Restrepo, uno de los que compraron su entrada en cuanto salió a la venta. "No podía perdérmelos, compré cuatro boletas sin saber quiénes vendrían finalmente con mi novia Ivana y conmigo, pero sabía que aparecerían los candidatos. Venimos con otra pareja de amigos".

Laura y Blanca, por su parte, son zaragozanas de pura cepa y también compraron sus entradas pronto. "Teníamos muchas ganas de verlos, desde hace tiempo; cuando venían a España teníamos que desplazarnos a donde fuera, así que tenerlos aquí en Zaragoza era una ocasión que no podíamos desperdiciar. Nos gustan muchísimo desde los primeros discos".

El concierto comenzó con luz: los asistentes recibieron unas pulseras lumínicas que la banda activa por radiofrecuencia, para crear una serie de efectos realmente impactantes. Ayer había una emoción especial: era el último concierto del año para el grupo antes de regresar a casa a pasar en familia las fechas navideñas, y los colombianos dejaron patentes sus ganas de bordar este epílogo escénico del año con una noche única. Fueron sonando ‘506’, ‘Al aire’, ‘Porfa no te vayas’, Segundos platos’, Aprender a quererte’, Debí suponerlo’, Punto y aparte’, ‘Mi suerte’... 22 temas en total, con el público en ascuas esperando ese ‘Cómo te atreves’ programado para el bis y el cierre: la número 23 de la noche.

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