LETRAS ARAGONESAS. ocio y cultura

Nace en Zaragoza Cábula, que quiere ser "una editorial bonita, de calle y con corazón"

María Sanz y Javier Sánchez presentan el lunes 18  en el Casino Mercantil 'Todo lo que tenemos', de Francisco Salvador, doce poemas ilustrados

María Sanz Hernández es coeditora con Javier Sánchez y explica las líneas maestras de su sello.
María Sanz Hernández es coeditora con Javier Sánchez de Editorial Cábula y explica las líneas maestras de su sello.
Archivo Cábula.

La filóloga de lengua inglesa María Sanz Hernández (Zaragoza, 1977) acaba de emprender una aventura fascinante con la que desafía cualquier incertidumbre: funda junto a Javier Sánchez la Editorial Cábula, a la que le pone un marbete original: “La pequeña editorial de los placeres minúsculos”. Se inaugura con un libro de poemas, ‘Todo lo que tenemos’, que es la ‘opera prima’ de Francisco Salvador Pina. El libro, compuesto por doce poemas, todos ellos ilustrados por otros tantos artistas, es definido por esta aventurera reciente de la edición como “una delicadeza, un libro muy fino y elegante”. Se presentará el próximo lunes 18 de diciembre a las 18.00 en el antiguo Casino Mercantil, sede de la Fundación Caja Rural de Aragón, con la presencia del escritor y crítico literario, zaragozano, Juan Marqués, autor del prólogo, y del periodista Juanjo Hernández.

María Sanz intenta explicar las razones y pasiones que le asisten para iniciar esta travesía. “La verdad es que es algo que nunca me había planteado. Pero a veces te rodeas de personas que brillan con luz propia y sin darte cuenta te llevan por un camino inesperado. Esto es lo que ocurrió cuando mi amigo Paco Salvador Pina, autor de la obra ‘Todo lo que tenemos’, me contó, hace algo más de un año, que había comenzado a escribir. Y me hizo partícipe de todo su proceso creativo. ¡Una maravilla! A partir de ahí, comencé a relacionarme con un pequeño grupo de artistas y escritores que buscaban un lugar donde publicar sus obras. ¡Así surgió la idea de crear Editorial Cábula!”.

“¿Una editorial? La verdad es que es algo que nunca me había planteado. Pero a veces te rodeas de personas que brillan con luz propia y sin darte cuenta te llevan por un camino inesperado"

María Sanz recuerda que aunque es filóloga de inglesa de formación ha desarrollado su carrera en la comunicación corporativa. Declara: “Siempre me he sentido una persona emprendedora, pero emprendedora en proyectos de otros. Más bien, una impulsora de proyectos bonitos. Y éste es uno de ellos. Surgió así, inesperadamente, aunque desde siempre ha sentido debilidad por la edición, maquetación, diseño e impresión editorial”, apunta.

Quizá por ello tiene claro que el sello que codirige con Javier Sánchez “nace con la vocación de impulsar proyectos bonitos desde una perspectiva modesta y sostenible. Es decir, las personas que, de una manera u otra, estamos vinculadas a Cábula no pretendemos vivir de la editorial, pero sí trabajar con mimo y al detalle para publicar únicamente obras de calidad”.

La línea de trabajo es tan amplia como en el fondo ambiciosa: “Nos interesa que el arte y las historias lleguen a todos los rincones, no sólo a los de las tertulias literarias. Es fantástico que se hable de libros en la cola de la frutería o esperando a los niños en la puerta del cole. Si logramos eso, con una manera natural de comunicarlo, estaremos contentos”.

También aclara la elección del título: “‘Cábula’ viene del lunfardo, una jerga arrabalera bonaerense que empezó a hablarse hace más de un siglo. Tiene un doble significado: pálpito y augurio. Eso es lo que queremos, ser una editorial de calle y con corazón. Porque por las calles pasean los corazones y se empiezan a forjar sus historias”, agrega con sentido poético.

Francisco Salvador con su hija, que es la responsable de la portada del libro.
Francisco Salvador con su hija, que es la responsable de la portada del libro.
Archivo Cábula.

¿Periodicidad de títulos? “Insisto en que queremos publicar desde una perspectiva sostenible y de amor por la literatura. Por eso lo que nos planteamos es publicar dos o tres obras al año como máximo”. Después de la puesta de largo, en 2024 tienen previsto publicar tres obras: “El segundo volumen de la Colección Pálpito de poesía (que así se titula la colección lírica), para el que contaremos con varios poetas; un libro de tiras cómicas y una novela negra”, desvela María.

“‘Cábula’ viene del lunfardo, una jerga arrabalera bonaerense que empezó a hablarse hace más de un siglo. Tiene un doble significado: pálpito y augurio. Eso es lo que queremos, ser una editorial de calle y con corazón"

Así se aproxima a Francisco Salvador, el poeta debutante, y su libro: “Paco siempre me dice que él escribe poesía para que su hija y quienes lo quieren puedan encontrarlo entre los versos cuando él ya no esté. Y que escribe novelas y relatos porque le gustan las historias que se esconden detrás de los ojos. Él es ajeno al mundo literario pero a la vez es un profundo amante de la literatura. Diría que, sobre todo, es un profundo disfrutón de la vida real. Creo que es una persona que tiene mucho que contar”, señala a modo de presentación. 

María Sanz agrega algo más: “‘Todo lo que tenemos’ son doce poemas ilustrados que nos sumergen en el universo de un poeta. Como dice Juan Marqués en su prólogo: ‘Aquí está todo su mundo. Está su familia, está su trabajo, están sus ciudades, está su pasado, está su presente y están sus ilusiones. Está su vida, y además está su amor, y además está el amor de su vida, que no sólo es la dedicatoria del libro sino que es también quien ha dibujado la preciosa cubierta de este ‘Todo lo que tenemos’” , concluye María Sanz Hernández, cargada de ilusiones. No se crea una editorial todos los días y en su caso se diría que es por puro enamoramiento de un puñado de poemas.

Una de las ilustraciones con el poema 'Calle de René Magritte' inscrito.
Una de las ilustraciones con el poema 'Calle de René Magritte' inscrito.
Archivo Cábula / Mr. Shackleton.

DOS POEMAS

*****

1. CALLE DE RENÉ MAGRITE

Después de mucho tiempo tengo tiempo

para perder el tiempo,

y puestos a perderlo,

quiero hacerlo contigo.

Me propongo un viaje

hasta tu propio centro,

un cuaderno de anillas,

una calle con nombre de pintor.

******

11. ALBA

Te hago reír. Me olvido de la muerte,

y quiero distraerte de ti misma

para mejor pensarte:

despistada de ti, de tu interior,

mientras ponemos nombre a lo de fuera.

Así es como te pienso porque estás

contenta de vivir y trabajar.

Que la vida va en serio, dijo aquél,

y yo no estoy seguro, pero escucha:

la única seriedad que importa es

aquella que nos sirve para amar.

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