La compañía de danza La Mov lleva a las tablas del Principal su versión de ‘Don Juan’

Ofrece cuatro funciones de su nuevo espectáculo en el coliseo zaragozano del 23 al 26 de noviembre

El director y coreógrafo de la compañía zaragozana La Mov, este martes, en el Principal de Zaragoza
El director y coreógrafo de la compañía zaragozana La Mov, este martes, en el Principal de Zaragoza
José Miguel Marco

Con más de una veintena de producciones creadas desde 2008 –cuando los bailarines Víctor Jiménez y Rut Miró pusieron en escena en el Teatro Principal una versión de la famosa ópera ‘El trovador’–, la compañía zaragozana de danza La Mov celebra este año tres lustros sobre los escenarios. Desde entonces, Víctor Jiménez, exbailarín de la compañía de Víctor Ullate, pupilo directo de Maurice Béjart y bailarín solista de la Ópera de Lyon, es su director.

«Todos lo montajes de La Mov han pasado por el Teatro Principal», ha recordado el gerente del Patronato Municipal de las Artes y de la Imagen, José María Turmo, durante la presentación en el coliseo zaragozano del nuevo espectáculo, ‘Don Juan’, que ha contado con la presencia de Víctor Jiménez.

La compañía aragonesa estrenará el jueves ‘Don Juan’, versión de la obra dramática ‘Don Juan Tenorio’, de José Zorrilla, drama romántico que aborda una historia de amor y de muerte plagada de pasión, libertad y erotismo. En total, serán cuatro funciones (jueves, viernes y sábado, a las 20.00, y domingo, a las 19.00).

«Cuando venimos al Principal es como estar en casa –ha confesado Jiménez–. Estábamos un poco indecisos porque cada año la compañía quiere aportar algo a este universo de la danza y José María Turmo nos lanzó la idea de hacer un ‘Don Juan’. Al principio contesté que no, pero luego dije: “Por qué no”. Es una obra eterna, inmortal, un clásico de la literatura española y que muy pocas veces se ha hecho en danza».

El director y coreógrafo de La Mov ha rememorado que sobre el personaje de Don Juan se han dicho «tantas cosas... Unamuno afirmaba que le daba asco, Ortega y Gasset comentaba que amaba el amor y no lograba amar a nadie, Gregorio Marañón le tachaba de inmaduro. Pero nada de esto es nuestro ‘Don Juan’ –ha señalado–. Es diferente, reúne imaginación, emoción y sobre todo mucho oficio».

Jiménez ha subrayado que se trata de una propuesta «compleja», en la que se opta por eludir el hilo argumental de una obra «archiconocida». El director de la compañía ha explicado que durante el proceso de creación del espectáculo empezó a quitar capas hasta dar con el contraste de los dos personajes: Don Juan y Doña Inés.

«Juan es sombras, luz, misterio, duelos a medianoche, erotismo... e Inés es todo lo contrario: espíritu puro, belleza serena y a su vez tiene un sentimiento de terremotos encontrados –ha apuntado–. A partir de estos dos mimbres muy claros comenzó el trabajo con los bailarines».

A los personajes protagonistas les une un amor romántico, exacerbado y eterno. «Realmente, donde encontramos esa completa unión es en el momento en que sus dos almas se unen y se van, desaparecen de esta tierra y se van a otro universo. De eso es precisamente de lo que habla el romanticismo. Todos los ballets de este movimiento hablan de esos dos mundos, el terrenal y el más espiritual»

Tres mundos

El ‘Don Juan’ de La Mov representa «un viaje al universo del corazón y de la sangre, del alma y del ser humano a través de tres mundos», ha sintetizado Jiménez.

El primero de estos tres mundos (actos) es el de Don Juan, un personaje «sensual, egoísta, oscuro y bello», que se contrapone al mundo de Doña Inés, que es «pureza, verdad, virginidad, carne, beso y caricia. El de Don Juan es terrenal, el de Doña Inés está un poco más por encima y luego está el mundo del purgatorio. En este último es donde el trabajo de búsqueda con los bailarines ha sido más arduo», ha comentado Jiménez.

La intención en este aspecto de la obra es hablar de lo sobrenatural, del arrepentimiento absoluto a través de la belleza de los patrones clásicos y los movimientos puros y técnicos. Este planteamiento llevó a Jiménez a centrar la escenografía –a cargo de Alberto Franco– en la unión entre los dos personajes: el corazón. Por eso domina en ella el color rojo, que evoca la sangre, el amor, el sexo, la muerte y la pasión. A ello contribuye la música «impactante, envolvente, sugerente e innovadora» de Jorge Sarnago y el vestuario –de Arturo Guillén– que «refleja a la perfección esos tres mundos».

De estreno y en gira

Para el director de La Mov, lo más importante de esta producción «son los bailarines. Son belleza todoterreno. En esta obra se han implicado sobremanera en la búsqueda de movimiento, han hecho un trabajo impecable, con mucho ingenio y se han dado enteramente a lo que yo les pedía: un alto valor estético, que fuéramos puros en líneas, muy escrupuloso el movimiento, todo el detalle, todas las transiciones... tenía que ser muy técnico, evocando a los clásicos. Creo que lo hemos conseguido y es una parte que define muy bien la obra».

El objetivo de la compañía con ‘Don Juan’ es recorrer escenarios nacionales e internacionales como siguen haciendo actualmente con su anterior espectáculo estrenado en el Principal, ‘El lago’, que han llevado a Turquía y Francia y con el que prosiguen su gira por España hasta noviembre de 2024.

En el espectáculo ‘Don Juan’ de La Mov actúan 12 bailarines y en la producción del espectáculo están implicadas 20 personas. Desde que se gestó la idea hasta su estreno ha pasado alrededor de un año. El trabajo de cara al estreno se ha intensificado en los últimos cuatro meses, alternando con la gira de las producciones ‘El lago’ y ‘Tempus fugit’. «Ha sido una labor ardua, pero ya sale a la luz y espero que tenga mucho recorrido y mucho éxito. Desde Zaragoza y desde Aragón hacemos grande lo local. Y ese es nuestro objetivo», ha concluido.

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