Si estuviéramos dentro de un cómic de Asterix la blogosfera sería una aldea gala y las redes sociales, el Imperio Romano. Los blogueros, esa especie que proliferó en los albores del siglo XXI en Internet han ido cediendo su parcela de influencia a medida que avanzaban Instagram o TikTok. Muchos de los otrora blogueros se han transformado en 'influencers', un potente batallón, codiciadísimo por las marcas, que forma parte muy sustancial de las actuales tendencias del consumo.

Pero, como los galos, los blogs resisten, sobre todo cambiando el concepto de influencia por otro valor en alza en internet: la autoridad. Habla Lucas Aísa, consultor de marketing digital y propietario de un blog desde 2005 que sigue actualizando: "Los blogs son un buen recurso para construir autoridad, para construir conocimiento", sostiene. Defiende que "no todos los conceptos pueden desarrollarse en un vídeo de 15 segundos bailando". Para Aísa, su blog le permite "construir mi ideario, exponerlo a una comunidad con la que se crea cierta intimidad", y no solo eso, "también cotejar sus opiniones con otras" y de esta manera enriquecer su discurso y sus conocimientos.

Fernando Tricas es profesor del departamento de Informática e Ingeniería de Sistemas de la Universidad de Zaragoza. Como Aísa, lleva al frente de su bitácora desde los tiempos dorados de este formato. En su caso, el blog le permite "tener un espacio ilimitado de expresión". "Me resulta -añade- una manera cómoda de forzarme a leer y a trabajar sobre los asuntos que me interesan y los blogs son la excusa para compartirlo". Fiel a su sinónimo, bitácora, a Tricas también le sirven como diario: "A veces miro lo que escribí hace diez años, para ver cómo aguantan ciertas ideas en el tiempo. Los contenidos de los blogs, permanecen".

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Además, para Tricas es una manera "más sencilla de tener presencia en la web", en la medida en que le permite dar esquinazo a la, en su opinión, "errática gestión de las redes sociales". "Los blogs son tuyos, tienes control total sobre ellos, están menos sujetos a las veleidades de los propietarios de las redes sociales".

Aísa coincide en este punto plenamente y lo resume muy gráficamente: "En las redes sociales estamos de alquiler y en los blogs somos propietarios". Los blogs, continúa, tienen la ventaja de "no tener que depender de plataformas externas y de permitir saltarte los algoritmos". Al otro lado, la audiencia también obtiene un contenido muy distinto. "En las redes consumimos el contenido que sus responsables quieren". 

Al contrario, el lector de blog recibe una información más reposada, fruto de un esfuerzo voluntario. Si bien, reconoce, Aísa, "la atención está en un camino descendente", opina que cada vez más hay un sector que  siente un mayor "hartazgo de la esclavitud que supone el 'tiempo real', del uso indiscriminado de nuestros datos que damos muchas veces con infantilismo, de la hiperexposición y de la mercantilización".

De ahí, señala Aísa, la progresiva popularización de las 'newsletter', que vuelven a estar de moda impulsadas por la necesidad de leer "voces autorizadas con ciertos temas".

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Mónica Giménez, especialista en estrategia digital y contenidos, se une a esta visión. "Es una realidad que la audiencia está en las redes sociales, la gente consume ahí contenidos de todo tipo, están de moda los formatos, cortos, audiovisuales, por lo que el formato blog parece que se haya quedado atascado. Hay estudios recientes que dicen que el público joven utiliza el buscador de Tiktok para informarse de casi todo. Ya ni Google. Ese cambio en el comportamiento es importante. Se busca lo ágil y cercano en donde se supone que te dan las claves en un minuto". 

Pero a la vez, avisa, "las redes sociales no dejan de ser herramientas externas. Tu esfuerzo se va a un canal que no es tuyo. Ese es el peligro. De ahí la importancia de que haya una web o un blog que respalde a las empresas o a los autores de contenido. Las estrategias digitales siempre deberían ir orientadas a dar visibilidad, pero además hay que llevar al público a tu web". Algo así como un escaparate tiene que tener una tienda detrás.

Para Tricas, en favor de los blogs está también el hecho de que muchos de ellos atienden a un "público nicho", que responde a temas concretos. En su contra, "que es un trabajo que requiere paciencia y dedicación, que no siempre tiene la respuesta que uno desearía y que sí se obtiene, y de manera inmediata, en las redes sociales".

En este sentido, para Aísa la redes son un escaparate para sus contenidos más trabajados. "Lo que no cuentas no existe", dice.

Para María Serrano, experta en marketing digital, los blogs "están muy vivos". Sobre todo en lo que se refiere a su capacidad para "posicionar en Internet". "Cuando alguien te busca, una forma fácil de que te encuentren es con un blog, que tiene la ventaja añadido de ser un medio más narrativo, puedes explicar más".

 No obstante, Serrano le ve algún inconveniente al calor de los nuevos hábitos de consumo. "Aparte de que creo que se pueden contar muchas cosas en un vídeo de 30 segundos, es un contenido unidireccional cuando ahora estamos acostumbrados más a la conversación de las redes sociales". También cree que es "menos inmediato".