HISTORIA. OCIO Y CULTURA

Pedro Rújula, historiador: “En España Napoleón genera una enorme contradicción"

El director de las PUZ presenta en Cálamo su nuevo libro: ‘Religión, Rey y Patria’, sobre el siglo XIX, editado por Marcial Pons

Pedro Rújula, historiador de la época contemporánea, en su poblada y ordenada biblioteca.
Pedro Rújula, historiador de la época contemporánea, en su poblada y ordenada biblioteca.
José Miguel Marco.

Pedro Rújula (Alcañiz, 1965), profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza y director de las Prensas de la Universidad de Zaragoza (PUZ), es el autor de un volumen sumamente interesante que abarca desde la guerra dela Independencia hasta ahora mismo: ‘Religión, Rey y Patria. Los orígenes contrarrevolucionarios de la España contemporánea, 1793-1840’, obra publicada por la editorial Marcial Pons. Rújula conversará el martes 26 de septiembre, a las 19.00, en la librería Cálamo con los historiadores Álvaro París (Universidad de Salamanca) y Javier Ramón Solans (Universidad de Zaragoza).

“La principal idea del libro es que para comprender los orígenes de la España contemporánea hay que ir más atrás de 1808, donde se venía situando el comienzo. Hay que llegar hasta la Revolución francesa donde todo el argumento cobra sentido. Desde esa perspectiva nos damos cuenta de que en España, antes que revolución hubo contrarrevolución. Que los liberales, durante mucho tiempo, fueron minoritarios. Y que su proyecto político tardó muchas décadas en desarrollarse y consolidarse, porque frente a él existía un poderoso antagonista, que era la contrarrevolución y sus partidarios”, dice Pedro Rújula, autor de libros como ‘Contrarrevolución (1820-1840)’ (1998), ‘El Trienio Liberal en la monarquía hispánica. Revolución e Independencia (1920-1823) (2020), o de una breve pero enjundiosa biografía de Ramón Cabrera.

Insiste Pedro Rújula en su meditación sobre la historia reciente de España: “Los historiadores nos hemos nutrido durante mucho tiempo del discurso liberal que hablaba de una revolución triunfante que avanzaba inexorablemente hacia la modernidad, pero el análisis detenido de los hechos no corrobora el argumento. Hay que comprender la entrada de España en el mundo contemporáneo como un lento proceso donde todos los actores políticos, los antiguos y los nuevos jugaron sus bazas en un tiempo acelerado, donde se fueron produciendo muchos cambios y en el que las crisis se sucedían abriendo cada vez más el margen de las posibilidades”.

Para el historiador y columnista de HERALDO, editor y traductor de diversos textos de Historia, “por esas fisuras se fue colando la política, la guerra, la voluntad de participar, la lucha por ascender o la voluntad de conservar el estatus”.

“Al final, el libro es un recorrido por el medio siglo que va desde la Guerra de la Convención hasta el final de la Primera Guerra carlista, pasando por la Guerra de la independencia y por el Trienio liberal", dice Rújula
Portada del libro de Pedro Rújula.
Portada del libro de Pedro Rújula.
Archivo HA.

En el libro no faltan los nombres propios: ilustrados, liberales, desterrados y aún exiliados, entre ellos Francisco de Goya, que es algo más que una figura decorativa en el volumen. “Goya es un hombre libre, es un intelectual comprometido con las ideas y no con los partidos. Su enorme libertad le permitió negociar sus contradicciones con la genialidad, un poco al menos, de una persona libre”, explica sobre él. Y agrega otra consideración sobre un volumen publicado en una editorial de referencia en la Historia contemporánea: “Al final, el libro es un recorrido por el medio siglo que va desde la Guerra de la Convención hasta el final de la Primera Guerra carlista, pasando por la Guerra de la independencia y por el Trienio liberal, siguiendo las complejas relaciones que se establecieron entre guerra y política y que terminaron por transformarlo todo”.

Por faltar en el libro no falta Napoleón. Anda por ahí con su hermano José y su corte de milagros: militares franceses de elevada graduación. Por ello, dice el historiador: “Napoleón encarna la figura del héroe contemporáneo. Es el hombre que aúna las dos grandes virtudes: las armas y de las letras. Es el estratega y el militar al mismo tiempo, el hombre de genio y el hombre de esfuerzo. Entonces, de alguna manera sintonizaba muy bien con lo que era el patrón heroico de la sociedad del momento. Y sin embargo, desde la óptica española, Napoleón tiene una dimensión imperial. En España Napoleón genera una enorme contradicción”

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