Ambiente previo del concierto
Romeo Santos desata el furor en Zaragoza: “Hemos llegado a las 3 de la madrugada desde Lérida para entrar los primeros”
Sombrillas, abanicos, gorras y paraguas eran algunos de los elementos más vistos en la larga fila de acceso al concierto del rey de la bachata en la Feria de Muestras de Zaragoza.
Cuando faltaban más de cuatro horas para el inicio del concierto de Romeo Santos en Zaragoza, y aunque los termómetros marcaban 35 grados y caía un sol de justicia, los alrededores de la Feria de Muestras eran ya un hervidero de seguidores del rey de la bachata. No en vano, se esperaban unas 9.000 personas para uno de los acontecimientos musicales más esperados y multitudinarios del año en la capital aragonesa.
Apostados en una verja blanca, la que separaba a los asistentes del macroescenario que les esperaba a unos metros de distancia, Sheila Bueno y Jesús Ainoza, de Almacellas, en Lérida, aguardaban impacientes a su apertura. “Hemos llegado a las 3.00 de la madrugada para entrar los primeros”, reconocía ella, entusiasmada.
En su caso, adquirieron la entrada general de acceso a pista, con un precio de 88 euros, aunque estaban dispuestos a cambiarla. “Hemos cambiado de idea tan pronto hemos venido, tenemos que verlo desde primera línea. Merece la pena”, aseguran. En el caso de Bueno, lleva escuchando al rey de la bachata más de media vida. “Es la primera vez que lo voy a ver en directo. Tengo ganas de llorar”, asegura, emocionada.
Los gritos y silbidos en la fila comenzaban a aumentar a medida que se acercaba la hora de apertura, prevista a las 17.00. Aunque sufría un retraso de casi una hora, ni siquiera este detalle parecía molestar a los asistentes. Jenny Micaela Rodríguez, natural de Bolivia, llegaba desde Madrid junto a sus hijas y a su yerno. En su caso pagando la entrada ‘Entrada Platinum Front Stage Preferente’, por 176 euros. “Lo vi en directo en 2015 en Las Ventas, pero esta vez es especial por la compañía”, afirma.
“Hemos llegado a las 5.30 de la mañana, esto es una oportunidad única. Ver tan cerca a un ídolo de tu infancia. Esto pasa solo una vez en la vida”, afirma Leonardo Irala, que le acompaña. Muy cerca de ellos, llegados a las 10.00, se encuentra Sara Amor, natural de Santander, que venía junto a su marido. “Empecé escuchándolo cuando formaba parte de Aventura, y lo he seguido siempre. Los 177 euros de la entrada me parecen poco para Romeo”, asegura, convencida.
Más de 1000 kilómetro por su ídolo
De hecho, la joven viene de verlo en Madrid, donde actuó el pasado 7 de julio, y se marchará a verlo este mismo domingo hasta Sanxenxo, en Pontevedra. Más de 1.000 kilómetros en menos de un mes. Lo que sea por su ídolo.
Ya dentro, en torno a las 18.00, muchas de las primeras personas en acceder lo hacían corriendo como si su vida dependiera de ello. Era el caso de Michel Alejandra y Jessica Panchi, vecinas de Zaragoza nacidas en Ecuador. “Es la primera vez que lo vemos en vivo. Todavía no me lo creo”, admitían, aunque reconocían que la organización estaba siendo “un poco caótica”.
Entre una mayoría de público femenino, algunos hombres también se procuraban un buen sitio a pie de pista. Como por ejemplo los hermanos Melvin y Daniel Oviendo, nacidos en República Dominicana pero residentes en Huesca: “Es el rey de la bachata. Teníamos que verlo, representa la cultura dominicana, y la bachata hay que vivirla”.
Entre una mayoría de público latinoamericano, Luisa Gómez y Karina Zaramillo lucían con orgullo la bandera de Colombia atada a la cintura. Varias de estas enseñas se sumaban a todo tipo de pancartas de colores, con mensajes de lo más diverso. Incluso en una le felicitaban por su cumpleaños: “Es un privilegio que esté en Zaragoza. Algo inédito. Queremos que se nos vea”.
