música

Anastacia, la Marie Curie del vinilo

La cantante de Chicago participó en el Icónica Sevilla Fest.

La cantante estadounidense Anastacia durante el concierto ofrecido en la Plaza de España de Sevilla.
La cantante estadounidense Anastacia durante el concierto ofrecido en la Plaza de España de Sevilla.
Raúl Caro

Un pentagrama, notas musicales y una voz. Hace años que en el mundo de la música (Auto-Tune aparte), no se inventa nada nuevo, al menos nada que aporte cosas distintas a lo que ya existe. Pero para cambiar eso hay gente como Anastacia, de la que puede decir que, como Marie Curie, pasarán por este mundo tras haber sido fundamentales en sus distintos campos.

La física polaca descubrió el radio, y la cantante de Chicago inventó el ‘Sprock’, término que registró legalmente cuando sacó su tercer disco en 2004, al que puso su propio nombre, aludiendo en el término pionero del invento a que mezclaba soul, pop y rock. Diecinueve años después de convertirse en la Curie del vinilo, se ha plantado en el sur del sur dentro de la programación del Icónica Sevilla Fest.

De entrada, tiene voz para parar un tren (usemos una expresión de la tierra que nunca se debería perder), y recursos para alargar un concierto hasta las dos horas con solo 16 canciones, lo que consigue interactuando con el público, paseando por el escenario, cambiándose tres veces de ropa y de gafas -solo en la despedida se la vio sin lentes- o haciendo que una niña, Lidia, sea izada desde el público para cantar una canción con ella a medias.

Ese momento, icónico donde los haya, no fue registrado por las cámaras de los profesionales que trabajaron en el concierto debido a las restricciones que la “oficina” de la cantante en España puso para trabajar (solo 30 segundos de grabación de las tres primeras canciones), pero sí por los miles de móviles que grabaron todo el concierto. A falta de televisión profesional, acudamos a Instagram para informarnos visualmente y a ver dónde acaba la broma.

La cantante estadounidense Anastacia durante el concierto ofrecido en la Plaza de España de Sevilla.
La cantante estadounidense Anastacia durante el concierto ofrecido en la Plaza de España de Sevilla.
Raúl Caro

“Solo os quiero decir que os quiero”, ha dicho a sus incondicionales, tras un intento fallido de que el traductor de su móvil pasase a español sus palabras. Su teléfono la ha acompañado durante casi todo el concierto, como un atributo más del escenario, colgado a la derecha de su cadera. “Estamos en una gran fiesta esta noche”, le dice a su gente, y ya la tiene donde quiere.

Anastacia llena el escenario, de eso no hay duda. Salta desde el fondo a oscuras con ‘Not That Kind’, la canción que dio título a su álbum debut de estudio el 16 de junio de 2000, cuando Epic Records y Daylight Records apostaron fuerte por una voz negra de una blanca de Illinois, todo un reto para, 23 años después, demostrar que, a veces, se toman buenas decisiones en los despachos de los compañías discográficas.

En Sevilla, nombre de la ciudad que en su inglés de USA ha repetido hasta dejarlo grabado en el aire, Anastacia ha derrochado, sobre todo, conocimiento del escenario. Las largas charlas entre canción y canción le sirven para descansar la voz, su comunión con el público no se ve afectada por el parón, y muchas veces no se sabe si es una cantante de country que suena a soul o una rockera reina de las baladas. Y, en realidad, da igual.

‘Everything burns’ y ‘Who’s gonna Stop The Rail’, y sigue la noche. Presenta a sus músicos como a un grupo de amigos, y pide a la humanidad sevillana que los salude como si estuvieran en la mesa camilla de su salón. Y todo, por cierto, en una noche en la que hasta la ola de calor se quiso ir a otros lares para que nada impidiese disfrutar del torrente de la voz de la nacida como Anastacia Lyn Newkirk.

Cantar, en realidad, es muy difícil. Que nadie se engañe si piensa lo contrario. Sirva esta reflexión en el penúltimo párrafo de esta crónica para aconsejar que, cuando de verdad se quiera apreciar si una voz es de verdad y no el producto de una buena grabación, se acuda a conciertos como este, donde la garganta manda sobre solo tres músicos, que la acompañan y nunca la tapan, que la arropan sin quitarle ni ponerle matices.

Tras dejar el Sprock el escenario del Icónica Sevilla Fest, el festival se prepara para sus dos citas de cierre, este mismo sábado con la estadounidense LP, y el 21 y 22 de julio con los dos conciertos que ha programado dentro de su clausura oficial con Laura Pausini, que celebra en el marco de esta cita musical su 30 aniversario en el mundo de la música.

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