Mortadelo y Filemón, dos agentes quijotescos al servicio de las carcajadas
Pocos objetarán que los agentes de la TIA son dos de los personajes de ficción más conocidos del mundo hispano, y sus esperpénticas misiones han traspasado fronteras y edades.
Se podrá poner la distancia que se quiera, pero pocos objetarán que Mortadelo y Filemón son dos de los personajes de ficción más conocidos del mundo hispano, fama que puede equipararse a la de los universales Don Quijote y Sancho Panza y quienes, con su aire quijotesco y sus esperpénticas misiones, han traspasado fronteras al servicio de las carcajadas de pequeños y mayores.
Al igual que los personajes cervantinos, Mortadelo y Filemón luchan contra las injusticias y contra villanos que pretenden el provecho propio menoscabando el interés social, y en ambos casos sus combates suelen acabar con mal pie debido a su poca destreza o a infortunios sobrevenidos que trastocan sus planes, pero que también reflejan, desde la exageración humorística, los anhelos, temores, vicios y virtudes de la “sociedad” que les ha visto nacer y crecer.
Y aunque en virtud de su naturaleza ficticia los personajes no envejecen con los años, sí han evolucionado desde su primera aparición en una historieta, en un ya lejano 20 de enero de 1958, en el número 1394 de la revista infantil Pulgarcito.
Bajo el título “Mortadelo y Filemón, agencia de información”, ambos personajes tenían entonces un aire británico, con bombín y paraguas Mortadelo, y sombrero y pipa, Filemón, a semejanza de Sherlock Holmes y el Doctor Watson.
Las primeras historietas eran en blanco y negro, de una sola página, y los dibujos eran mucho más esquemáticos que los que Ibáñez haría en años posteriores, aunque desde un principio Mortadelo ya hacía gala de su habilidad para disfrazarse de cualquier persona, animal o cosa al instante.
Estos personajes iniciales evolucionarían hacia un aspecto y vestimenta más moderna, especialmente en el caso de Filemón, mientras Mortadelo conservaría su permanente levita negra, ancho cuello de camisa blanco y lazo también negro.
Las “aventuras” de Mortadelo y Filemón también evolucionaron desde las historietas cortas de una sola página hasta los álbumes de 44 o 48 páginas, en los que se desarrolla una línea argumental específica, aunque Ibáñez conservó en ambos casos una estructura en la que los agentes deben resolver una misión, se enfrentan a todo tipo de villanos o dificultades, y el encargo acaba en fracaso o desastre para deleite de los lectores.
El primero de los álbumes de Mortadelo y Filemón apareció en 1969 con el título de “El Sulfato Atómico”, después de que la editorial Bruguera le pidiera a Ibáñez que elaborara una historieta larga, siguiendo el modelo que hacía tiempo se seguía en Bélgica y Francia.
El éxito de este álbum fue inmediato y el inicio de una serie, en diferentes etapas, que ha llegado a 220 números, en los que Ibáñez fue involucrando a sus personajes en asuntos de plena actualidad social, como la corrupción en la política -“Marrullería en la alcaldía”, “El tesorero”-, la crisis económica -”Jubilación... ¡a los noventa!”, “¡Tijeretazo!”, “Sueldecitos más bien bajitos...”-, o la preocupación por el medio ambiente -”Los verdes”, “El coche eléctrico”, "El cambio climático"-.
Los grandes eventos deportivos, como los Juegos Olímpicos o Mundiales de Fútbol y Baloncesto, pasaron también bajo el prisma de Ibáñez desde que saliera “Mundial 78”, en el que el autor introdujo por primera vez personajes en los que se reconocía a personas reales, hasta el dedicado al “Mundial 2023" de baloncesto, aparecido a finales de junio.
La popularidad de los personajes de Francisco Ibáñez hizo también que Bruguera empezara a editar en 1970 la revista “Mortadelo”, a la que siguió “Supermortadelo”, con tiradas de hasta 250.000 ejemplares por semana en los mejores momentos, y que tuvieron una segunda época en Ediciones B, aunque ambas acabaron por desaparecer a principios de los años 90.
La popularidad de Mortadelo y Filemón ha traspasado fronteras, sus álbumes se han traducido a una veintena de idiomas y se calcula que se han vendido unos 150 millones de ejemplares en todo el mundo.
Sus nombres pueden variar un poco, según el idioma, como “Mortadel et Filémon”, en francés, “Mortadella e Filemone”, en italiano, y “Mort & Phil”, en inglés, o cambiar completamente, pues en Alemania, el país junto a España donde más éxito han tenido, son conocidos como “Clever & Smart”.
De Mortadelo y Filemón se han hecho cortometrajes y series de animación desde los años 60, y dos películas con personajes reales, la primera de ellas “La gran aventura de Mortadelo y Filemón” (2003), dirigida por Javier Fesser y protagonizada por Benito Pocino en el papel de Mortadelo y Pepe Viyuela en el de Filemón.
En 2008 se estrenó “Mortadelo y Filemón: Misión: Salvar la Tierra”, dirigida por Miguel Bardem, en la que Viyuela repetía como “el jefe” de la pareja y Eduard Soto daba vida a Mortadelo.
La última aparición de los personajes de Ibáñez en la gran pantalla fue “Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo”, con guion y dirección de Javier Fesser, y que, a diferencia de las anteriores, se desarrolló en animación en 3D.
Seguramente, Francisco Ibáñez podría presumir de varios récords de la mano de Mortadelo y Filemón, pero sin duda el de haber dibujado el mismo autor unos personajes tan conocidos durante más de 65 años será prácticamente imposible de superar.
