Josh Lucas: "Me atraen las historias en las que el público puede conectar con la realidad"

El actor protagoniza un 'thriller' sangriento de un tiburón furioso por el cambio climático y la dejadez humana ante la crisis ambiental. 

Josh Lucas protagoniza la última película de Adrian Grunberg.
Josh Lucas protagoniza la última película de Adrian Grunberg.
Carlos Rodriguez

Es verano, la época tradicional de las películas de tiburones. Desde que la cinta 'Tiburón' de Steven Spielberg llegó a la pantalla grande, las películas de ataques con escualos se han convertido en una tradición estival. Esta semana se estrena 'Tiburón negro', protagonizada por Josh Lucas. La trama cuenta los avatares de Paul (Lucas) y su familia, que se ven atrapados en una plataforma petrolera abandonada, donde son acosados por un megalodón mítico. El director Adrian Grunberg cuenta una historia que tiene tanto que ver con la codicia de las corporaciones estadounidenses como con la amenaza de las profundidades del océano. No es la primera vez que Lucas lidera un proyecto de acción porque ya lo hizo en títulos como 'Poseidón' y 'Hulk'.

-Las películas de tiburones se han convertido en la odisea del verano.

-Cuando se habla de una película de tiburones, el espectador espera entretenimiento y efectos especiales, pero 'Tiburón Negro' es una advertencia sobre las corporaciones estadounidenses. Desde mi punto de vista, es interesante entender que la trama se inspira en una leyenda real. He visto algunos documentales y hablado con personas en Baja California que afirman haberlo visto. Ha estado rondando los territorios de la Baja California y los pescadores llevan hablando de su existencia desde hace cientos de años. Al miedo de los pescadores se suma el elemento mitológico.

-¿Y los tiburones suponen una amenaza serie contra el hombre?

-No suelen ser un gran peligro para nosotros. Sin embargo, son todo un mito, simbolizan el monstruo. Son como el hombre del saco, una amenaza que acude a nuestra mente cada vez que nos metemos en el agua.

-Hace el director una crítica a la sociedad consumista.

-Creo que Adrian Grunberg, el director, tuvo una idea muy inteligente al evocar el mito y enlazar la historia con un animal enojado por lo que está sucediendo con el cambio climático y la desidia humana ante la crisis. Por otro lado, la película plantea el tema de las empresas petroleras. Todo eso está basado en la realidad. En lo que sucedió durante la primera parte de la presidencia de Trump para desregularizar la industria petrolera permitiendo que estas pequeñas plataformas, realmente peligrosas, se construyeran a gran velocidad frente a la costa sin supervisión.

-Hay una fuerte carga de inspiración en la realidad entonces.

-Esos horribles sucesos de contaminación ocurrieron. Es una verdad muy triste todo lo que está sucediendo.

-Se le dan bien las películas de supervivencia ¿Sería capaz de sobrevivir como hacen sus héroes en la ficción?

-No tengo ni idea de cómo respondería en una situación como está. No sé cuán aterrador, incómodo y miserable me sentiría, pero creo que lo divertido, como intérprete, es intentar representar el personaje de una manera auténtica y entretenida. Cuando rodé 'Poseidón' hicimos un filme cargado de suspense, y eso es lo que hemos intentado hacer con 'Tiburón Negro'.

-¿Alguna vez ha nadado con tiburones?

-Sí. Cuando nadas con ellos, te das cuenta de la antigüedad de su alma. Hay algo en ellos, en sus ojos, que te revelan su grandeza. Me encantan los documentales de naturaleza. Me encanta ver esos momentos extraordinarios, con grandes tiburones blancos saliendo del agua. Yo nunca he nadado con un gran tiburón blanco, lo que hice fue bucear con pequeños escualos de arrecife. Es maravilloso estar en la naturaleza y notar su presencia.

-¿Siente que puede establecer una conexión más fuerte con su personaje cuando el tema está enraizado en la realidad?

-Estamos haciendo una película de entretenimiento. Nuestro trabajo es divertir al público. Lo primero y más importante es hacer una película interesante. Pero al mismo tiempo me siento atraído por historias en las que el público puede conectar con elementos reales. En este caso, el espectador encuentra la verdad de lo que sucedió durante la desregulación de la industria petrolera justo cuando Trump llegó al poder.

-Su personaje, Paul, es un hombre de familia que sabe lo que quiere y está bastante seguro de sí mismo, aunque su trabajo es cuestionable.

-En el mundo polarizado en el que vivimos, todos piensan que el otro lado es malo. La realidad es que muchas personas que están haciendo este tipo de trabajos terribles pueden hacer la vista gorda y luego son queridos en su comunidad. Lo cierto es que la gente no sabe que a los mejor sus vecinos están firmando documentos que condenan a otro pueblo a una crisis ambiental.

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