El mejor Sorolla vuelve a casa

La Fundación María Cristina Masaveu Peterson muestra en el Museo de Bellas Artes de Valencia sus magistrales óleos del genio de la luz.

'Playa de Valencia', una de las obras de Sorolla que se exponen en el Museo de Bellas Artes.
'Playa de Valencia', una de las obras de Sorolla que se exponen en el Museo de Bellas Artes.
Vocento

El mejor Sorolla vuelve a casa. El Museo de Bellas Artes de Valencia y la Fundación María Cristina Masaveu Peterson se alían para presentar una de las grandes muestras del 'Año Sorolla'. 'Colección Masaveu. Sorolla', reúne en la ciudad natal del pintor casi medio centenar de piezas, muchas de ellas obras maestras, pertenecientes a la colección asturiana. Se podrá disfrutar de este tesoro en el museo valenciano hasta el uno de octubre.

María Soto Cano, conservadora de la fundación, es la comisaria de una exposición que «concentra toda la luz y el genio de Sorolla» y lo reivindica «como uno de los mayores representantes de la España luminosa, mediterránea y moderna». Las 46 pinturas abarcan toda su trayectoria desde 1882, cuando era un joven de 19 años en plena formación, hasta 1917, tres años antes del final de su carrera por un derrame cerebral.

La exposición plantea un recorrido cronológico no lineal a través de obras maestras como 'El mamón' (1894), 'Cosiendo la vela' (1904), 'La familia de don Rafael Errázuriz Urmeneta' (1905), -enorme tela considerada como 'Las meninas del siglo XX'-, y 'Mi mujer y mis hijas en el jardín (1910)'.

En la primera sección hay cinco obras del periodo formativo de Sorolla (1876-1889) que evidencian sus raíces en la tradición velazqueña y muestran su evolución. De los años de primera madurez (1890-1899) hay nueve pinturas que muestran cómo define su propio lenguaje vinculado a un naturalismo luminista.

Su etapa de plenitud (1900-1910) es la mejor representada, con veintiocho obras. De sus últimos años (1911-1919), dedicados en gran medida al proyecto 'Visión de España' para la Hispanic Society de Nueva York, hay cuatro pinturas, dos de ellas vinculadas a ese proyecto.

Caballetes de cristal

El innovador montaje deja ver la parte trasera de las obras y descubre detalles desconocidos. Las pinturas parecen flotar en unos caballetes de cristal asentados sobre bloques de hormigón ideados en 1968 por la arquitecta italo-brasileña Lina Bo Bardi (1914-1992) para el Museo de Arte de Sao Paulo.

El conjunto permite «comprender la evolución pictórica de Sorolla, sus aportaciones a la pintura y apreciar su interés por temas como el trabajo en el mar o las escenas de baño», según la comisaria. «Fue un maestro indiscutible, arraigado en la tradición pictórica española, que aunó su portentosa calidad técnica con una temática vitalista y cotidiana, de fácil acogida para el público. Unido a la riqueza del colorido, su magistral captación de la luz y la inmediatez y modernidad con la que representó sus escenas, hace que su producción siga siendo tan admirada hoy», señala Soto Cano.

Pablo González Tornel, director del Museo de Bellas Artes, dice que el 'Año Sorolla' quiere «profundizar en el conocimiento de la obra del pintor y difundir su genio». «Se cumple un siglo del fallecimiento del que quizá sea el pintor valenciano más universal, con permiso de José de Ribera y Joan de Joanes», dice González, que define la muestra «como un acto enorme de filantropía y un feliz encuentro de lo público y lo privado».

La exposición es un fabuloso complemento para los 54 'sorollas' del museo valenciano, «entre los que apenas hay escenas de mar y luz» tan propias del genio valenciano. Unas pinturas que se exhibirán en la nueva sala Sorolla que la pinacoteca quiere abrir este mismo año. Son piezas que iluminan la trayectoria vital y artística de Sorolla, desde 'Bodegón', su primera obra firmada en 1878 con apenas 15 años, hasta uno de sus últimos retratos, 'Amalio Gimeno en el jardín de su casa', realizado en 1919, poco antes de sufrir la hemiplejia que le apartó de los pinceles tres años antes de su muerte en 1923.

Propiedad de la Corporación Masaveu y gestionada desde 2013 por la Fundación Masaveu Peterson, la que se exhibe en Valencia es una de las colecciones privadas más importantes de España y la que atesora más lienzos del artista valenciano. Sus 46 piezas fueron adquiridas por Pedro Masaveu Peterson (1938-1993), empresario y filántropo asturiano que formó una colección de 410 obras, con genios como el Greco, Ribera, Zurbarán, Murillo, Goya, Picasso, Braque, Dalí, Miró, Warhol o Barceló.

Privada, sin ánimo de lucro y de interés general, María Cristina Masaveu Peterson creó en 2006 la fundación que lleva su nombre «para impulsar la cultura, la formación y la investigación científica a nivel nacional e internacional dentro de la tradición de mecenazgo de la familia Masaveu». Desarrolla una amplia labor de mecenazgo con exposiciones, iniciativas editoriales, formativas y de investigación».

«La exposición que recibimos es especial dentro de la programación del 'Año Sorolla'», destacó Pablo González Tornel, que agradeció a la fundación asturiana «su apoyo humano, económico e intelectual y una generosidad desinteresada verdaderamente abrumadora».

El catálogo profundiza en la historia de la Colección Masaveu y la importancia en ella de la obra de Sorolla. Incluye un texto de Pedro J. Martínez Plaza sobre los coleccionistas españoles de Sorolla. La fundación ha donado 1.000 ejemplares al museo valenciano, y la recaudación conseguida por venta se destinará a restaurar la pintura 'El Cabo Noval' de Antonio Muñoz Degrain, con motivo del centenario de su muerte, que se cumple el 12 de octubre de 2024.

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