La Pegatina celebra en este 2023 sus dos décadas en la música. La banda que comenzó en Montcada i Reixac (Barcelona) emprenderá una gira nacional e internacional que recalará el domingo 9 de julio en el festival Pirineos Sur. La fiesta está asegurada. Las entradas pueden adquirirse en el link: https://pirineos-sur.es/entradas/

¿Han transcurrido muy rápido los 20 años con La Pegatina?

Los he vivido muy intensamente. Lo guay es que, a medida que íbamos consiguiendo éxitos como trabajar con un productor o adentrarnos en nuevos estilos, siempre han ido surgiendo nuevos objetivos. Eso significa que el proyecto sigue muy vivo. Siguen quedando nuevos países a los que ir y nuevos artistas con los que colaborar. Después de 20 años todavía nos quedan ilusión y ganas.

¿Cómo se alimenta esa inquietud durante dos décadas?

Se oxigena sobre todo investigando y queriendo hacer cosas nuevas saliendo de tu zona de confort. Por ejemplo, en el último disco, ‘Hacia otra parte’, hemos hecho algo que nunca habíamos realizado: hacer un álbum en el que todas las canciones son colaboraciones y en el que hemos adoptado el estilo del otro artista. Si era de rap, hacíamos un rap. Si era de rock, un rock. De esa forma vimos que, hiciéramos lo que hiciéramos, siempre le dábamos nuestro toque personal. Se nos ha abierto un abanico de posibilidades enorme. Además, viajar año tras año a nuevos países para dar conciertos es una maravilla.

Han tocado en más de 35 países. ¿Es ese uno de los mayores regalos que le ha dado la música?

Me siento un privilegiado porque hemos recibido muchos presentes. El mayor regalo es vivir de la música, viajar con mis compañeros y conocer a gente nueva y otras formas de vida. Como banda, trabajamos de manera asamblearia y debatimos todas las decisiones. Eso te hace desarrollar una empatía hacia los demás que te ayuda en el día a día.

¿Recuerda especialmente la visita a algún país?

Las dos giras por China fueron espectaculares. La primera fue antes a la celebración de los primeros Juegos Olímpicos en territorio chino y el país estaba muy cerrado. Casi nadie hablaba inglés y era muy difícil comunicarse. Regresamos dos años después y había cambiado todo completamente. También fue alucinante ir a la otra punta del mundo, a Australia, donde llenamos una sala en Sidney. O en Tokio. En septiembre vamos a publicar un libro-cómic en el que explicaremos muchas de las anécdotas que hemos vivido por todo el mundo.

El próximo domingo 9 de julio actuarán por segunda vez en Pirineos Sur. ¿Qué tiene de especial el escenario flotante de Lanuza?

Si hace calor, todavía es más especial. He estado en Pirineos Sur tanto como espectador como tocando con La Pegatina. En los días calurosos es una maravilla ver que al final de la jornada todo el mundo acaba en el agua. Me encanta el ambiente que se respira en el festival. La gente que va allí son amantes de la naturaleza y de la cultura. Se respira mucha sensibilidad artística y apertura de miras, ya sea música folclórica, eléctronica o de cantautor. Lo disfrutan todo. Es un público muy agradecido. Y, obviamente, el paisaje y el entorno son espectaculares.

Es un festival que ha acogido a grandes mitos de la música africana, de la latinoamericana, de la española...

Para nosotros es un honor actuar en un festival donde ha tocado gente tan importante y tan variopinta. Lo que predomina en Pirineos Sur es la cultura y las ganas de pasarlo bien de una forma sana.

¿Echa de menos esa apertura de miras en otros ámbitos de la música?

En general, los festivales son cada vez más eclécticos. La gente ya no escucha solo un estilo, sino que se hace sus ‘playlists’ con todo tipo de artistas. Pirineos Sur fue pionero en eso y lo vio antes que nadie. Se arriesgó y el tiempo le ha dado la razón.

Una de las constantes en la trayectoria de La Pegatina son las colaboraciones, de Manu Chao a Rayden, pasando por la Bersuit Vergarabat y un largo etcétera. ¿Por qué las cultivan tan asiduamente?

Te enriquecen como banda y como persona. Tienes lazos con artistas de todas las partes del mundo, compartes visiones de cómo hacer las canciones… Especialmente interesantes son las colaboraciones que consisten en componer juntos. Pasas horas con el otro grupo y aprendes mucho. Si siempre trabajáramos igual, nos quedaríamos estancados. No queremos estar encerrados en nuestro círculo. Repasando cada uno de nuestros discos se percibe muy nítidamente esa evolución. Es la razón que explica que nuestro proyecto esté vivo 20 años después.

Si en 2003 le hubieran enumerado todos los hitos que conseguiría, ¿qué hubiera dicho?

Hubiera dicho que eso es lo que quería y que iría a por todas para conseguirlo. Eso sí, alucinaría con todo lo que hemos conseguido. Los sueños están para soñarlos. La ilusión que tenía en aquel momento sigue muy en pie y es lo que va a permitir que La Pegatina siga muchos más años.