Polydeco: la delicadeza del cemento

La ucraniana Alona Konarieva explora las posibilidades de este cotidiano y duro material que, a la par, simboliza su resistencia y superación personal.

La joyera ucraniana Alona Konarieva, creadora de la firma Polydeco.
La joyera ucraniana Alona Konarieva, creadora de la firma Polydeco.
Francisco Jiménez

Alona Konarieva es ucraniana. Si bien no fue la guerra lo que la trajo a España, sí cuestiones relacionadas con el conflicto que finalmente desencadenó la brutal invasión rusa. Era activista y en 2015 abandonó su país rumbo a España "por miedo a los prorrusos".

En este tiempo aquí se ha hecho al país, a su cultura y su idioma, hasta recomponerse emocional y profesionalmente y poder desarrollar su proyecto creativo en Zaragoza: Polydeco, que este domingo será una de las firmas invitadas en el Mercado de los Porches del Audiorama.

Es una joven marca de decoración y joyería que en gran parte simboliza la fortaleza personal que tras tiempos de zozobra y penurias ha conseguido alcanzar la ucraniana: sus piezas sacan belleza del cemento. Un material que, a priori, supone lo contrario de lo orgánico y que, en determinados contextos tiene incluso un componente negativo.

Profesora de dibujo y formada en diseños de interiores, Alona explora con Polydeco las posibilidades de ese duro material, que "está en nuestra vida diaria, por todas partes, pero no lo concebimos en formatos pequeños o delicados".

Al principio, “no sabía por dónde empezar”, confiesa, pero buscó un camino a través de materiales que representan “la naturaleza, pero también la fuerza”.

Los primeros pasos de Polydeco fueron a través de lo que ahora son algunas de las piezas distintivas de la marca: los maceteros. “Eché a andar la marca con maceteros combinados con musgo preservado, eran como dos partes, naturaleza siempre verde en contraste con la solidez del cemento”.

A los maceteros le siguieron posavasos y lámparas, entre otros objetos, hasta desembocar en las joyas (anillos, pendientes y colgantes), la producción que ahora se ha añadido y que sublima la destreza con el cemento que Alona ha ido alcanzando.

“Las piezas no pesan nada. Utilizo las bases más ligeras del cemento y no tanto relleno como el que puede tener un posavasos o una lámpara”, explica. Las joyas tienen una capa fina con la que a su vez Alona trabaja respetando las formas caprichosas que ofrece.

Tras muchas pruebas, mucho ensayo-error, la diseñadora llegó a la joyería, curiosamente, partiendo de una forma de trabajo completamente opuesta: “En el caso de las piezas decorativas, más pesadas, he empleado mucho tiempo en alcanzar un resultado perfecto”. Superficies muy pulidas, geométricas, para lograr un acabado a la vez “ligero” e “irrompible”.

Con las joyas, emplea la misma pulcritud en los procesos, pero buscando otros efectos, más rugosos, donde los detalles del material ofrecen variadas posibilidades, tanto de formas como colores.

Hay piezas en las que el cemento presenta colores ocres, en otros, blancos, negros o grises, que Alona combina con metales como el acero inoxidable y algunos detalles y engarces en plata: “En estos casos dejo que el material me sorprenda, de manera que no hay dos iguales”, señala. De nuevo, se establece esa paradoja en torno al cemento, un material ligado a la pura funcionalidad que en este caso abre la puerta a la creatividad y a la improvisación. Todo, sin perder de vista la resistencia que se le asocia y que Alona quiere para sus joyas. Como los diamantes, quiere que sean para siempre.

Las creaciones de Polydeco pueden encontrarse en mercadillos y a través de su página web, Polydeco.com

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