Restauradas dos importantes tallas de los fondos del Museo de Zaragoza
Las esculturas, llegadas al centro durante las desamortizaciones, se incorporan a la muestra permanente
El Museo de Zaragoza ha incorporado a su exhibición permanente dos importantes tallas escultóricas restauradas gracias a la Denominación de Origen Campo de Borja.
Las piezas fueron ‘presentadas’ ayer, en la inaguración de la XIX Muestra de Garnachas, organizada por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Campo de Borja. El presidente aragonés, Javier Lambán, tuvo la oportunidad de apreciarlas de cerca tras los trabajos a los que han sido sometidas.
No se tienen muchos datos acerca de las obras, que al parecer llegaron al centro después de alguna de las desamortizaciones que hubo en el siglo XIX.
De una de ellas, una Inmaculada, sí se sabe que procede del antiguo convento de San Agustín de Zaragoza y que está fechada en la primera mitad del siglo XVII, en torno al año 1625. El convento fue fundado por los agustinos descalzos en el siglo XIII y se vació con la Desamortización de Mendizábal (1836-1837). El edificio había desempeñado un importante papel en la defensa de la ciudad durante los Sitios de Zaragoza y sufrió por ello importantes daños. Se ignora la ubicación concreta de la talla policromada dentro del convento.
La segunda imagen es considerablemente más antigua y de estilo románico, lo que acentúa su importancia. Los especialistas la fechan, por su estilo, a finales del siglo XIII. Presenta a la Virgen entronizada, con el niño en el brazo izquierdo y la bola que representa al mundo en la mano derecha. Se ignora por completo su procedencia.
Ambas tallas permanecían en los almacenes del museo. Su estado de conservación no revestía gravedad, aunque presentaban deterioros y repintes, y por eso los especialistas del centro no habían abordado su restauración para acometer tareas más urgentes. Ahora, gracias al patrocinio de la Denominación de Origen Campo de Borja, se las ha limpiado, reparado y consolidado su policromía, y se exponen, juntas y por espacio de una semana, en la galería del museo. Dada su importancia y rareza, la próxima semana pasarán a formar parte del recorrido habitual para el visitante, cada una de ellas en la sala a la que corresponden por su cronología.
