El aragonés José Moñú 'inventa' el coche que se pinta a sí mismo y se convierte en arte
Es uno de los siete creadores seleccionados en la sexta edición del Lexus Art Car y va segundo en la votación popular
Un coche que se pinta a sí mismo... o la primera obra de arte de la historia realizada a partes iguales por un creador, un piloto de carreras y un vehículo. Así se define ‘Kumano Kodo’, la propuesta del artista aragonés José Moñú para la sexta edición de Lexus Art Car. Pero hay que votarla rápido si se quiere que se convierta en realidad. El inconfundible estilo de José Moñú, en una carrocería de última generación.
El fabricante de coches japonés decidió hace seis años crear un certamen artístico en el que seleccionaba a creadores de distintas disciplinas para que intervinieran en uno de sus vehículos. Con total libertad. Cada año elegía a varios artistas y era la propuesta ganadora por votación popular la que acababa llevándose a cabo y formando parte de exposiciones y actividades culturales de todo tipo. En la última edición de Arco se anunciaron los creadores españoles seleccionados este 2023, que son Kokon, Estudio Gaudismo, Ánder López Alberdi, Estudio La Producta, Garbizu Collar Architecture, Her Arquitectura y José Moñú. Las propuestas ya están listas y pueden verse y votarse en lexusartcar.com. A lo largo de este miércoles el proyecto del artista aragonés estuvo casi siempre en segundo lugar de las votaciones, únicamente superado por el equipo donostiarra Garbizu Collar Architecture. El coche que hace de ‘lienzo’ es el nuevo RX de la marca filial de Toyota. En la propuesta de Moñú, una escorrentía de color.
"Hemos tenido mes y medio para desarrollar el proyecto y la verdad es que ha sido superemocionante –señalaba ayer José Moñú–. En mi propuesta importa mucho el proceso. Mientras en Occidente muchas de nuestras artes se basan en su capacidad estética, para los japoneses lo importante es el camino. Y eso es lo que he querido plasmar".
Y es que la idea es verter varios botes de pintura espesa sobre la carrocería del vehículo y dar instrucciones a un piloto sentado al volante para que acelere, frene o gire según las indicaciones que reciba del exterior por parte del artista. "El coche se pintará a sí mismo –añade Moñú–. El proceso se irá fotografiando y filmando, y la idea es, una vez terminada la obra, estampar el resultado también en el interior del vehículo. Vídeo y fotografías se expondrán junto al coche, así el proceso tendrá tanta importancia como el resultado".
